Con amor, Hayley.

Septiembre 27, 2018

Querido Tao:

Después de lo sucedido fue casi imposible evitar lo inevitable, que dejáramos de hablar. Lo intimamos, una parte de mí ya no quería hablar contigo ni compartir contigo lo que me sucedía, pero lo seguí haciendo. Fue raro los siguientes días porque además de contarte mis cosas no sabía de qué más hablarte y no quería saber de tus cosas para evitar que me dijeras algo de la chica con la que decidiste estar.

Fui a una entrevista de trabajo y te conté sobre ello, ese mismo día me insististe profundamente en que querías verte la nueva película de Spider-Man, tratando supongo de invitarme a ver la película contigo sin invitarme realmente, pero era lo último que quería hacer un día después de la conversación sobre la otra chica así que te rechacé indirectamente. Una semana después me escribiste para disculparte conmigo porque pensaste que estaba molesta contigo, y hablamos un poco acerca de cómo estábamos y terminaste contándome que tu relación con la chica no iba bien y que habías decidido alejarte de ella.  

Exactamente doce días después de la conversación de confesión, te diste cuenta que habías cometido un gran e irónico error; perder la oportunidad de estar conmigo al decidir alejarte de mí, para no perder la oportunidad de estar con ella.

“La verdad fue un error intentar algo con ella. Pero pues afrontarlo con madurez y salir adelante…”

Fue decepcionante saber eso, sentir como que nosotros pudimos iniciar algo que hemos estado deseando por mucho tiempo y nos negamos debido a la aparición de esta tercera persona y que ni siquiera valió la pena. Y al mismo tiempo fue como escuchar una vez más esa terca voz en alguna parte de mí diciéndome que así debía ser, que tal vez si eras tú el correcto, pero aun no era el momento indicado.

No lo sé, pero que bueno que aún me quedaba un poco de amor propio que me impulso para decirte que era lo mejor que podías hacer pues no había marcha atrás con la decisión que habías tomado. Es decir, la habías elegido a ella por encima de mí aun con todo lo que hemos pasado, no iba a salir corriendo detrás de ti como juguete de consuelo. Al menos me quiero para ser más que eso.

Y después de eso simplemente dejamos de hablar, hasta hace unos días, por amor y amistad…

No hablamos precisamente ese día, pero si por ese tema. Me preguntaste sobre cómo había pasado la fecha (en mi cuarto mirando lejos) y me contaste sobre como la pasaste tú (jugando al amigo secreto con tus amigas), y los dos coincidimos que Amor y amistad siempre ha sido una fecha especial para los dos, después de todo cada año evocamos el recuerdo del regalo y tu acto atrevido de confesión fallida de amor. Me confesaste que pensaste en hacerme un regalo pero no sabías si era apropiado dada la situación en la que nos encontrábamos y que por eso no lo hiciste.

“Yo hubiera hecho lo que sea para que no lo pasaras así, pero como estábamos distantes y cualquier cosa que yo haga te va hacer sentir incomoda, me limite a mirar tu casa al pasar porque es inevitable recordar que en una fecha como esta yo te declaré mis sentimientos”

Y mentiría si dijera que no caí de nuevo, una vez más volvimos a hablar de lo que hemos pasado juntos. De alguna manera creo que lograste acercarte a mí, a pesar de todo. Me encanta que me digas cosas como esas, que abras tu corazón y me dejes ver tus sentimientos a través de él, pero odio que lo hagas por medio de mensajes. Porque contigo me ha pasado que nos decimos cosas lindas llevados por emociones que tenemos en un momento determinado y a partir de ellas ambos nos hacemos ideas e ilusiones y al final de todo, cambiamos de perspectiva y nos damos grandes estrellones. Así que, me gustó mucho saber que aun estas dispuesto a hacer cosas para hacerme feliz, aunque hablemos de mínimos detalles, pero antes de crearme expectativas decidí ser cautelosa.

“No tanto incomoda, más bien puede que no habría podido saber con exactitud tus intensiones para conmigo si me hubieses invitado a salir precisamente ese día, ya que bueno es un día puntual para las declaraciones de amor y una fecha con significado propio para los dos”

En fin, después de una larga conversación acordamos que nos guardamos aprecio debió a todo por lo hemos pasado, que era agradable nuestra amistad y que debido a que ambos tenemos claridad sobre nuestra situación actual, tal vez acordemos salir algún día, como amigos, solo para pasar un rato agradable.

Lo cierto es que a partir de ese día hemos estado hablando de muchas cosas; de lo que planeas hacer con tus estudios, el avance que llevas en el pago de tus deudas, de mí no muy buena situación económica, de tu salud, de mi salud.

Por un lado siento que volvimos en el tiempo, a estar en la misma sincronización en la que nos encontrábamos antes todas las confesiones y el desastre, o incluso con más confianza porque ahora ambos sabíamos que nos queremos y no hay nada en medio más que la duda de saber si debemos o no estar juntos o solo seguir con nuestra amistad.

Supongo que como siempre, será mejor esperar y ver qué sucede.

Con amor,

Hayley.




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