Con amor; Lissie

7.

—Estimado señor enigma—. M.L. Rivero xx

Conocí a un hombre que luce como mi siguiente ruptura de corazón.

Pero, es como un enigma.

Un día me dice que me quiere y al otro parece como si fuera un estorbo.

Luego asegura que no quiere hacerme daño.

Y después me da a entender que quiere ser el dueño de mi corazón.

Lo que él no sabe es yo no soy una de esas.

No le entrego mi corazón al primero que me dedica algunas palabras bonitas y me regala un poco de su tiempo.

 

Porque, estimado señor enigma.

Sé que hay tres personas esperándote en casa cada noche.

Sigues compartiendo su cama incluso cuando aseguras que ya acabó.

Yo sé que no acabó, y me digo que no pasará.

Pero, luego me das esa mirada de ensueño y significativa.

Y después me besas cuando crees que nadie nos está viendo.

Causas que olvide mi nombre.

Haces que mi parte lógica y razonable olvide la realidad.

Nublas mis sentidos.

Logras que olvide que somos polos opuestos.

Y que, en este estúpido juego de roles soy una jugadora patética y una pésima perdedora.

¿Puedo caer en la tentación incluso cuando sé cómo terminarán las cosas?

¿No he caído ya?

 

Ahora cada vez que nos vemos me das esa mirada que, sé que sabes, me hace temblar.

Porque me siento bajo escrutinio.

¿Y si logras mirar todo lo que he cubierto con arcilla?

¿Puedo darte lo que realmente deseas sin arriesgarme?

¿No me he arriesgado ya?

 

Me sigo repitiendo que no soy una de esas.

Que no tropiezo con la misma piedra dos veces.

Pero, ¿qué podemos hacer cuando el deseo y la atracción son tan grandes que no podemos controlarlo?

¿Nos hemos adentrado a una catástrofe?

 

Aquí estoy.

Sigo redactando algunos versos.

Unos buenos y otros no en lo absoluto.

Y todos con tu nombre bailando en mi mente.

Me sigo recordando los posibles finales del cuento.

Estamos destinados al fracaso.

Saciados, pero en el fracaso.

¿Acaso tiene algo de lógica?

 

A pesar de que dije que no lo haría.

Estoy dedicándole mis latidos a un enigma que sólo me desea para una vez.

Y con estos versos por ti y para ti.

Justo cómo lo pediste.

Sigues rodando mi mente, incluso cuando ya no quiero que sea así.

No puedo estar en medio de una familia.

Necesito estabilidad y la seguridad de que hay un futuro de nosotros.

Y sé que no me lo darás.

De ti sólo obtendré miradas analíticas acompañadas de chistes con doble sentido.

Y este enorme deseo recíproco que nos está consumiendo.

 

Hemos permitido que la marea nos lleve.

Con el refrán "si así tiene que ser, que así sea" como lema.

¿Ahora qué hacemos con esos besos no dignos de amigos que nos hemos dado?

¿Qué hago con la imagen de tu cuerpo desnudo?

Este drama gigantesco amenaza con explotarme en el rostro.

 

No es como si hubiera hecho planes con un enigma incierto.

No es como si haya dado mi brazo a torcer.

Estoy peleando contra lo que siento.

Estoy peleando contra lo que realmente deseo.

 

Ahora parece que tu buena suerte te ha dado el obsequio de brindarme una primera vez.

Desplazándonos por las calles de nuestra ciudad con sol de julio tocándonos.

Has sentido compasión cuando confesé que era mi primera experiencia en moto y que estaba aterrada.

Tu amabilidad me hizo esconder el rostro en tu espalda.

Y tú calor, la cúpula de tranquilidad que necesité cuando mi ansiedad se estaba saliendo de control.

Tus comentarios disparatados me recordaron que debía respirar y me concentraron en pensar para darte algunas respuestas coherentes.



#4379 en Otros
#297 en No ficción

En el texto hay: #amor, #amistad, #desamor

Editado: 01.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.