Introducción

Amor, vaya palabra tan confusa, ¿no es así? Tan pequeña, pero a la vez tan imponente e indescriptible. Porque ¿cómo describir al amor? Ese sentimiento tan profundo que puede llegar a sentir una persona por otra u otras. Ese sentimiento que puede llegar a causar tanta alegría y tanto daño, que puede provocar revoluciones y guerras, transformaciones y contradicciones. Qué raro es el amor.

Sin embargo, ¿de qué tipo de amor estamos hablando? Porque existe más que uno solo. Está el amor hacia tu familia, amigos o la persona que hace que tu corazón se acelere, que tu voz tiemble, que sientas una manada de animales en tu estómago cuando te mira, besa o te toca.

Este último es más apasionado que ningún otro, es el amor por medio del cual encuentras la manera de compartir tu felicidad con otra persona y a la vez recibir más felicidad de esta misma. Ese amor real, puro, libre y respetuoso. Justo el amor que no puede describirse y no puede conocerse hasta que se vive en carne propia.

El tipo de amor que yo veía en películas, leía en novelas y escuchaba en canciones, ese amor que yo deseaba vivir y no sabía que me esperaba a la vuelta de la esquina. El amor que conocerás en esta historia.

—Valeria González