Justo en ese momento comprendí que no todo se basa en el amor, que por más que ames a una persona existen sentimientos que pueden joderlo todo, que el dolor del momento puede cambiar un sentimiento de meses e incluso años, que los muros del corazón son tan sensibles al amor que se derrumban al caer una lágrima. Entendí que las personas generalizan cuando tienen experiencia similares, que para los hombres las mujeres son iguales y viceversa. No entendí más, solo lo miré y declaré ser diferente pero le dió igual. El dolor del alma conlleva a la depresión de la vida, a la grande pero invisible máscara que llevamos con la sonrisa ¿A quien le miento? soy un libro abierto y la soledad invade mi vacío. Cuatro disparos y la ruleta rusa siguen en pie, falta uno ¿es la hora de mi muerte?
Creemos que tenemos todo en nuestras manos cuando realmente todo se nos escapa. Queremos que el mundo nos de la posibilidad de vivir cuando solo nos da la posibilidad de seguir viviendo. Quiero creer que como la verdad, el dolor es relativo y que no todos sentimos igual, que hay esperanza en el amor cuando ya no queda nada para dar. Que tú sonrisa sigue siendo mía y quiero creer que mi corazón aún no te da igual.