Con el viento...

Salvaje

Entre el sombrío mar de sus ojos oscuros,
la ciudad perdida al fin yo encontraba,
y bajo la cruel verdad de los que son puros,
mi dulce silbido veía la felicidad apagada.

Encadenado a decepciones se veía,
en soledad quien pudiese hacerle daño,
no es más que un doloroso engaño,
lo que su feliz rostro escondía.

Aprendió a cazar sin ser cazado,
arrasó con corazones inalcanzables,
es más triste ser yo, que había estado,
en sus simples manos, alcanzable.

Un mes oscuro venía,
entre llantos escasos y penas yo estaba,
de que servía cerrarse, yo me vendía,
a algo para lo que aún no estaba preparada.

Un chico de pasado perturbado,
Ha venido a sacarme de la penumbra,
me ha levantado y me ha dado su mano,
me dirigió por el tunel que su final deslumbra.

 



#3010 en Otros

En el texto hay: versos libres, poesía.

Editado: 16.03.2024

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