Cuestionando su valía,
no caía en paños viejos,
no miraba en sus recuerdos,
era lo que más le dolía.
Su guitarra tocaba la melodía,
esa que le llevaba al pasado,
llora por los pecados,
que cometió algún día.
Y aunque nadie la quería,
buscaba alegre al desconocido,
que pena el haber coincidido,
con el que jamás ella tendría.
Y por si la historia está vacía,
ella aún busca a su enamorado,
al que todos los días cuando llovía,
le cantaba hacia su ventana esperando,
un amor correspondido.