Un estudiante abrió su alma,
abrazó sin miedo un futuro incierto,
le dió amor a quien no le quedaba,
quedando rendido en ese momento.
Con el viento se van las frases,
el romance de un adolescente moribundo,
ya no queda quien le abrace,
porque cuando se fue ella cayó su mundo.
Su madre en la cama lo envuelve,
los llantos son gritos desesperados,
no supera lo que hoy pierde,
no quiere vivir sin ella a su lado.
Cuenta una leyenda olvidada,
que un estudiante abrió sus brazos,
olió deseante lo que le esperaba,
desde un puente cayó en vano,
porque aquella chica aún guardaba,
el amor que nunca le había dado.