Con espias y civiles

Capítulo 1

La misión no está resultando muy bien, tratar de hacer caer a una banda de narcotraficantes no es tan sencillo como se cree.

Mi compañero Astin está a mi lado mientras traza un plan para salir de la fortaleza, es fácil escabullirse y robar evidencia valiosa cuando no saben que estás aquí pero si te descubren, tienes todas las de perder.

—Creo que no podremos salir—dijo molesto mientras revisa el mapa de la casa.

Esas palabras no están dentro de mi vocabulario, no por algo soy la mejor agente especial de la OEDEM, organización especial de espionaje mundial de Inglaterra. Somos la única en el mundo que los puestos otorgados son a las familias de los ya agentes en función.

Hay varias empresas en el mundo; Francia, Inglaterra, Rusia, China, Australia, EEUU y Brasil. Entre ellas se protege a todos los países del mundo y presumo con orgullo que es la mejor de todas.

Mi nombre es Katerine Elizabeth Laforêt Fiquet y durante toda mi vida he estado rodeada de agentes especiales, crecí dentro de la agencia especial de Francia y solo hasta que tuve once años me enliste como agente en la sede de Londres así convirtiéndome en la agente 03359 o mejor conocida como Kate Laforêt, la mejor de la agencia. Y el ejemplo de muchos agentes novatos.

Con solo veinte años de edad ya he resuelto muchos casos y ganado algunos premios que ofrece la organización.

No es por alardear pero me esfuerzo para no cometer errores y claro está que en esta misión no lo haré.

Revise el mapa que tiene mi compañero y lo estudie en menos de treinta segundos.

—Sígueme— corrí mientras entro a una habitación demasiado rosa, ¡qué horror! A mí me gusta ese color pero esto es una exageración.

Las alarmas no dejaban de sonar y se escucha un gran alboroto fuera de esas cuatro paredes, abrí la ventana y visualice mi objetivo.

—¿Estás listo?— pregunte.

—¡¿Para qué?!— no le di tiempo de preguntar nada más, cuando me posicione y salte hasta el gran árbol que había cerca de la otra casa.

Él grito mientras yo me aferro a una rama y trato de acomodar mi cuerpo para no caer, le hice señas para que saltara y lo hizo pero resbalo, alcance a tomarlo de puro milagro.

Divise la gran calle y espere nuestra oportunidad para bajar y correr para el auto. Algunos hombres están casi cerca de nosotros así que bajamos rápido mientras nos disparan, corrí varias calles hasta el auto y en cuanto nos subimos pisé el acelerador sacándolos de ahí.

—¿Es que tú estás loca? Jamás había saltado a un árbol—como se queja.

—Siempre hay una primera vez para todo—conteste con fastidio— te he salvado el trasero, no te quejes.

Conduje hasta el edificio de la agencia y entregamos las evidencias al departamento de investigación.

Fuimos hasta el comedor a comer algo porque morimos de hambre, Astin se fue con sus amigos y yo me quedé sola en una mesa, no me gusta relacionarme con los demás y hacer amigos. Soy muy solitaria y la mayoría lo respeta.

—Señorita Laforêt, el jefe quiere verla— llego Di, la secretaria del jefe Nick. O gruñón Nick como yo lo llamo.

—Pero no me lo digas así, parece como si hubiera hecho algo malo— me queje mientras los demás reían— ¿no puede esperar a que termine de comer?

Ya sabían la relación que tenía con él por lo que no me importaba desobedecer en algunos casos, como este por ejemplo. Simplemente puede esperar a que termine de hacer mis cosas.

—Tienes suerte de que sea tu padre—siempre dice lo mismo, creo que le divierte mucho decir esa frase— no lo hagas esperar mucho que es urgente.

¿Les había comentado que el jefe de la sede de Londres, Nick Laforêt es mi padre? Es un excelente líder, muy mandón, sobreprotector, y gruñón padre también, pero al fin y al cabo muy buena persona.

Camine hasta su oficina con esos pensamientos, toque tres veces y pase. Él tiene algunos papeles que guardo en un sobre y después hablo.

—¿Cómo termino la misión?— dijo serio, hay veces que se le sube el puesto, es mi jefe en todos los sentidos. En el trabajo y casa pero aun así yo soy su princesas y puedo doblegar su corazón de hombre fuerte.

—Bien, entregué las evidencias para que las analizaran, en unos días la banda criminal caerá—me acerque a darle un beso en la mejilla y sonreírle.

A veces me hace enojar mucho y no le demuestro tanto amor pero lo quiero mucho, es mi ancla, mi piedra angular, aunque no lo sepa. Lo amo demasiado.

—Bien, tengo algo muy importante que decirte— me acerco el sobre y yo lo empecé a abrir—la decisión está tomada y no puedes hacer nada.

Los revise atentamente y era mi renuncia... ¿qué? ¿Por qué me está dando esto? Revise todo rápido y estaba dada de baja. Ya no soy una agente especial.

—¿Qué significa esto?—levante la mirada viéndolo confundida.

—Estas dada de baja, a partir de estos momentos ya no eres una agente, entregaras todo tu equipo y ya no perteneces a esta organización— dijo muy seguro.

—¿Por qué me estás despidiendo?— explote—¡no puedes hacerme esto!—grite enojada—no puedes despedirme, he sido agente la mitad de mi vida, es mi trabajo—empecé a llorar.



#4568 en Otros
#819 en Acción
#509 en Aventura

En el texto hay: familia, amor, acion

Editado: 11.10.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.