Mi padre me dejó en la habitación, pasé la mano por mi cabello, las cosas no estaban saliendo como lo esperaba, no estaba en mis planes que Natalie se mudará a mi casa, suspiré cuando escuché que tocaron la puerta, ya mi padre le había dicho que necesitaba hablar con ella.
- pase -en momentos así era cuando más deseaba poder ver.
Sentí sus pasos y su olor llegó hasta mis fosas nasales, aspiré su fragancia que tanto me encantaba.
- tú padre me dijo que urgentemente necesitabas hablar conmigo - asentí.
Me quite los zapatos y me acomodé en mi cama.
- acuéstate - palmee el lugar que ella siempre ocupaba.
Silencio.
- por favor, estoy cansado y para mi es mejor saber que estas a la par mía escuchándome.
-.está bien - escuché sus pasos y luego cuando se sentó en la cama.
Necesitaba tenerla prisionera en mis brazos, estaba seguro que cuando le diera la noticia saldría molesta y yo no podía seguirla.
-¿pasa algo?- extendí mis brazos para acercarla.
No se movió, me acerqué a ella, seguía molesta.
- Lena, quiero pedirte que me escuches hasta el final- la atraje hacia mi pecho, besé la coronilla de su cabeza - promételo.
- pides muchas promesas Sébastien- cerré los ojos, era una mujer testaruda.
- por favor - la sentí relajarse entre mis brazos.
- está bien - sonreí al sentir cuando enterró su cara en mi cuello - hueles delicioso - presionó sus labios y sabía que si iba por ese camino pasaría de todo menos conversar.
- Natalie despertó - detuvo sus besos y apartó su rostro de mi cuello, sé que me estaba mirando.
- ¿Qué pasó?- la abracé, quería asegurarme que no se escapará.
- ella tiene pérdida de memoria selectiva, no recuerda nada del accidente ni que estaba terminando con ella-
- se directo y dime de una vez para que me llamaste.
- Lena, ella cree que seguimos comprometidos y debido a su condición no puedo decirle la verdad aún - se tensó y la sentí moverse entre mis brazos.
- significa que seguirás comprometido, yo no tengo vela en este entierro. - luchaba por soltarse.
- quédate quieta lastimaras al bebé - suspiré cuando se quedó quieta - Lena, sólo es cuestión de tiempo, por favor.
- ¿y qué quieres que haga cuando venga a visitarte? ¿Llevarles el té ó limpiarte los labios de carmín?- me tensé, llegaba el momento de la verdad.
- Lena - acaricié su mejilla - ella desea mudarse porque siente la obligación de cuidarme - como lo esperaba, Lena estaba furiosa, su cuerpo luchaba con soltarse con más fuerza - mujer cálmate.
-¿quieres que me calme?, cuando me estás diciendo que tu prometida se mudará a tu casa y a tu cama, suéltame -suspiré.
- ella no ocupará tu lugar en esta cama Lena, mi padre le acondicionara una habitación- suspiró.
- ¿seré algo así como tu amante? Un lindo triángulo amoroso - luchó por soltarse una vez más.
- mi compromiso sólo es de palabra, no podré tocarla a ella ni a ninguna otra, después que te toque a ti - besé sus labios que se negaban a corresponderme pero no me di por vencido, hasta que ella gimió y abrió su dulce boca para fundirnos en un beso.
- no será por mucho tiempo, lo prometo- eso esperaba.
- lo que me pides será algo incómodo Sébastien - cerré los ojos.
- por favor, no pasaremos por esto por mucho tiempo, no me dejes Lena - la abracé más fuerte.
- ¿y si al estar ella aquí, te das cuenta que es con ella que deseas estar?- sonreí.
- no pasará
- ¿cómo lo sabes Sébastien?
- lo que siento por ella es solo el cariño de hermanos y amigos, por mucho tiempo confundí mis sentimientos pero antes del accidente ya tenía claro lo que sentía.
Silencio.
- dime que te quedaras conmigo Lena, que no me dejarás- ella volvió a enterrar su rostro en mi cuello.
- yo, no lo sé Sébastien, te puedo decir que no me iré pero realmente no sé si soporté a tu novia cerca de ti - sonreí, me sentía halagado que ella sintiera celos por mí.
- Lena, pasaremos la mayor parte del tiempo en la biblioteca trabajando en el libro, prácticamente no la veremos mucho o mejor dicho tú no la veras - acaricié su pelo, estaba enamorándome de alguien por su interior, no de su físico, eso me hacía sentir bien, conocerla por cómo era ella, su fuerza, su calidez.
- lo intentaré Sébastien pero no dudes que si algo no me parece no me quedare callada, más te vale Sébastien que sepas comportarte muy tu novia puede ser según tú de palabra pero no olvides quien ocupa tu cama por las noches.
Solté una carcajada, me gustaba que Lena me celara, cuando tuve el accidente no pensé que pudiera encontrar a alguien que deseará estar con un ciego, mi amargura fue tan grande al pensar que la esperanza de algún día de ser padre había llegado a su fin con la pérdida del bebé en el accidente, pero había llegado a mi vida Lena y llevaba en su seno al hijo de mi hermano y estaba dispuesto a ser el padre de mi sobrino, los quería a ambos en mi vida.
Escuché su respiración relajada, se había quedado dormida, era un hecho que no iba a renunciar a ese placer de tenerla en mis brazos, esperaba que Natalie comprendiera que yo no la amaba y que deseaba seguir mi vida con Lena, convertirla en mi esposa y tener una numerosa familia con ella.
Salomón no mostraba ningún deseo de casarse con ella y tampoco yo lo permitiría, ella era mía y yo peleaba por lo que me pertenecía.
Editado: 31.12.2021