Con los ojos del alma [serie Arévalo #2]

Capítulo 25

Sujete mi cabeza con ambas manos.

- me mentiste Laura, me dijiste que iba conduciendo Sébastien - sentía un nudo en la garganta.

- eso no importa - dirigí mi mirada hacia Natalie.

- ¿realmente Sébastien sabía que él hijo que esperabas era mío? - su sonrisa burlesca me producía impotencia si no fuera mujer me hubiera liado a golpes.

Las miré a ambas y me di cuenta que no eran las mujeres que conocí toda la vida.

- me dijiste que Sébastien te llevaba a una clínica para que abortaras a mi hijo, que él no soportaba que la mujer que amaba tuviera un hijo de otro - las primeras lágrimas empezaron a salir - ¿sabes cuantas horas pasé en esa maldita clínica? Esperándolos para rogarle a mi hermano que no acabará con la vida de mi hijo, rogarle que lo dejara nacer que yo me haría cargo de él - sujetaba mi cabeza, el dolor que tenía guardado en mi pecho empezó a salir como río.

La vi tan indiferente mirándose las uñas de las manos tampoco le importaba nuestro hijo.

- ya empiezo a dudar que la única vez que me acosté contigo fuera bajo los efectos del alcohol, ya no puedo confiar en ti - ella se encogió de hombros.

- te di un regalo, la oportunidad de volar sin alas - abrí mis ojos atónito.

- ¡me drogaste maldita sea! me culpe tantas veces por haberme acostado con su novia, he sido lo más ruin con mi hermano, no lo he apoyado en su condición actual porqué tú maldita te encargabas en llenarme de odio hacia mi hermano - y fue ahí cuando entendí que la incomodidad que había en mi subconsciente podía ser real - ¿cuánto tiempo estuviste en coma? - ellas se miraron y soltaron una carcajada.

- fui un estúpido que me dejé dominar por un par de zorras, no asocie que tú Laura no ibas en el auto y sabias con lujo de detalle todos los acontecimientos.
Dejaste a mi hermano ciego, mataste a mi hijo - me pasé el dorso de la mano por los ojos- ¿es esa manera de amarlo?

Se me acercó y no soporté su tacto, ella había roto mi amistad con mi hermano, la camaradería, me había burlado de su ceguera cuando él era una víctima más de ese par de brujas.

- él me hacía a un lado por ti, siempre eras tú en primer lugar para Sébastien, y no iba a vivir mi matrimonio contigo en medio.

Apreté los labios.

-.por esa estupidez arruinaste nuestras vidas, eres una enferma Natalie, fingiste que estuviste en coma.

Ella negó con la cabeza.

- sólo fueron 3 días los que estuve en coma, y el dinero todo lo compra así que ni tuve problema de tener una suite en el hospital - tantos años conociéndola pero no era la misma, sospechaba que está era la verdadera Natalie, la cruel.

- no quiero hablar más contigo - sentí su cuerpo pegarse en mi espalda.

- piensa que esa noche lo pasamos bien, y podemos repetir, tengo meses desde que el estúpido de tu hermano no me toca, necesito un hombre.

Me separé de ella y la vi a los ojos, siempre pensé que era alguien maravillosa, que tenía madera para ser buena esposa pero ante mi tenía a una arpía que me estaba confesando la verdad y luego me ofrecía sexo.

Laura se acercó y la apartó molesta.

- tú tiempo con Salomón ya pasó - negué con la cabeza.

- Sébastien sabrá la verdad, yo de ustedes hago mis maletas porque en esta casa no son bienvenidas.

POV SÉBASTIEN

Con la ayuda de mi padre deposité a Marco en su cunita.

Era un hecho que me gustaban los bebés, creo que tendríamos una docena con Lena.

Lena dormía, mi padre me ayudó a sentarme a su lado, escuché su móvil soñar y él disculparse para salir del cuarto del hospital.

Sostuve la mano de Lena entre las mías, la amaba, de verdad que lo hacía, ella en medio de mi dolor por mi ceguera, había sido un rayo de luz, era tan distinta a Natalie, era alguien fuerte, alguien que iba por lo que deseaba, no tenía complejos por no tener un apellido, por no saber quiénes eran sus padres.

Definitivamente Lena era la mujer con quien deseaba pasar mi vida, era la mujer perfecta para mí.

Escuché la puerta abrirse y la mano de mi padre en mi hombro.

- Sébastien era Bruno quien me llamaba, me dijo que a Antonio lo han traído a este hospital.

Me tensé, mi amigo Antonio estaba aquí, eso significaba que no estaba bien, me puse de pie.

- ¿Bruno te dijo donde estaba?

- sí, te llevaré, sólo una cosa Sébastien, él me dijo que Antonio está en coma- cerré los ojos - que los médicos no dan esperanzas que despierte.

- llévame papá.

Sentí a mi padre poner mi brazo en su hombro y empecé a seguir sus pasos, sentí que el camino hacia el cuarto de Antonio era largo.

- Sébastien - reconocí la voz de Bruno.

- Bruno - ambos nos abrazamos dándonos consuelo.

- Sébastien, los médicos me han dicho que es mejor que te internes ya, tienen que hacerte los exámenes previos a una operación y tenerte preparado.

- pero él puede despertar.

- no lo hará Sébastien - el me apretó el hombro fuerte - estos días fuimos felices con Antonio- bajé el rostro me dolía el corazón, mi amigo se iba y no lo pude volver a ver - te llevaré a su habitación para que te despidas, mi madre está con él.

Me guió hacia su cuarto, escuchaba el sonido de los aparatos a los que Antonio estaba conectado.

- amigo -busqué su mano hasta que la encontré - no puedo creer que este triste momento llegó.

Sentí una mano pequeña tocar mi mano.

- Sébastien, mi hijo nos recordó tu operación, aún en sus últimos momentos que estuvo consciente pensó en ti - las lágrimas corrían por mi rostro, jamás olvidaría a mi amigo, fui dichoso al conocer a un gran hombre, que llamé amigo pero en realidad era un hermano.

- Sébastien tienes que ingresar en el hospital, en cualquier momento será tu operación.

 




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