Con los ojos del corazon

CAPITULO 9 LOS CHISMES CORREN RAPIDO

“El chisme se refiere a una murmuración o comentario, verdadero o falso, que generalmente tiene la intención de dañar a alguien o indisponer a unas personas con otras.”

_ ¿Qué hacemos ahora? ¿Y si corre el chisme? _ le pregunto Violeta a Mateo susurrándole al oído. Aquello no estaba en sus planes “¿Y si alguien conocido los veía juntos? ¿Cómo afectaría eso a lo ideado por Rodrigo? No tendría que haberme subido. Tendría que haberme ido directo a casa, pero le seguí la corriente a este inconsciente y acá estamos”, pensó.

El la miro con su increíble mirada traviesa y le dijo sonriendo:

_No se puede desobedecer a la autoridad, Viole.

Se fijó en el espejo retrovisor si la gorra y los lentes ocultaban su rostro, busco los documentos en la guantera del automóvil y bajo la ventanilla automática.

_Buenas tardes, oficial. Muy buenos días_ saludó cordialmente.

Era una tarde con muchos vehículos yendo y viniendo por la avenida. El sol brillaba intensamente y no había ni una sola nube en el cielo. Una luz cegadora inundo la cabina del conductor. Una mujer policía de unos treinta y pico de años se acercó a Mateo indicándole:

_Si, es un día espectacular. Documento, registro, cedula, por favor.

Le entrego todos los papeles y la oficial lo observo con desconfianza, a la vez que husmeaba en los documentos.

_Si se quita las gafas y se descubre la cabeza voy a poder corroborar su identidad, señor Rossi.

Mateo, lentamente mientras ojeaba a su alrededor, se quitó la gorra, sacudio su gruesa cabellera y bajo los anteojos, exponiendo unos deslumbrantes ojos verdes. La mujer lo identifico instantáneamente y exclamo sorprendida:

_ ¡No puede ser!

El cantante volvió a colocarse las gafas y le murmuro:

_Si…soy yo, pero no diga nada, por favorrrr.

La policía se agacho para verlo mejor. Mateo giro para ver a Violeta por unos segundos, esbozo su sonrisa matadora y le dijo:

_Aquí, mi acompañante se siente un tanto indispuesta, razón por la cual me orille para cerciorarme de su estado de salud. Veo que es una zona con estacionamiento prohibido, pero fue cosa de unos minutos. Estaba en medio del trafico ¿Qué se suponía que tenía que hacer? Haga la boleta nomas, oficial. Es su trabajo, admito que estamos en infracción.

_ ¿Está bien, señorita? _inquirió la policía.

_Si, es que no desayune a la mañana y me bajo un poco la presión. Íbamos a comprar algo para comer y regresábamos a casa después_ agrego la muchacha con evidente nerviosismo.

_ ¿Su madre o padre sabe que está en compañía del señor Rossi?

_Por supuesto, si quiere puedo llamar a mi mama. Espere un segundo_ Violeta saco el celular del bolsillo y busco el contacto de su madre. Aguardo intranquila a que respondiese a su video llamada.

_Hola, Viole. ¿Qué pasa? _pregunto extrañada Vanina. Violeta giro el celular para que la mujer policía viera y escuchara la conversación.

_Aquí la oficial quiere hablar contigo.

_Buenas tardes, señora_la saludo cordialmente.

_Vanina, un gusto, madre de Violeta.

_Estaba cerciorándome en medio de un control que todo esté en regla. ¿Usted autorizo a su hija a que saliera con el señor Mateo Rossi?

_Obviamente. Los chicos iban a comprar algo para comer. El señor Rossi estaba antojado de comer hamburguesas con papas fritas y paso a buscar a Violeta a la salida del colegio…es un amigo muy querido de la familia. Muchas gracias por su preocupación.

La situación se tranquilizó. Violeta se despidió de su madre asegurándole que se encontraba bien y que Mateo la había sorprendido al irla a buscar a la escuela. Vanina le dijo que estaba preocupado por su reciente estado de ánimo y que solo deseaba levantarle el ánimo. Era una situación simple: llevarla a pasear en auto por la ciudad, comer algo, dar unas vueltas y regresar antes de las siete.

Finalmente, el control policial termino con una selfie entre la oficial y el cantante. A pocos metros, Catalina caminaba hacia su casa cuando vio la situación. Se preguntó por qué el automóvil rojo estaba estacionado y su conductor posaba para una foto. “Ese es el chico que paso a buscar a Violeta. ¿Quién demonios es ese Adonis?” se decía Catalina en voz alta. A continuación, el vehículo se puso en marcha dejando tras de sí a la autoridad observando su celular orgullosamente. La otrora mejor amiga, deseosa de saber con quién se encontraba Violeta, se aproximó a la policía con increíble inocencia.

_ ¿Disculpe, podría decirme quien viajaba en ese auto rojo?

_Mateo Rossi, mi hija va a estar encantada con esta foto_ seguidamente le mostro jactanciosa la pantalla del celular. Allí estaba el famoso cantante regalando su mejor sonrisa y a lo lejos, los ojos asombrados de Violeta en un rincón del coche.

“¿Qué está haciendo el bombón de Mateo con ella?” se preguntó totalmente absorta.




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