Con los ojos del corazon

CAPITULO 13 QUEDAN POCOS DIAS

Vanina se sentó junto a la ventana y sorbió lentamente de su taza de té. Las estrellas brillaban con todo su esplendor aquella noche ¡Cuantas veces las había visto junto a su esposo y cuanto lo extrañaba! Sus pensamientos fueron interrumpidos por Mateo, quien se acomodó a su lado, trayendo el termo bajo el brazo y el mate en la mano derecha.

_ ¿Unos amargos? _ le ofreció.

_ ¿Por qué no? Esto ya se enfrió. ¿Preocupado por algo?

El cantante se quedó en silencio.

_ ¿Por alguien tal vez? _ insistió.

_Bueno…la verdad es que si, y usted ya se imagina ¿No?

Vanina asintió con la cabeza y le devolvió el mate.

_Mi hija es una muchacha con muchos dones, pero también, con muchas inseguridades, lo que la vuelve frágil en ocasiones. Deposita su confianza en la persona equivocada, lo digo por Catalina, por supuesto. Me gustaría cambiarla de escuela, pero después me digo que necesita enfrentar situaciones como esta, porque vaya donde vaya, siempre va a haber alguien que intente causar daño. No es posible abstraerla del mundo y sus mezquindades. Forma parte del crecimiento que te conté…

_Lo sé. Sabe que estoy de acuerdo con usted y que siempre voy a respetar su palabra, por más que me duela. Respecto a Violeta, yo creo en ella y espero que este cambio le siente bien. No hablo de su exterior, sino de su interior. Ganará confianza en sí misma…los adolescentes suelen ser crueles, hablan con palabras hirientes y tiene la extraña capacidad de clavar la daga donde más duele. Lo sé por experiencia propia. Mi pasado me volvió una persona vulnerable, al principio, y un bravucón, más tarde. No estoy orgulloso de ello, pero me sirvió para reconocer al bueno y al malo y desde que la escuche, supe que esa Catalina no era de fiar.

_Gracias por lo de hoy_ le dijo Vanina tomándole la mano_Fue una tarde divertida para todos.

_Es solo lo que el dinero puede comprar. Ustedes me dan a mi algo que jamás tuve: una hermosa familia. Imagino que está al tanto de mi problema, Vanina.

_Si, Rodrigo y yo hablamos largo y tendido antes de que vinieras. Un extraño en casa, con mis hijos…necesitaba explicaciones, como comprenderás_ confeso avergonzada la mujer a la vez que volvía a mirar el cielo, como si buscase apoyo en un eterno ausente.

_La fama llego de repente, como un relámpago en medio de la tormenta. Inicialmente creí que no lo lograría. Había tantas tentaciones a mi alrededor, tantos vicios, tantos excesos, fanáticas, mujeres, bebidas, malas compañías…y no me arrepiento de haber cedido un poco al principio, porque eso me dio perspectiva para organizar mis prioridades. Lo primero, mi madre. No tenía ningún derecho a causarle un nuevo disgusto, de modo que me puse los pantalones de hombre, a pesar de mi corta edad en ese entonces, y encaminé mi carrera. Recordé a mi padre, sus golpes, el maltrato físico y emocional, la atmosfera oscura que se respiraba en mi hogar, una familia quebrada y rota. Por eso quise cargar las baterías con personas como ustedes. Rodrigo es un buen amigo, uno leal y sincero, que jamás busco ventajas para sí mismo. Siempre me hablaba de ustedes y desee conocerlos. Debo confesar que tengo miedo, Vanina, mucho miedo. La operación es muy riesgosa, puedo salir mal librado…y si no la hago…me quedaría poco tiempo. Por eso supuse, ahora veo que fui muy egoísta, que vivir dentro de una familia común me ayudaría a crear nuevos recuerdos y me daría fuerzas para continuar. Daría todo lo que tengo por más tiempo con ustedes, pero ya tengo los síntomas avanzados: visión borrosa a veces, perdida del equilibrio, fuertes jaquecas…solo quiero más tiempo, nada más.

_ ¿Para seguir cantando?

_Para esperar y ver crecer a su hija. Ella, además de darme inspiración, me da esperanza, pero no puedo hipotecar su futuro junto a alguien condenado como yo. Si salgo bien librado de esta, tendré años por delante, pero si no sucede eso, nunca me perdonaría el atarla a mí y mis limitaciones. Quiero agradecerle de corazón por todo y me gustaría pedirle un favor y un voto de confianza.

Vanina lo miro a los ojos y supo que hablaba desde el corazón.

_ ¿Qué puedo hacer por ti?

_Quisiera llevar a Violeta a conocer a mi madre. Quizás sea la última vez que la vea y no ma animo a ir solo. Iríamos en un vuelo privado. Saldríamos el sábado antes del mediodía y volveríamos el domingo a la noche, volaríamos hasta Villa Carlos Paz, mi madre está en una residencia allí. El aire de la sierra le hace bien. Me dijo Rodrigo que va a ir con su novia ¿Usted la conoce?

_No, todavía. Vayan tranquilos y disfruten del fin de semana. Mañana es viernes y no hay clases de modo que podrían preparar lo necesario.

_ ¿Qué le parece si mañana vamos todos a mi casa? Tengo una gran piscina. Los chicos la pasarían genial.

_Bueno, entonces voy a pedir una camioneta grande para que entremos todos. Le voy a avisar a Teresa, la encargada de casa, que prepare todo. Sera un día esplendido mañana, uno digno de recordar.

Escondida en la oscuridad, Violeta había escuchado toda la conversación .




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