CAPITULO 24 LA CUMPLEAÑERA

Las doce de la noche sonaron y todos los miembros de la familia corrieron a saludar a Violeta, quien dormía plácidamente. Había sido un largo día, especialmente luego del susto que Mateo les había dado. La despertaron con golpes de almohada, cosquillas y cantos. Ella se veía completamente confundida, aun en el país de los sueños. Martin le jalo las orejas 18 veces, Rodrigo la pincho por todas partes, su madre le dio un fuerte abrazo y detrás de ellos, en un rincón, el cantante la observaba con una enorme sonrisa. Fue el único en acercarse y darle un beso en la mejilla. Para ella, el mejor de los regalos fue verlo repuesto y optimista.

_Prepare café con masas ¿Quién quiere? _ pregunto Vanina divertida.

Todos gritaron “YO”, e inmediatamente la comitiva completa se hallaba reunida a la mesa de la cocina, recordando anécdotas de Violeta, riendo y disfrutando del simple hecho de estar juntos.

_No quiero cumpleaños_ objeto la cumpleañera de manera tajante.

_ ¿Por qué no? _ preguntaron todos.

_Estoy más que feliz así, con ustedes. Por favor, no me interesa el bullicio, la gente y los regalos.

_ ¿Y entonces que hacemos? _ quiso saber Rodrigo.

_Cenemos juntos, no sé, no me obliguen a ver personas que no quiero recordar. Estoy bien así, con ustedes, mi familia.

_ ¿Que comemos? _ se preguntó Vanina.

_Lo que deseen, pero no cocines, mama. Pide cualquier cosa: comida china, pizza, sushi, lo que sea, pero estemos juntos los cinco.

_Yo me tengo que ir_ murmuro Mateo.

_Tu, te quedas. En familia dije, todos nosotros, contigo incluso. Nada de excesos, estas convaleciente…y no necesitamos una fiesta para recordar que es mi cumpleaños.

_Bueno…eso cambia los planes_ objeto Rodrigo.

_ ¿Habían tramado algo?

_Nada especial, pero si tú quieres…

_SI, deseo estar tranquila y rodeada de mis seres queridos, que sea un día memorable. Las fiestas son bulliciosas, vienen personas que nunca veo, te saludan como si fueses la mejor del mundo y después, no los ves por un largo tiempo. Es un gasto de esfuerzo y de dinero. Ustedes están siempre a mi lado, es a ustedes a quienes necesito y a nadie más. Eso te incluye, Mateo. Todos juntos en casa o donde sea. Algo de música, charla, no se…eso, simplemente eso.

Violeta anhelaba pasar un día tranquilo. No solo por ella, sino también por la salud del cantante. Era su cumpleaños y el tener a Mateo a su lado era todo lo que necesitaba. Obviamente no podía expresarlo en voz alta, pero su mirada lo decía claramente. Su madre adivino sus pensamientos y sonrió. Un corazón enamorado no era egoísta, y su hija, ciertamente no lo era. Vanina apreciaba mucho al cantante, pero eso no implicaba que permitiría una relación entre ellos: por ahora. Primero, estaba la cuestión de su enfermedad, luego su recuperación, los estudios de Violeta, terminar la escuela secundaria y tomarse un tiempo para descubrir si era amor verdadero o simple fanatismo. Catalina intuía que era lo primero, pero necesitaba que ambos lo descubrieran por sí mismos. El amor debía ser para toda la vida y no un mero arrebato adolescente. En cuanto a Mateo, tenía veintisiete años, más experiencia en la vida, pero quizás el hecho de estar en familia, contenido, lo había confundido. Por esos motivos, Vanina deseaba que esperaran. Ambos vivirían muchos años y no era cuestión de actuar sin pensar. Para ella, él era su primer amor y para él, ¿Quién podía saberlo con exactitud?

Por la mañana, Violeta fue a la escuela, medio dormida por tanto café y charla, pero infinitamente feliz. Noto en la cara de sus compañeros algo extraño, murmuraban a sus espaldas y se veían sorprendidos. Decidió acercarse a Bruno para preguntarle:

_ ¿Qué pasa? ¿Se están riendo de mí??

_No, Viole. ¿No te conectaste hoy?

_La verdad que ni mire el celu. ¡Lo deje en silencio, que tarada!

Al encenderlo noto varios mensajes de WhatsApp.

_Fíjate en You tube. _ le sugirió Bruno.

_ ¿Para qué? _ inquirió absorta.

_Mateo Rossi subió un nuevo video.

_ ¿¿¿YYYYY???_ agrego intrigada.

_Míralo, Viole, míralo.

La cumpleañera busco el video en cuestión y lo reprodujo. Ya tenía cientos de miles de reproducciones: era increíble. Iniciaba con el cantante tocando el piano ¿Acaso ese era el interior de su casa? No, estaba equivocada…entonces, la dulce melodía combinaba imágenes de Mateo y fotografías de ella. Muchas, muchísimas. Ella en la piscina sonriendo, vestida con distintas ropas, en la peluquería, haciendo compras, sentada bajo el sol, iluminada por la luz de la luna, haciendo caras graciosas… ¿Cuándo demonios le había tomado tantas fotos??

Desde un rincón, el trio fantástico la miraba con furia y notoria envidia. Tomo el celular para llamar a Mateo. La profesora de Historia llegaría tarde, de modo que había tiempo para averiguar.

_Hola ¿Mateo?

_Si, Viole_ le respondió el cantante_ ¿No deberías estar en clase?

Sus compañeros empezaron a rodearla. ¡Estaba hablando por teléfono con el mismísimo Mateo Rossi!

_Te voy a matar, Mateo, te voy a matar en cuanto te vea-

_ ¿Por qué? _ pregunto con inocencia.

_Me escrachaste en un video que vieron muchísimas personas_le dijo mordiéndose los dientes.

_Ahhhh!! ¿no te acuerdas que te pregunte si te molestaba que te tomara algunas fotos?

_Si, pero…pusiste muchísimas. Mira que hay chicas lindas y preferiste ponerme a mí.

_Lo que pasa es que esa canción es para ti. ¿Están tus compañeros escuchando esta conversación?

_Sip.

_Ponme en alta voz

_ ¿Queee?

_Ponme en alta voz, por favor_ y acto seguido toda la clase estaba atenta esperando que hablara_Hola, chicos. Un gusto saludarlos. Espero que les haya gustado el video. En realidad, hoy es el cumple de Violeta, y este es mi regalo de cumpleaños. Háganla sentir bien, que es una gran persona. Nos vemos para cenar, preciosa. Besos chicos.

Y así termino la conversación, dejando a la muchacha completamente colorada, esbozando su mejor sonrisa. ¿Quién podía enojarse con Mateo Rossi?