Con los ojos del corazon

CAPITULO 30 NO SOPORTARIA PERDERTE

Violeta ingreso a la sala lentamente mientras escuchaba los desbocados latidos de su corazón. Sus pasos resonaban en la habitación silenciosa y a medida que se acercaba sentía como su respiración se aceleraba y le faltaba el aire. Hubiera imaginado mil situaciones junto a Mateo, excepto esa. Era demasiado doloroso, exageradamente peligroso. Su vida pendía de un hilo, quizás la última vez que entablaran una conversación y no pensaba perder el tiempo en nimiedades.

Se lo veía extremadamente pálido y débil, como un cachorro desvalido y eso, le dolía en el alma. De todas las situaciones vividas, esta era la menos esperada y la más cruel, sin lugar a dudas. Ver a la persona que amamos en inferioridad de condiciones, nos vuelve ansiosos e impotentes. Sin embargo, tomo coraje de solo Dios supiera donde, para hablarle con suma calma y lentitud.

_Hola…Parece que finalmente vas a expulsar a Ruben de tu cabeza.

Él se limitó a esbozar una tímida sonrisa para finalmente agregar:

_Es un inquilino un tanto molesto. Ya es hora de que se vaya. ¿Cómo estas, Viole?

_Eso debería preguntártelo yo. No te fatigues ni te esfuerces. No te preocupes…todo está bien. Lo realmente trascendental es tu salud y tu pronta recuperación. No hables, te va a cansar y necesitas conservar las fuerzas para la cirugía. _le dijo tomándolo de la mano ocultando su evidente preocupación.

_Tenemos poco tiempo y esta puede ser la despedida.

Violeta intento abrir la boca para refutar los argumentos, pero Mateo sostuvo:

_Ya está todo arreglado. Andrés se va a ocupar de mi recuperación y Rodrigo de mis asuntos comerciales. En caso de que suceda lo irreparable …

_Eso no va a pasar _afirmo ella. Aquella idea le resultaba inconcebible. El mundo dejaría de girar sin su presencia.

_Nadie lo sabe, déjame continuar…si eso sucede nada te va a faltar, te lo prometo. Debes cumplir con tu promesa: un año, un año sin mi ¿Estamos?

_Pero no sé si…

_Me diste tu palabra. Un año sin buscarme, un año haciendo tu vida, experimentando, sintiendo, creciendo, quizás enamorándote…_ susurro el cantante con dificultad_ Yo tengo que saber que voy a recuperarme sin preocuparme por tu dolor. Odiaría verte sufrir por mí, no me lo perdonaría jamás. Te conseguí una beca en el extranjero, en una ciudad que a mí me fascina: Londres. Ni se te ocurra volver porque me distraerás de mis objetivos en vez de ayudarme…ya bastante tengo con mi madre para tener más complicaciones en la cabeza: con Ruben me basta y me sobra_ agrego haciéndose el malo.

Violeta no dijo palabra alguna. Se limitó a mirarlo como solo ella podía hacerlo y eso derrumbo su fortaleza. Él le regalo una inocente sonrisa, respiro profundamente, cerró los ojos para abrirlos nuevamente y encontrarse con una catarata de lágrimas que caían sin piedad por las mejillas de Violeta.

_Hare lo que me pediste, te lo juro.

Luego, la muchacha se inclinó sobre el cuerpo de Mateo para besarlo en los labios. La oscuridad se transformó en luz y la habitación, en su propio universo personal. El cantante se sorprendió ante la inesperada iniciativa para posteriormente regalarle el beso más dulce que jamás hubiera dado.

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