CAPITULO 31 ESPERANDO DESESPERO

Violeta hubiera esperado otro tipo de situación diferente a la que estaba atravesando. A pesar de los reproches de Mateo, había permanecido en contacto con Teresa. ¿Quién podía soportar una espera sin saber los resultados de la operación?

Mateo había sobrevivido, lo había logrado pero su amigo Andrés, por expresas ordenes suyas, había prohibido el acercamiento con cualquier persona que no fuese la mismísima Teresa. Por su boca, sabía que el tumor había sido extirpado en su totalidad y que su recuperación y rehabilitación seria en Australia. Así transcurrió un año, el más interesante y angustiante de su vida. El no tener noticias había sido, inicialmente, un verdadero un calvario, pero con el correr de las semanas y los meses, no tuvo más remedio que aceptar los hechos y cumplir con su promesa. Si algo irremediable sucediera, seria anoticiada de inmediato. De esa forma, permaneció en Londres estudiando Literatura Inglesa. Mateo se había encargado de todo: hospedaje, la mejor institución y una cantidad mensual más que generosa mensualmente. Violeta no podía aceptarlo, pero el cantante sostuvo que estaría más tranquilo sabiéndola lejos sin pasar necesidades.

_Es solo dinero. Ustedes me regalaron hermosos recuerdos y eso sí que no tiene precio. ¿Qué vas a hacer en Bs As? ¿Desesperarte? ¿Intentar averiguar algo? Esa no es vida, Violeta. De esta forma cada uno hace lo que le corresponde: estudiar y recuperarse. No te preocupes, en cuanto menos te des cuenta, ya habrán pasado doce meses y estaremos juntos de nuevo