Con los ojos del corazon

CAPITULO 36 RESCATANDO A UN FANTASMA.

Violeta se puso manos a la obra. Luego de una minuciosa charla con Teresa, reorganizo la agenda medica de Mateo. Un conjunto de profesionales integrado por kinesiólogo, psicólogo, entrenador acuático y otros más, ocuparon la semana completa del cantante mientras Mateo luchaba en el comedor intentando comer solo a oscuras. Lo hubiera ayudado de mil amores, le urgía correr a su encuentro, pero un par de indicaciones indicando la posición de los cubiertos y de los alimentos en el plato fueron dadas con total frialdad por la muchacha. Sus pensamientos fueron interrumpidos por su teléfono: Rodrigo, su hermano.

_Hola, Rodrigo.

_ ¿Se puede saber en dónde demonios estas, Violeta?

_Creo que te imaginas en casa de quien_ musito mientras espiaba a Mateo almorzar en el comedor desde la puerta entreabierta de la biblioteca.

_Ay, hermanita. Estábamos todos con el Jesus en la boca. Debes tener una decena de llamadas perdidas de mama y mias, por supuesto.¿Estas en lo de Mateo?

_Sip…me necesita, Rodrigo. Esta piel y huesos.

_¿Por que no contestabas?

_Lo apague un rato hasta que organizara todo aquí. Teresa estaba desbordada y el…si lo vieras, hermano, asi entenderías.

_No quiere saber nada de mi. Sabe que soy tu hermano…¿Cómo hiciste para que te aceptara?
_Bueno, le dije que era una tal Daniela y que era una especie de apoderada suya.

_Pero eso es mentira, Viole.

_Pero él no lo sabe, no se acuerda. Ni siquiera reconoció mi voz. En cierta forma lo soy. Tengo los derechos de sus canciones, las que me dejo para que administre.

_ ¿Y ahora qué vas a hacer?

_Esta noche hablo con mama y con Martin para pedirles disculpas. Necesito que envíes mis cosas aquí, la maleta quiero decir.

_ ¿Te quedaras allí?

_Si ya hablé con Teresa y juntas vamos a sacarlo de este pozo depresivo.

_ ¿Y él lo acepto con tanta tranquilidad? Porque la última vez que lo vi me mando al carajo.

_Digamos que no le di otra opción.

_Bueno, Viole. Yo te mando todo, tu tranquila y esta noche nos pones al tanto de todo.

_Gracias, hermano. Te debo una.

El termino comiendo el pollo con los dedos, cosa que alegro a Teresa. Era la primera vez en días que dejaba el plato vacío. Posteriormente, Violeta lo condujo hasta el living no sin escuchar antes insultos, reproches y algunos epítetos groseros. Ella se contuvo, lo sentó en el sofá y le entrego el control remoto del tv.

_No miro televisión, señorita. Por si no se dio cuenta estoy CIEGO.

_Eso ya lo sé, pero tiene oídos para escuchar y un poco de distracción no le va a venir mal. Explore los canales, busque algo de su agrado e intente agudizar los sentidos. _ le sugirió Violeta con voz de mando.

_ ¿Y si no quiero?

_Entonces elegiré yo y no creo que le guste lo que seleccione. De modo que tiene la oportunidad de hacerlo por sus propios medios. Le recuerdo que dentro de una hora tiene cita con la psicóloga y las 16hs, entrenamiento en la piscina.

_ ¿Se puede saber quién es usted para venir y darme vuelta la vida? Estaba bien así.

_ ¡Así, medio muerto en vida querrá decir! Mire, señor Rossi, que le baste con saber que tengo papeles firmados por usted hace más de un año en los que me habilita a tomar las riendas del asunto.

_ ¿Y por qué no estuvo antes a mi lado?

_Acabo de llegar de Europa y lo primero que hice fue preguntar por su salud. Aun mi ropa está en la maleta. Respecto a sus actividades le afirmo que va a tener cita con todos los profesionales que están indicados por su médico de cabecera. Yo no hago más que seguir al pie de la letra esas instrucciones.

_ ¿Y si me niego?

_Me estaría obligando a contratar a uno de esos enfermeros musculosos que puedan con sus berrinches para obligarlo a hacer lo que debe.

_Usted no sería capaz, Daniela.

_Bueno, al menos recuerda mi nombre. Póngame a prueba y veremos de que es capaz cada uno de nosotros. Disfrute de su programa. Ese bastón lo dejará pronto, así como volverá al piano.

_Eso nunca_ sostuvo furioso. Ya no soy ese cantante famoso que alguna vez supo enloquecer a las multitudes. ¿Usted era mi fan?

Violeta se vio sorprendida ante la pregunta y solo atino a contestar:

_Era fan de Mateo Rossi, no del fantasma en el que se convirtió por deseo propio_ y sin más se retiró para llorar en la cocina.




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