Con mi corazón bajo el mar

Capítulo 12 La continuación de la existencia después de Luis Fernando

Ana María despertó de un profundo sueño en el lecho junto a su amado Kuai-mare lo miro a los ojos llena de amor, acariciando su rostro dulcemente, sonriéndole desde el alma; recordaba con felicidad esa mágica entrega que se había dado entre los dos, donde ambos había abrazado el cielo en la majestad del amor.

Se sentía más viva y plena que nunca, sus ojos marrones llenos de vida irradiaban destellos de amor profundo, Ana María acariciaba embelesada el hermoso cabello ensortijado de su amado y maravillada besaba todo su cuerpo seductor de tez color canela. Él feliz le susurro al oído:

—Mi amor, nuestro hijo aún duerme, vamos a alimentar nuestras almas con más amor. Antes de tener que partir a la cena de gala en casa de tu amiga Diana, que feliz nos espera para compartir junto a su esposo e hijos el día de su cumpleaños.

Ana María se incorporó del lecho sentándose en el borde del mismo vislumbrando a través de la ventana de su castillo un hermoso y claro día bajo las aguas del mar donde peces coloridos circulaban revoloteando y las algas se batían al son de las corrientes marinas.

Kuai-mare observó detenidamente a su amada pleno de dicha y luego dándole un largo beso en los labios y mirándola a los ojos desnudando su alma le dijo:

—Mi amor siempre has pertenecido al mar — desplazó sus manos suavemente por su cabellera ensortijada—, Ana María la Reina del mar le respondió enseguida acariciando sus labios con su dedo índice:

—Gracias dulzura eres la dicha de mi corazón, es maravilloso tenerte en mi vida, ¡como me haces de inmensamente feliz…!

—Por cierto antes que lo olvide mi amor, quiero compartir contigo el extraño sueño que tuve anoche:

"Soñé que era un ser terrestre que tenía dos extremidades que se desplazaban ágilmente en la blanda arena, mi cuerpo pesaba mucho…, la luz del sol penetraba con fuerza por cada poro de mi piel y yo respiraba aire". Además soñé qué tenía un esposo que me hizo infeliz, pero ¡uff!, ¡menos mal era solo un sueño!

***

Ariaug Al (La Guaira al revés) sumergida bajos las aguas del mar, es una magnífica ciudad ciclópea de estructura piramidales y pentagonales donde los pobladores viven felices a condición de perpetuidad, desplazándose libremente entre arrecifes de coral, peces coloridos y toda clases de criaturas marinas desconocidas a los que aún creen formar parte de la ficción que significa pertenecer a la raza humana…

Todos aquellos magníficos seres viven entregados a la magia del amor al amparo del reflejo de la luz solar o el reverberar de la luz de la luna que se cuela a través de la masa de agua.

Fin

Poniéndo fin a mi novelita que he escrito con gran amor y cariño, traigo a mi mente los dichosos momentos que he pasado en familia con mi adorado esposo y mis hijos en mi amado estado Vargas…, en esos días de playa llenos de juegos, diversiones y un sabroso pescado fresco con tostones de almuerzo.

Pero sin desviarme del tema quiero hacer alusión a la importancia de rodearse de buenas personas y escoger un compañero de vida digno de confianza y todo nuestro amor. La vida ya de por sí es errática, sorpresiva y sobre todo exigente, la familia es la columna vertebral de la sociedad pero ya entrando en nuestra intimidad, los problemas conyugales pueden ser sumamente abrumadores y desgastantes a nivel afectivo. La errada escogencia de pareja nos puede llevar a la quiebra emocional y hasta la muerte.

Por favor usen los sentidos del alma a la hora de buscar compañero, la decisión más importante de la vida no puede ser tomada a la ligera y mucho menos dejarnos engañar por efímeros materialismos que nos pueden llevar a la bancarrota espiritual y hasta la pérdida de nuestra propia identidad e incluso poner en riesgo a nuestros seres amados.

Antes de despedirme queridos amores, quería mostrarle uno de mis poemas alusivos a ese cambio de novia a esposa y que puede aplicarse tanto a mujeres como a hombres.

De la novia a la esposa

Ya no hay flores en mi puerta,

ni serenatas mañaneras,

ni cajitas de joyería.

Donde antes había bellas palabras,

ahora solo queda el silencio,

ahora solo queda el recuerdo,

ahora solo queda indiferencia.

Ya deje de ser bonita,

ahora soy la señora,

ahora soy cotidiana,

ahora soy costumbre,

ahora soy cualquier cosa menos alguien especial para ti.

Crees que siempre permaneceré a tu lado….

Pero ahora soy yo quién pide detalles que me hagan sentir amada.

Y también soy la que necesita cariño y comprensión.

No lo olvides amor,

cuídame…

BilliebikeCCS

Qué Dios les ilumine el sendero❤️

Fin del Fin




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