Con P mayúscula

Capitulo 15:

Hailee

 

Dos horas después de la fiesta, logramos mezclarnos. Toby y Jude mantienen nuestros vasos llenos y la conversación fluye tranquilamente. Es refrescante estar de incógnito; salir con personas que no me conocen o mi vínculo con los Raiders. Y cuando Toby se acerca a mí, su brazo rozando el mío, no me retiro. Él es bueno. No es como su primo y sus amigos deportistas que están ocupados jugando al pong de cerveza afuera mientras las chicas semidesnudas chapotean en la piscina compitiendo desesperadamente por su atención.

—¿Esto es divertido, verdad? —Flick me dice cuando los muchachos desaparecen.

—Sí. —Sonrío, tomando otro trago de mi vaso. Es más que nada ponche, el sabor amargo del licor apenas se nota.

—Toby es lindo. —Sonríe—. Es una pena que sea primo del mariscal de campo de los Águilas.

—Cállate —siseo, escaneando la cocina en busca de signos de él—. Todavía no pueden saber quién soy.

—¿Y si se enteran? —Ella me da una mirada de desaprobación.

—No lo harán.

Flick parece lista para discutir cuando las explosiones resuenan a nuestro alrededor. La gente comienza a gritar y se desata el infierno. Agarrando mi brazo, ella me tira hacia abajo detrás del mostrador mientras la sangre late entre mis oídos.

—¿Qué demonios es eso? —Flick tiembla cuando los fuertes estallidos continúan lloviendo sobre la casa—. ¿Balazos?

—De ninguna manera —digo sin aliento, mi corazón está a punto de salírseme del pecho. Es Rixon East, aquí no se arman balaceras. Pero seguro que eso ha sonado como un tiroteo.

—Hijos de puta —ruge alguien, y un grupo de hombres con jersey rojas y blancas se apresuran a través de la cocina y salen por la puerta trasera. El aire huele a humo, una neblina llena en el  aire cuando me asomo por encima del mostrador.

Flick me agarra del brazo.

—Hails, qué…

—¿De verdad crees que estarían allá si hubiera sido un disparo?

—Son fuegos artificiales —dice alguien, mi cabeza se gira hacia un tipo que se acerca a las ventanas—. A mi hermano le encantan.

Más personas entran a la cocina, la curiosidad los vence. Me encojo de hombros y voy a la puerta de atrás.

—Hailee, qué… —La abro y salgo. El ruido se ha detenido ahora, pero hay un grupo de tipos peleando en el extenso césped de los Thatcher.

—Oh, mierda —grita alguien—. Pelea.

La gente sale de la casa con ganas de ver lo que sucede. Pero cuando mis ojos se posan en Jason y Asher entre la pelea, jadeo.

—¿Jason, qué demonios haces aquí?

Los ojos de mi hermanastro se fijan en los míos justo cuando uno de los muchachos de Rixon East le da un puñetazo en la mandíbula. Su cabeza se echa hacia atrás, la sangre rociando el aire.

—¡Jason! —Mi voz suena en el patio mientras me abro paso entre la creciente multitud.

—Espera —dice Toby desde algún lugar detrás de mí—. ¿Lo conoces?

—Algo así —murmuro, viendo a Jason pelear contra dos tipos mientras Asher maneja el tercero—. Él es mi hermanastro.

Mi voz es tranquila mientras escupo esas palabras.

—Oh, mierda —dice frotándose la mandíbula—. No tenía ni idea.

¿Por qué será?

Jason vive en el centro de atención, yo no. Y él es un Ford, donde yo soy una Raine. A menos que nos conozcas, nunca llegarías a esa conclusión.

Los muchachos ahora se rodean unos a otros, la multitud se abre y tienen sed de sangre. Uno de los muchachos avanza sobre Jason, pero yo grito—: Ya para.

Sin pensarlo, me precipito en el círculo y me paro frente a él, utilizándome a mí misma como escudo.

—Muévete, perra —escupe el tipo, un desagradable moretón formándose alrededor de su ojo

—. Antes de que yo…

—Retrocede, Thatcher, ella es mi hermana. ¿Realmente quieres comenzar algo que sabes cómo va a terminar?

El tipo, Lewis Thatcher, me fulmina con la mirada y sus ojos brillan con interés mientras se frota la mandíbula. Es un tipo malvado: alto, corpulento, con ojos mordaces y pelo corto. Pero estoy atrapada en la parte donde Jason me ha llamado su hermana.

Nunca me había llamado su hermana antes, a menos que viniera de la mano de un insulto.

—Tienes cinco minutos para salir de aquí. —Los hombros de Lewis Thatcher se relajan cuando da un paso atrás, sus amigos hacen lo mismo.

—¿Flick? —Le hago señas para que venga a mí mientras está parada en el borde del círculo que se formó, con lágrimas en las esquinas de sus ojos—. Vamos.

Abrazo a mi amiga, ambas estamos asustadísimas.

Jason se limpia la boca. Parece salvaje, sus ojos hierven de ira, su labio está manchado de sangre y, por una vez, lleva el cabello despeinado. Asher no se ve mucho mejor. Los dos inclinan  la cabeza hacia Lewis Thatcher y sus amigos antes de retroceder lentamente.



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En el texto hay: problemas, amor, futbol

Editado: 13.12.2020

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