Con P mayúscula

Capitulo 40: Capitulo final.

Cameron

 

Observo a Hailee y Jason mientras él decide si venir o no. Ella quiere que él lo haga,  está justo allí en sus ojos color miel. Pero yo no hago ningún movimiento; esto tiene que venir de él.

Hailee está ahora de mi lado. Puede que ella sólo haya estado en mi vida oficialmente durante unos días, pero ha estado allí en cada paso del camino. En el hospital mientras esperábamos a que mi mamá saliera de la cirugía, esperando afuera del vestidor mientras le decía al entrenador que necesitaba tomarme un tiempo fuera del equipo. Ella había estado allí, sin hacer preguntas. Ella me entiende. Entiende lo que yo necesito. Y ella ha estado allí. Significa el mundo entero para mí.

Pero Jason piensa de una forma diferente. A sus ojos, la empatía y la compasión son debilidades. Rasgos que significan dejar que la gente se acerque, algo que rara vez él hace. Entonces, cuando comienza a dirigirse hacia mí, me preparo para cualquier mierda que esté a  punto de salir de su boca.

—Hola —dice.

—¿Qué hay? —Ladeo la cabeza. Desde que tengo memoria, los dos hemos sido inseparables, pero ahora parece que hay una cancha entera entre nosotros.

—No me sentí bien ahí afuera esta noche. —Jase me mira, su cabello cayendo sobre sus ojos ligeramente.

—Obtuviste la victoria; eso es todo lo que importa, ¿verdad? —No tenía la intención de que sonara como una indirecta, pero él se estremece.

—Vamos, hermano, no es… Mira, me equivoqué, lo entiendo. —Su expresión no coincide con el Jason que conozco, el tipo que está un paso más cerca de ganar el estatal—. Pero tú no me lo dijiste, no lo hiciste…

—Tú no querías escucharlo. —Mis ojos se cierran—. No eres como el resto de nosotros,  Jase. Estás tan concentrado en el fútbol, en el futuro…

—Pero esto es diferente. Yo hubiera… —Suelta un profundo suspiro—. ¿Cómo está?

—Mi madre está bien, pero todavía no saben si necesita radioterapia. —El doctor Kravis sigue optimista de que pudo extraer todas las células tumorales, pero dado que era un meningioma de grado dos, todavía hay una posibilidad de que pudiera reaparecer.

—Joder —sisea Jase—. Lo siento mucho, hombre.

—Ella está viva y pudieron sacar todo, eso es en lo que nos estamos enfocando en este momento.

La espera de que ella saliera de la cirugía es algo que nunca quiero volver a experimentar. Esas seis horas fueron insoportables. Si no hubiera sido por las preguntas incesantes de Xander y tener a Hailee a mi lado, creo que me hubiera vuelto loco. Jase se frota la nuca. Quiere decir algo, puedo verlo en sus ojos.

—¿Qué? —pregunto.

—No, no importa.

—Vamos, dilo.

—¿Crees que volverás al equipo… ahora que ella está bien?

Sacudo la cabeza con incredulidad. Incluso ahora, él no puede ver más allá del deporte.

—Joder, eso no salió como esperaba. —Se pasa una mano por la cara—. Lo  que  estoy tratando de decir es que entiendo por qué no pudiste jugar esta noche; para ser honesto, me sorprende que hayas venido.

Yo no quería hacerlo, pero mi papá insistió. Incluso mi mamá me había dado su bendición.

—Lo que quiero decir es que te necesito. Tú, Chase y yo. Necesitamos pasar por esto juntos.

—No sé si…

—Lo sé. —Levanta las manos—. Y lo entiendo, lo hago. Pero trabajamos demasiado para esto, tú te partiste el lomo por esto.

—Escucha, Jase, no estoy seguro de que Penn esté…

—A la mierda Penn. Tienes que hacer lo mejor para tu familia, lo entiendo. Siempre fue mi sueño de todos modos. Pero este año, es nuestro. Puedo hacerlo sin ti, pero honestamente —Jase me mira fijamente—. No quiero.

—¿Te preocupa no ser nada sin tu receptor de estrella? —Sonrío.

—Maldita sea, sí lo estoy. Kaiden es bueno. Pero él no es él número Catorce. —Me regala una de sus raras sonrisas—. Entonces, ¿qué dices, Chase, estás dentro?

—No puedo prometer nada, pero si mi mamá sigue bien y los médicos están contentos con su progreso, sí, estoy dentro. —El entrenador ya había dicho que podía reducir mi tiempo en los entrenamientos si era necesario.

El alivio se instala en los ojos de mi mejor amigo, sus hombros caídos, y por primera vez en mi vida, veo a Jason Ford bajar sus defensas. Lo que acaba de decir le ha salido de adentro. Y eso significa mucho para mí.

A pesar de todos los altibajos y eventos de las últimas semanas, el hecho de que finalmente hubiera logrado mirar más allá de sí mismo y del deporte, es muy significativo.

—Entonces, tú y Hailee, ¿eh? —Gira la cabeza hacia donde están las chicas fingiendo no mirarnos.

—Sí, ¿va a ser un problema? Porque seré claro desde ahora; si me haces elegir, será ella, no lo dudes. —Es mi mejor amigo, pero ya no soy su títere. Necesito a Hailee. Realmente no puedo explicarlo, pero la necesito. Y ahora que finalmente la tengo, no tengo planes de hacer nada para poner en peligro eso.

—Supongo que será mejor que me acostumbre entonces. —Jase se encoge de hombros, pero veo la tensión alrededor de sus ojos—. Sabes, todavía necesitamos vengarnos de Thatcher por lo que le hizo.



#17133 en Otros
#27348 en Novela romántica

En el texto hay: problemas, amor, futbol

Editado: 13.12.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.