¿con quién se queda el Perro?

Capítulo 1

Anthony.

Hola mi nombre es Anthony tengo 20 años, vivo en una familia muy pobre, mi padre murió recientemente y solo me quedaba mi madre, la pérdida de mi padre hizo que dejara los estudios y me pusiera a buscar un trabajo. Pero por más que buscaba no lograba conseguir, en algunos lugares pedían tener alguna profesión, en otros exigían experiencia la cual yo no tenía.

Ya no sabia que hacer, estaba muy desesperado, así que comencé a agarrar valor y entrar en los lugares preguntando si necesitaba a alguien al menos para hacer limpieza, pero aun así no conseguía nada.

Las piernas ya me dolían de tanto caminar, hasta que vi un gimnasio y decidí entrar.

—Hola disculpe ¿usted es el encargado del gym?--- le pregunté a un chico que estaba en toda la entrada del local.

—Hola, si yo soy el encargado, mucho gusto me llamo Rene, ¿Vienes a entrenar?--- me pregunto.

—No, no, no vengo a entrenar, más bien entre a preguntar si por casualidad no necesitaba a alguien que le pueda ayudar... no importa que sea limpiando— le dije con algo de timidez.

Él se quedó pensando un poco mientras se me quedaba viendo.

—Ehh no gracias, ahorita no necesito a alguien—

Yo ya estaba cansado de que en todos lados me rechazaban, a lo mejor era porque me ven muy joven y pensaran que no puedo hacer nada.

—¿Es porque soy muy Joven verdad? que no me acepta— le dije con voz firme.

—No es eso Joven, solo que no necesito ninguna ayuda—

—Por favor, diga que si, en lo que sea le puedo ayudar, no importa que me pague poco, pero de verdad necesito el trabajo— nunca le había suplicado a alguien de esta manera pero era mi última carta que me quedaba.

—mmm, bueno esta bien, puedes ayudar a mantener las máquinas limpias y las pesas ordenadas, además busca por internet como se hacen algunos ejercicios para que mas adelante me ayudes tambien con eso, ¿esta bien?---

–Sí claro está bien, le prometo que no le voy a defraudar— le dije todo emocionado la verdad hasta un abrazo le quería dar pero no quiero ser atrevido.

Salí muy emocionado del sitio, no podía creer que después de tanto buscar por fin encontrara algo, se que mi madre se pondrá muy feliz cuando le de la noticia.

Al día siguiente me había levantado muy temprano, no quería llegar tarde a mi primer día de trabajo, estaba tan emocionado, parecía un niño con juguete nuevo, lo siento por ser así, pero estoy muy nervioso y quería que hoy todo estuviera bien.

Se imagina mi primer dia que de una mala impresión, no... definitivamente no quiero eso, mi madre ya me tenía el desayuno preparado ella como siempre levantándose de madrugada a tener todo listo. Luego de terminar de comer agarre mi mochila y salí rápido a agarrar el bus, la verdad me quedaba muy lejos el Gimnasio en donde iba a comenzar a trabajar.

Luego de pasar casi una hora andando en el bus llego al gym, aun faltaba como media hora para que abrieran así que me tocó esperar un poco. Pasaron algunos minutos y veo que se estaciona una carro negro al frente del local. Al bajarse me di cuenta que es Rene así que me acerco y le saludo.

—Hola, buenos días señor—

—Buenos días Joven, veo que eres muy puntual– me dice.

—Si, la verdad me gusta ser responsable, además vivo algo retirado, así que me toca levantarme bien temprano— le respondí.

—Entiendo, me recuerdas tu nombre, y ¿qué edad tienes?---

—Me llamo Anthony y tengo 20 años—

–Bien Anthony, veamos como te va hoy— que me dijera eso me puso más nervioso aún, era mi primer día de trabajo y no tengo ninguna experiencia en nada así que eso no me ayuda mucho.

Rene abrió el local y me dijo que en pocos minutos comenzaría a llegar las personas, y que para cuando ellos llegaran ya estuviera todo listo.

—Entendiste lo que tienes que hacer?—

—Sí señor– le respondí mientras me dirigía a buscar el paño para limpiar las máquinas y pesas.

—Cualquier cosa me estarás avisando– me dice el.

Me pongo a limpiar y pues la verdad no es nada difícil hacerlo, mientras limpio Rene pone música y eso me ayudaba hacer mas tranquilo mi trabajo.

Pero todo comenzó a cambiar cuando llegaron los clientes, no se que me intimidaba más si su físico o que me vieran limpiando. Se que ningún trabajo deberíamos avergonzarnos pero no me gustaba que todo me vieran así.

Mientras más pasaban las horas más personas llegaban, algunas limpiaban su lugar en donde hacía sus ejercicios, pero otros no y dejaban las máquinas todas llenas de sudor, pero bueno para eso estaba yo para mantener todo limpio.

Así estuve todo el día limpiando y limpiando, hasta que por fin llegó la hora de cerrar.

—Bueno Anthony ya te puedes ir, yo me encargo de lo demás—

—Gracias, señor, hasta mañana— le dije.

—No me días señor, ¿Cuántos años crees que tengo?---

—Pues, 26...— le dije con voz dudosa.

— Gracias por quitarme 6 años– mientras se ríe.

—De nada— le dije, la verdad ni se porque le dije de nada. Pero los dos nos comenzamos a reír por mi respuesta.

Salgo del gym y espero a que pase el bus que debo agarrar, solo tuve que esperar como unos 3 minutos para que llegara. Yendo camino a casa de pronto comencé a pensar en Rene, la verdad es muy simpático bueno solo eso puedo decir hasta ahora no conozco mas nada de él, de seguro tendrá a su novia. Por fin después de unos largos 45 minutos llego a casa, no se que me canso mas si el trabajo o el viaje de regreso.

—Hola mamita ya llegue—

—Hola mijo ¿como te fue?---

—Bien, pero estoy muy cansado, me iré a bañar y luego me acostare—

—Ok mijito ya te llevo la comida a tu cuarto—

Luego de bañarme y acostarme mi bella madre me lleva la comida al cuarto.

–Gracias mamita, te prometo que pronto vamos a salir de este lugar y te voy a dar todas la comodidades que te mereces— le dije mientras le deba un beso en la frente.




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