¿Qué se siente enamorarse, aferrarse hasta la mínima esperanza que te dé una persona? ¿Quieren saberlo? claro que sí, lo triste es, que es horrible. De niña deduje que enamorarse sería magnífico, hermoso e intrigante; genial tener a una persona a tu lado, que te apoye y brinde de su cariño las veinticuatro horas sin peros por delante. Sonrío al suponer algo tan irreal como ello. No puedo decir que eso no sucede en la vida real ¿Qué se yo? solo soy una chica de dieciocho años que ha tenido un severo amor por el mismo chico desde una corta edad, hombre que no sabe pronunciar bien mi nombre y se le olvida en un pestañear.
Él, con sus fascinantes ojos me ha robado el aliento. Me ha dado tantas falsas ilusiones que ya no sé cómo interpretar sus palabras o gestos. No sé cómo sentirme, cómo actuar a su alrededor cuando mi corazón brinca y late desbocado, cuando, por más sudado y sucio que esté, me sigue pareciendo radiante con aquella sonrisa blanquecina que me deleita.
Tú, sin esforzarte, me robas el aliento y me dejas en una nube. Me haces sentir tantas cosas extrañas que me dejas descolocada. Con tus ojos achicados al carcajear, ocasionas que, inconscientemente, las comisuras de mis labios se alcen. Tus chistes, por más malos que fueran, me hacen reír.
Escucharte, oír esa bella voz me embelesa. No eres perfecto, solo eres tú, alguien sencillo y encantador. Causas que mis piernas tiemblen y mis manos jugueteen con nerviosismo ante tu intensa mirada.
Lamentándolo mucho, también eres el único capaz de herirme. Con tan solo escuchar un vil insulto dirigido hacia mí, un cuchillo de doble filo se incrusta en mi corazón. Me dañas al no medir tus oraciones, me haces sentir mal conmigo misma, siento que no soy lo suficiente para ti.
Tengo miedo, me aterra que siempre me veas de la misma forma; una chica de cabellos alocados que vive en la misma urbanización. Miles de chicas con físicos perfectos bailan a tu alrededor, esperando ser elegidas por ti.
¿Cómo me escogerías a mí? yo, la chica que oculta sus sentimientos para que no ocurran cambios. La que cometió estupideces para llegar a la altura de las demás.
Ya no puedo más, que me gustes ha sido lo mejor y lo peor que me ha pasado.