Me confundiste, alborotaste mis hormonas y me hiciste ilusionar más de lo que estaba. De risas a silencios, de momentos callados a miradas e inesperadamente el roce de tus carnosos labios se hicieron llegar a los míos.
Después de tanto tiempo ¡por fin! Obtuve mi primer beso con la persona que quería, amaba y en mis desvelos lloraba. Jamás sentiste lo mismo por mí, mientras yo pensaba que era algo singular, que lo hacías nada más conmigo, delataste al concluir que con todas eras igual.