Me propuse a bajar esos kilos molestos y demás, esos que me hacían sentir inconforme con mi ser. Me sentía deprimida, alguien que le desagradaba su propia envoltura. Mis luceros perdieron luz por lo cristalizados que estaban.
Todos me hacían sentir mal, incluyéndome; yo soy la del problema al tener una autoestima tan baja junto con mi escasa personalidad.