Con Trayecto A Casa

Su preciosa negrura lo abraza todo, es perfecta y limpia, lo contiene todo y no contiene nada; solo adornada por el relucir de las estrellas que me miran sin decirme una palabra la espesura del espacio es conscientes, o tal vez no, de que son estos mis últimos momentos en este universo frió pero hermoso.

Nuestra expedición comenzó hace solo un par de semanas atrás, no podía contener la emoción de haber sido seleccionado, mi familia estaba muy feliz por mi; después de casi diez años de estudio y entrenamiento, por fin me eligieron para ser parte de la tripulación que comenzaría una nueva serie de experimentos en la estación espacial internacional. Como jefe de mecánicos me sentía muy entusiasmado por poder poner en practica mis conocimientos en reparación y adecuación de las instalaciones aquí arriba, no mas simulaciones ni simulacros, la acción real estaba al fin al alcance de mis manos.

El despegue fue muy emotivo, creo que casi todos mis compañero y yo dejamos escapar una que otra lagrima cuando el conteo regresivo terminó y la ignición nos impulso fuera de la superficie, un sueño hecho realidad. El proceso de acoplamiento no tuvo mayores incidentes, aunque sí nos asustamos un poco cuando al unir la nave con la compuerta de acceso escuchamos un ruido raro y metálico, pero no pasó a mayores, igualmente nuestra primera tarea fue verificar todos los sistemas y correr diagnósticos para asegurarnos que todo funcionara correctamente una vez estuvimos instalados por completo.

Los experimentos corrieron normalmente según nos informaron, no eran nada fuera de lo normal a mi parecer, nos indicaron al principio que para la misión solo se habían traído unos organismos microscópicos para documentar su comportamiento en ambientes de cero gravedad, no soy esa clase de científico así que no me preocupé demasiado por lo que hacia cualquier otro equipo que no estuviera relacionado con el funcionamiento de la estación. Gran error.

Al comenzar la segunda semana de estadía, tuvimos un incidente en uno de los laboratorios.

Los diferentes departamentos que habitaban la nave tomaban turnos para los tiempos de comida, entre eso y las continuas labores, muy difícilmente las áreas de trabajo se comunicaban si no era estrictamente necesario, después entendí que era a propósito. Cuando el incidente ocurrió nosotros nos encontrábamos limpiando y remplazando partes delicadas en los conductos de combustible en la parte norte del complejo, sentimos unos temblores extraños en las paredes que duraron unos segundo y luego cesaron.

Nuestro primer diagnostico nos arrojó que no había sido un error nuestro, estábamos tratando partes sensibles en la distribución de combustible espacial, altamente volátil, y no queríamos un evento posiblemente peligroso. Después de asegurarnos que no fue nuestro error, encontramos en un segundo diagnostico unas fallas en estructuras de gravitación artificial en el laboratorio 3B, donde se realizaban los experimentos que nuestra tripulación realizaba. Nos dirigimos inmediatamente al lugar para intentar evaluar los daños y saber que había sucedido. Cuando llegamos las compuertas estaban selladas y dentro del laboratorio nuestros compañeros científicos no nos permitían entrar hasta que contuvieran cualquier contaminación biológica, esperamos casi tres horas a poder entrar al lugar, y ojala nunca lo hubiéramos hecho.

Nunca habíamos estado allí realmente, solo conocíamos los planos, mi equipo y yo encontramos que el laboratorio estaba totalmente destruido, todos los instrumentos de los científicos estaban flotad dentro del lugar, las paredes parecían haberse limpiado, pero aun habiendo tardado tantas horas se podían ver restos de una especia de materia grisácea y pegajosa en algunos lugares, inmediatamente le dije a mis técnicos que evitaran tocarla. Los hijos de puta de los científicos nunca nos dijeron que usáramos trajes de contención o algo parecido. Cabrones.

El daño era tanto que lo único que pudimos hacer fue sellar tuberías, conductos y cualquier estructura que pudiera causar alguna eventualidad, después de eso nos fuimos; dejando la instrucción de no volver a usar ese laboratorio.

Creo que pasaron un par de días mas hasta que las cosas se fueron al infierno.

Uno de mis técnicos había desaparecido, no constaba su comunicador, nadie le había visto después del turno de descanso, le buscamos por todas partes. Finalmente se me ocurrió ir a buscarle en el único lugar donde se suponía que nadie debería ir, el maldito laboratorio 3B, y ahí estaba. Aun de solo recordar la imagen mi estomago se revuelve de nuevo. No había gravedad artificial en el lugar, ver su cuerpo flotar en medio del laboratorio fue surrealista, las gotas de sangre parecían estar levitando por todas partes, solo en los lugares en los que había llegado a tocar algo solido se veían manchas como si hubieran derramado gotas de una pintura roja muy escandalosa. Lo peor fue cuando al intentar ayudarlo, << diablos! >>, en su mano derecha tenia una de las herramientas que usamos para cortar!, se había apuñalado a si mismo por lo menos un par de docenas de veces en el tórax, como había pasado eso?, no encontraba explicación racional a aquel cosa que veía. Cuando miré su rostro, no solo se observaba una expresionismo de terror congelada en sus facciones, sino, una especie de baba gris que salia de su boca y de sus ojos, en ese instante entraron los científicos y me alejaron del cuerpo, me sacaron a la fuerza del complejo de ciencia, decían que debía alejarme por mi bien, me enfrenté a ellos, no iba a permitir que se llevaran a mi técnico, pero eran demasiados y me dejaron fuera del complejo.

Las demás personas a mi cargo estaban muy asustadas, les conté una versión mas amable de la historia, sin baba gris ni rara expresión facial, igualmente estaban alterados. En unas horas el departamento científico nos comunicó un reporte de lo que había sucedido, según su versión mi técnico había entrado en pánico, abrumado por el encierro y el estrés se había puesto psicótico y había tenido un ataque que culminó en suicidio, una mierda de versión pensé inmediatamente; puede que si se hubiera matado a si mismo, yo había tenido esa misma impresión, pero sabia que debía haber algo mas y no nos lo decían. Me dirigí inmediatamente hasta el ala científica pero estaba sellada, llamé por el comunicador hasta el cansancio pidiendo hablar con alguien, pero lo único que me respondieron fue “Esta zona está en cuarentena por orden de la base en tierra, la situación está comunicada, esperen instrucciones.”, expresé mi descontento con gritos insultantes, golpes y señas, pero nunca me respondieron nada mas.