Condenado por el deseo

8

Evan

El sudor corre por cada parte de mi cuerpo, no puedo creer que haya estado actuando como un idiota frente a Natalia, cada vez que la veo es como si algo me paralizara, es completamente distinto a lo que sentía cuando salíamos, es cierto que no me era completamente indiferente; pero lo de ahora… ¿Cómo es que me deja sin habla? ¿Por qué no dejo de repetir como un imbécil que lo siento?

Continuo corriendo, una de las cosas que me agradan de Sebastián es que puede mantenerme el paso mientras corro y pocos pueden hacerlo en momentos como este, Sebas sonríe mientras corre, se ve tan feliz que lo envidio y, ¿Cómo no estarlo si al fin obtuvo su premio?, por lo que me contó Danielle le busco y hablaron, él tuvo no tuvo la oportunidad de disculparse porque ella fue quien se disculpó declaro ser la peor idiota que haya existido al parecer olvidó que yo soy peor, pero en fin, la cosa es que solucionaron sus diferencias y aclararon puntos y ahora son el vivo retrato de la felicidad.

Me detengo para tomar aire cerca de uno de los enormes árboles que hay en el campo de la universidad, no me preocupo porque nuestro profesor nos vea parar hace unos minutos lo dejamos atrás junto a la muchas tortugas que le siguen, Sebas se detiene a mi lado, feliz de aspirar aire.

-¿Cómo le haces para disculparte con alguien?- no me di cuenta de que esas eran mis palabras hasta que Sebastián me miro con sorpresa, me paso una mano por el cuello, odiándome por sacar el tema.

-Depende- dice inspeccionándome, sin atreverse a preguntar pero con la curiosidad rayando en sus ojos.

-¿de qué?- digo tras soltar un suspiro.

-La falta que hayas cometido- lo miro, sabe que necesito que sea más explícito- Por ejemplo, si quieres que Natalia te perdone no vas simplemente por allí repitiendo que lo sientes- sentí un calor subiendo a mis mejillas, ¿así que todos saben que he estado haciendo el ridículo por los pasillos de la universidad? Un silencio aterrador se ciñe sobre nosotros- Las palabra ayudan- dice al fin- pero debes tener cuidado ya que también pueden agravar la situación.- asiento-

-No entiendo porque entonces…

-Ella no me escuchaba- dice como si supiera que era lo que preguntaría, asiento-

-¿Sabes quién es David Worden?

-Es un amigo de Danie y Nat.

-Ahora es el novio de Natalia.- Mi amigo me mira como si me hubiera dado un golpe en la cabeza y ahora estuviera diciendo tonterías.

-¿Estás seguro?

-Los he visto- aseguro, el niega.

-Ese tío es Gay.

-No, no lo es

-Si lo es.

-Ahg… tu siempre- digo enfadado pero sin ser capaz de terminar.

-¿Yo siempre?

-Últimamente tienes razón en todo- le miro con odio y ríe.

-Eso se escuchó bien, repítelo- se burla, lo miro con los ojos entornados.

-No abuses- digo retomando la carrera y pocos segundos después él también lo hace.

………………..

Natalia

Veo a mi prima sonreírle como tonta enamorada al pelinegro que está a su lado y él le devuelve la misma sonrisa de idiota enamorado, David está a mi lado, le miro, pongo los ojos en blanco y me quejo de lo empalagoso que es el amor, mientras Danie y Sebas se besan, mi prima me da un leve codazo y yo me quejo como si me hubiera arrancado un dedo.

-Exagerada- se queja

-¿Exagerada?- digo indignada- mira- me levanto un poco la blusa que llevo-¿te parece que exagero?- digo señalando a lo que sé que es solo una pequeña mancha rosada.

-No veo nada- dice ella envolviéndose en los brazos de Sebastián y disimulando una sonrisa, la miro con odio.- no me mires así- ríe.

-Sabes que me saldrá un moretón enorme- me quejo como lo haría una niña de primaria, pero ella sabe que digo la verdad.- Cuando la Señorita Mercy me regañe te culpare- digo recordándole que en poco tiempo tendremos un ensayo de pasarela con la odiosa profesora, la veo poner los ojos en blanco.

-No durara tanto- ríe- aunque me encantaría ver su cara al observar un moretón- la miro con malicia-

- No te preocupes primita- digo con malicia- dentro de poco veremos cómo reacciona ante ello, yo misma me encargare de no dejar en ti más que moretones, todo con tal de ver lo desgraciada que luce nuestra querida señorita Mercy.- pone los ojos en blancos y niega dispuesta a replicar pero entonces sentimos como personas irrumpen en nuestra mesa de almuerzo, no quiero mirar, ¿Natalia a quien quieres engañar? Te mueres por mirar.

Evan, Tom y Erwin, ah y como no, la desaparecida Emily, quien me ha estado ignorando olímpicamente, no responde mis llamadas y menos aún mis mensajes y siempre que sabe que estoy cerca desaparece como la espléndida maga que es. Sonrío en su dirección pero ella en cambio solo frunce el ceño como dejando claro que no soy de su agrado, siento que mi corazón se estruja, pero no digo más, todos ellos se sientan como si no fuera un poco anormal que estemos en la misma mesa mientras almorzamos, miro a David y me mira, sabe que necesito ayuda aunque sea para correr lejos de aqui, toma mi mano, respiro profundo.

Tomo un trago de mi zumo de naranja mientras Tom y Erwin platican animadamente de una fiesta que tendrá lugar en la casa del segundo, los veo mirar lascivamente a cada mujer que pasa cerca de ellos, y hacer malos comentarios de cada una de ellas “Imbéciles” Evan se mantiene en silencio pero es como si esperara para iniciar una buena conversación mientras me mira sin desviar la atención hacia su comida y deshaciéndose de los cada vez más fuertes agarres a los que Emily lo somete. Emily parece un animal marcando su territorio, la miro y entonces me doy cuenta de que en verdad me mira con odio; ¿Qué le hice?



#45899 en Novela romántica

En el texto hay: humor, novelajuvenil

Editado: 17.04.2018

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