Conduce mi dolor

21. Empecemos desde cero.

Tharir

Me siento sobre la cama, coloco mis pies descalzos en el piso, ese sedante si me hizo efecto. No sé cuánto tiempo estuve dormida, solo ya quiero irme de aquí, ya estoy bien. La pequeña ventana que está deja de ver un poco la luz del amanecer. Camino sobre el piso que está frío, abro la cortina hay una chica acostada del otro lado, está dormida.

Esta vez no está mi ropa aquí, así que tengo que estar con esta bata de hospital, odio los hospitales. Me acerco a la puerta, la abro de poco a poco, no hay nadie en los pasillos, buen momento para escaparme. No recuerdo cómo es que termine aquí, por lo que me dijo Owen el sin neuronas fue el que me trajo, mínimo sirve para algo.

La voz de la enfermera se escucha pidiéndome que regrese a mi habitación, camina a zancadas hacia mí, bueno el plan no salió como esperaba, me regreso a la habitación, la chica que está a mi lado ya está despierta, cierro la cortina y me vuelvo a recostar en la cama.

—¿Por qué estás aquí? —Escucho la voz de la chica que está detrás de la cortina—. Escuche en la noche como unos señores que entraron estaban llorando ¿Estas bien?

Me quedo en silencio, no le voy a contestar a una desconocida.

—¿Sabes? Yo también tengo lo que tú tienes.

No me importa.

—También estoy enferma.

No me importa.

—Vi entrar a un chico, era muy guapo y alto. Creo que era tu novio.

Eso si me interesa.

Tal vez era ... ¿pero para que entraría a verme?

—¿Que Chico? —Le pregunto a la chica.

—No lo sé, pero te dijo cosas lindas en la noche - admite—, creo que le gustas. ¿Es tu novio?

Cosas lindas. Aja.

—No le gusto, solo somos conocidos - respondo, estoy segura de quien fue el que entro—, ahora déjame dormir y no me hables.

La chica no vuelve a decir nada, veo hacia el techo pensando en lo que dijo, es más que seguro que el que entró era el sin neuronas, solo que no creo que me haya dicho exactamente cosas ... como sea tampoco le voy a dar tanta importancia. No es como que Raven y yo seamos algo, ayer me la pase bien, aunque nunca se lo admitiría, su ego crecería más, y ya estoy cansada de lidiar con un Raven egocéntrico. Pero sé que le tengo que agradecer por ayudarme y no dejarme en la nada, si no hubiera sido por el no sé qué habría sido de mí.

Ahora lo único que me preocupa es saber cómo arreglaré esto, en la noche Juan y Owen estaban furiosos por lo que les dijo el doctor, me sentí tan mal de verlos así y luego gritarles de que se fueron, que ellos no tenían derecho en meterse en mi vida. Sin embargo, una parte de mi quiso que lo supieran, ocultar todo esto por tanto tiempo me pica. No sé lo que iban a ser, de todas formas, les mentí, así que no hay mucho que hacer, no les dije como me hice eso, ya no quiero que se metan en más líos conmigo, ya es mucho saber que me tienen que comprar medicamento para la anemia estúpida. No me los voy a sacar de encima por un buen tiempo.

Doy varias vueltas en mi cama, no logro tranquilizarme, me desespera estar acostada sin hacer nada, sin que nadie venga a decirme que ya me puedo largar de este lugar, quiero irme. Tampoco estoy tan mal, solo es la anemia y desnutrición, puro drama.

Escucho la puerta abrirse, tal vez sea una enfermera que me viene a dar de alta - eso espero— o Tara, que por lo que supe Raven fue el que le aviso y ella llamo a Juan y Owen. La cortina se abre, unos ojos verdes que iluminan felicidad son lo primero que veo y enseguida una chica con varios tornillos zafados, también trae en la mano un gran globo de corazón con un peluche.

¡Maldición!

—¡Ya despertaste! Pase a comprar esto para mi mejor amiga - espeta, se acerca a mi dejando las cosas en una silla—. Me asuste cundo Raven me hablo, me dijo que estabas muy mal y de verdad te veías mal. Lo bueno que ya todo está bien, ahora podemos ...

—Bájale a tu emoción dos rayas ¿ok? —Le interrumpo. A veces habla hasta por los codos está mujer.

—Está bien, está bien, ojalá te hubieran quitado un poco lo amargada—susurra más para ella que para mí, aun así, la escuche.

—¿Que Paso? Me dijo Juan que ibas a estar en la noche con mi abuela ¿ella está bien? —Le digo tratando de cambiar el tema.

—Si, le dije que te habías caído de la moto, tampoco quise asustarla ...

—Fue mejor que le dijeras eso, no quiero que sepa. Tampoco es tan grave - sincero— ¿No tienes que ir a clases?

—Voy a ir a las últimas, así que puedo estar un buen rato contigo —Se sienta en la cama—. Puedes empezar a contarme cómo es eso de que estuviste con mi adorado primo ayer.

Volteo los ojos, solo esto me faltaba, una chismosa que se quiere enterarse de mi vida. Realmente no tengo mucho que contarle, no es que haya pasado la gran cosa, solo hay algo que si quiero saber.

—¿En dónde está el?

Tara me sonríe con su típica sonrisa pícara.

—¿Para qué quieres saber? ¿Acaso te interesa saber de el? ¿Te gusta? ¿Quieres verlo? ¿Que se traen ustedes dos? Quiero saberlo todo.

¡Oh por dios! Necesito conseguirme otra amiga que no hable tanto y que mucho menos sea chismosa.

—Eso no te interesa - le digo con un mohín—. Mejor ni me digas nada, de todas formas, ni quería saberlo.

—Desde que llegaste él ha estado aquí, cuando llegue se fue porque tenía que ir a ver algo - admite y lo que me dijo me sorprende, la verdad no me espere que Raven se haya quedado aquí—, pero al rato viene a verte. El de verdad está preocupado por ti, cuando llego ayer contigo estaba pálido y asustado por lo que fuera a pasarte, hasta les dijo a tus padrinos que él fue el que te sonsacó y te pido que fueras con él.

Lo admito estoy demasiado sorprendida, no puedo creer que el sin neuronas se haya preocupado por mí, por dios es Raven Dumas él no se preocupa por nadie, mucho menos se va a andar preocupando por alguien como yo, pero la chica de al lado me dijo que él me había dicho cosas ... Ya dejare de darle vueltas a esto.




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