28. ¿En donde esta ella?

Raven

Tocaron la campana y salí a toda prisa del salón, no me importaba a quien aventaba en el camino, muchos se quejaron, pero los ignoré. Me apresuré a salir al estacionamiento, solo que no había nadie, solo carros de los alumnos y unos cuantos chicos caminando.

¿En dónde está? ¿Quiénes eran esos hombres que estaban con ella? ¿Por qué me pidió que le avisara a Tara? ¿Qué carajo sucede?

No tenía ni una maldita respuesta y quería respuestas.

Entre a la escuela y busqué a Tara entre la gente.

—¡Cuidado idiota! —Exclamo alguien detrás de mí, solo que no me dio importancia y lo pase por largo.

Vi a David a lo lejos, solo que era muy estúpido preguntarle por mi prima, así que me desvíe hacia el otro pasillo, pero venia Chloe con sus amigas así que subí por las escaleras. ¿En dónde estás Tara?

Saque mi celular para marcarle, solo que me mandaba al maldito buzón. Seguí corriendo entre los pasillos, los demás estaban entrando a sus clases en cambio yo seguía buscando a mi prima para hacer un favor a la chica que me obligué a ignorar para hacerla desaparecer de mi cabeza

Irónico, Raven.

Demasiado diría yo.

Solo quería saber quiénes eran esas personas con ella, el director estaba ahí con ella, él fue el quien quería le hablo, podría ... No, mala idea. El me odia, solo me soporta porque mi familia le da dinero para mantener las instalaciones en perfecto estado. Maldito viejo barrigón.

Desde donde estaba pude ver a Tara hablando con una chica mientras salían del baño, no lo pensé y corrí hacia ella, cuando llegue a su lado abrió la boca para decirme algo, pero la tome por el brazo y la jale hacia otro lugar.

—¿Que te pasa? Esta loco ... ¿Por qué respiras como un loco?

Me di cuenta de que estaba muy agitado, pero no tenía tiempo para descansar o tranquilizarme, Tharir me había pedido algo y lo iba a cumplir.

—Estaba en clases con Tharir — empecé—, cuando el director vino por ella, luego regreso, pero dos hombres que se veían como guardaespaldas la seguían ...

—¿Guardaespaldas? —Me interrumpió y me dieron unas ganas de zangolotearla.

—No sé si lo era eran, pero parecían — admití—. Cuando regreso entro al salón y me pidió que te dijera que fueras con su abuela y que no la dejarás hasta que ella regresará, no entendí a qué se refirió, ¿tú sabes algo de ...? - Me interrumpí a mí mismo cuando vi la cara perpleja de mi prima—. ¿Qué pasa? ¿Estas ... em?

Mi prima maldijo y se echó a correr.

—¡Tara! —Corrí detrás de ella—. ¡Espérame idiota! ¡¿A dónde vas?!

Bajé las escaleras y crucé el pasillo lo más rápido posible. Hasta me sorprendí. Vi a Tara que estaba parada en la puerta mordiéndose las uñas.

—¡Te dije que me esperarás? ¿Qué carajo te ...?

—¡No traje mi maldito carro! —Gruño—. Así que me tendrás que llevar, Raven.

—¿Llevar a dónde?

—¡A la casa de Tharir! Obvio — voltea lo ojos—. No tenemos tiempo.

—¿Tiempo para qué? Me siento como en una maldita película de misterio — resoplo—. Dime que sucede aquí.

—Te lo explicaré todo, pero primero llévame a casa de Tharir, ¿sí? .... Raven por favor.

Me dije a mi mismo que la iba a ignorar, que me iba a olvidar de ella y ahora voy directo a su casa. Maravilloso.

—Súbete.

Tara soltó el aire y se subió a la moto, la puse en marcha y fuimos a la casa de la odia todos.

Llegamos a su casa, Tara se bajó y saco unas llaves, no dije nada estaba claro que Tharir le tiene demasiada confianza a Tara. Me bajé, solo que no caminé más, no podía entrar a su casa ella nunca me invitó, a parte en estos momentos la odia todos y yo no estamos en nuestro mejor momento. Nunca tenemos un buen momento. Pero entrar a su casa sin que me inviten no es buena idea, también está su abuela adentro podría asustarla. No me refiero a que la asuste con mi rostro, porque mi rostro es perfecto, pero soy un desconocido para ella.

—¿Vas a entrar? —Tara abrió la puerta.

—No creo que ...

—Dios, Raven — voltea los ojos—. Adala no te dirá nada y está claro que Tharir no está aquí, así que mueve tu trasero y entra. Aparte te dije que te explicaría todo, ¿no?

Entre a la casa, era un camper solo lo había visto por fuera, sé que no es grandioso lugar para vivir, pero de verdad me enorgullece saber que la odia todos es muy fuerte y valiente. Por esa ella malditamente me gusta.

Seguí a Tara hacia la sala, había una cama, una televisión y un sofá junto con una mesa redonda. En la cama estaba acostada una señora, Tara la saludo y luego la señora me miro a mí, trague.

—Él es mi primo Raven y también un amigo muy cercano de Tharir — dice, que gran mentirosa. Ni amigo de Tharir soy.

—Hola mucho gusto, Raven Dumas — digo y me acerco a ella. La señora me observa, pero no me dice nada. Creo que no le caí bien.

Mala manera para empezar con la suegra.

No es mi suegra.

—Em ...— no sé qué decir. Observó a Tara para que me ayude, pero ella se ríe y la señora sonríe—. Sucede algo de los cual no estoy enterado o, ¿hoy me disfrace de payaso? — Le mascullo a Tara. Mi prima termina su ataque de risa.

—Adala no puede hablar, por eso te dije que ella no te iba a decir nada, pero no te preocupes si te sonrió le caes bien — admitió.

Con esta familia yo si quedo como payaso.

Me siento en el sofá mientras escucho como Tara habla con la señora inventándome algo sobre Tharir. Yo no sabía que la señora estaba enferma, pensé que ... Está claro que no se nada de Tharir y ahora quiero saberlo todo. Solo sabía que su mamá murió, pero yo estaba en Noruega cuando sucedió eso y no me enteré hasta que regresé.

Le dije a Tara que iba por un vaso de agua, entre a la cocina, pero algo pegado en el refrigerador me llamo la atención era una foto de una niña y dos mujeres, la reconocí de inmediato, Tharir era la niña y las señoras eran su mamá y abuela. La foto fue tomada en el mirador donde recogí a Tara cuando se drogo. Las mujeres se veían felices, estaban como en un picnic. Salí de la cocina, al fondo había una cortina de macramé como puerta, mi lado sensato me decía que no fuera más allá, pero mi lado que quiere saber sobre la odia todos me decía que siguiera adelante. Así que eso hice.