Conduce mi dolor

30. ¿Qué es lo que tu quieres de mi?

Tharir

—... Hablaremos de nosotros, Raven.

—No hay un nosotros, Tharir.

Punto para Raven.

Me senté en mi cama y Raven se recargo en la pared cruzándose de brazos.

No hay un nosotros, esas palabras se quedarán grabadas como un puñal en mi corazón.

Y nunca habrá un nosotros, esa era la cruda realidad.

—Tienes toda la razón, sin neuronas — dije sintiendo el nudo en mi estómago.

—Siempre tengo la razón, odia todos — dijo con egocentrismo.

—Es bonito alardearse así mismo — voltee los ojos.

Raven se llevó las manos a su rostro y se desordeno el cabello, uff, mire hacia otro lado.

—Mejor dime, ¿quién es ese tal Abdón? —Pregunta para cambiar el tema.

—¿Te acuerdas la vez que estuvimos en el hotel y te conté porque estaba esa vez en Sindy? —Raven asiente—. Resulta que al que le debía dinero es el y tu prima sabe eso… entonces por eso ella pensó que se trataba de algo ... así.

—¿Mi prima sabe de todo ... esto? —Pregunta desconcertado.

—Ella sabe más de lo que debería saber. — Y era verdad, Tara sabe mucho más de mí que yo misma.

—Ustedes ocultan demasiadas cosas. — Y yo le oculto más cosas a ella que es mejor que nunca sepa.

Raven se descruza de brazos y camina hacia mí, se sienta sobre mi cama, luego toma el portarretrato de yo con mis padres y se queda mirándolo sin decir nada.

¿De que serviría que le dijera que también estoy sintiendo algo por él?

Pues le vas a dar una esperanza y él puede esperarte.

Jamás dejaría que alguien me esperara, tal vez y jamás pueda olvidarme de todo.

Tu solita te metes en líos. Solo dile que te gusta, que lo quieres y bésatelo carajo. Si no besa bien lo mandas por donde vino y ya.

¿Como porque sigo escuchando a mi conciencia?

—¿Sabes? Hice muchas cosas para llamar tu atención — dice rompiendo el silencio y deja la foto en su lugar—. Te aventé una malteada y te humille para que me hicieras caso, luego te moleste hasta que te hartaras de mí y te confesé lo que sentía…por ti.

—Yo ...— Yo que le iba a decir.

—Siento mucho haberte molestado — admite—, tal vez no quise ver las señales que tú me mandabas, pero joder Tharir cuando me enteré de que tú fuiste la chica que me bailó en Sindy ya no pude sacarte de mi cabeza. Ese día me dejaste un gran dolor de huevos.

No puedo evitar reírme, me acuerdo demasiado bien de ese día fue la primera vez que dormimos juntos y que tuvimos un acercamiento diferente.

—Me gustaste por demasiado tiempo y créeme fue mucho, cuando salí con Chloe quería que fueras tu — sincera—. No la soporte así que termine con ella, luego traté de volver acercarme a ti como sea y lo conseguí. — Se quedó en silencio, tal vez sabía que estaba diciendo más de lo debido, aun así, continuo—: El día que fuimos al laberinto me asusté cuando te pusiste mal y te desmayaste entre mis brazos, ese día estaba decidido a robar un carro sino encontraba a alguien que me llevara a un maldito hospital.

Jamás olvidaré ese día y que en estos momentos Raven sea honesto conmigo no ayuda bastante porque yo jamás seré honesta con él. No solo por lo de Caleb sino también porque yo soy una chica que tiene herida que jamás cerrarán, soy una persona sucia por dentro y por fuera. ¿Si el supiera por lo que pase me dejaría? Nunca lo sabré.

—Eres completamente un desafío, odia todos.

—Una vez me dijiste que no era tu tipo — le recuerdo. Raven curva sus labios en una sonrisa pequeña.

—Una vez tú me dijiste que no te gustaba, ¿acaso eso es verdad? —Todo en mi se queda paralizado—. ¿Qué es lo que tú quieres de mí?

—No lo sé — admito.

—¿No lo sabes o no quieres saberlo? —Dijo las mismas palabras que en mi sueño, pero recuerdo que después ese sueño se puso un poco intenso.

—Si te dijera que quiero de ti tú no lo aceptarías.

—¿Qué es lo que tú quieres de mí? —Repitió.

—No quiero absolutamente nada de ti — miento.

—Todos siempre quieren algo de mí. — Se levanta de la cama y camina hacia la puerta—. Nos vemos luego, odia todos ...

—Podría quererlo todo de ti. — Las palabras salen de mi boca sin pensarlas y me levanto de mi lugar, Raven se queda parado sin voltear a verme—. Pero yo no me merezco a alguien como tú, yo ... yo no soy buena, yo estoy sucia, estoy rota.

Raven se gira hacia mí y me toma del rostro sorprendiéndome, pasa su mano por mi mejilla y toma su otra mano junto con la mía entrelazándola.

—Siempre has estado rota, Tharir. — Suelta y yo cierro los ojos tratando de no demostrar que sus palabras me duelen, una cosa es sentirme rota yo, pero aun así duele que te las digan.

—Hasta ahora te das cuenta, sin neuronas ...

—Pero yo puedo recoger cada pieza tuya y arreglarla. — Quita su mano de mi mejilla y toma un mechón de mi cabello acomodándolo detrás de mi oreja—. No pongas tus muros y déjame ser tu dolor de culo.

No puedo evitar reírme ya que recuerdo que le grite que era un dolor de culo, que es mi dolor de culo.

—No sabes lo que dices, Raven — niego—. Yo no soy la chica para ti.

—¡Deja de decir estupideces! —Suelta y abro mucho los ojos—. Tú no sabes quién es la chica para mí ... No me importa que seas una ojete, una altanera, porque créeme tú eres peor que un grano en el culo, Davis ... aun así sigo aquí y no pienso irme, aunque tú me lo pidas.

—¿Ahora soy un grano en el culo? —No puedo evitar no ofenderme.

—¡Pero eres el mío!

—Yo no quiero ser tú grano en el culo.

—¿Qué quieres ser? Entonces ...

—No lo sé, tengo miedo de saberlo, idiota — admito.

—Si que lo sabes, tarada — escupe.

—Que te den, a mí no me dados tarada—refuto.

—Puta madre, Tharir, estamos hablando bien y te pones de mamona.

Hago cara de indignada. Ahora resulta que yo aquí soy la mamona.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.