Conectados

Capítulo 4

Amelia:

Por fin se hizo de día y puedo levantarme sin culpa alguna de hacer ruido, al final no es mi problema que Isa esté desvelada de más, yo la invité a venir a dormir y decidió quedarse mas tiempo en la fiesta.

Puedo notar que hay una chaqueta que pertenece al nefasto de su novio en la sala, eso quiere decir que se quedo a dormir con ella.

Me dirijo al refrigerador y tomo un jugó de naranja y me regreso a mi habitación, comienzo a preparar mis cosas para el día de hoy y decido ponerme unos jeans ajustados y una blusa negra que me queda un poco holgada y mis converse blancos.

Después de colocarme todo el maquillaje que necesito para ocultar mi mal dormir me dirijo hacía la biblioteca del campus, tengo que buscar un libro que necesito para los examenes.

Voy a medio camino cuando me encuentro con Simón y su séquito de idiotas los cuales me comienzan a seguir y yo trato de acelerar el paso.

En verdad me estan siguiendo y puedo sentir su presencia mas cerca de lo que me gustaría

Cuando siento un fuerte agarre en mi brazo y mi cuerpo instintivamente se contrae de miedo, me giro y puedo ver los ojos de Simón llenos de ira observandome.

-¿Qué demonios quieres Simón?- le grito tratando de soltarme de su agarre.

- Tú el día de ayer me hiciste ver muy mal enfrente de todos ellos- me dice mientras con la mano que tiene libre señala a los demas chicos que unicamente observan la escena.

-Y qué, vienes por otra cachetada o prefieres un rodillaso más fuerte para que entiendas que debes  dejarme tranquila- le digo con un tono firme tratando de ocultar mi temor.

Por que demonios salí tan temprano del depa, en que estabas pensando Amelia, si hubo una fiesta el día de ayer era mas que obvió que hoy iba a estar solo el campus y más por ser sábado.

-Amelia cariño, seria mas sencillo para ti que de una vez te resignaras a que cuando yo quiero algo lo obtengo, así no tendriamos que pasar por todo esto y no me vería con la necesidad de tratarte mal- me dice mientras hace su agarre mas fuerte y con su otra mano acaricia mi mentón.

-Tu crees que me interesa tener algo con un idiota como tú, que únicamente quiere meterse en mi cama y después dejarme y presumirme como un trofeo, no cariño gracias por la oferta pero eso nunca va a pasar- en verdad necesito que me suelte, mi cuerpo ya no aguanta mas su contacto, quiero llorar y salir corriendo, quiero desaparecer de ese lugar.

-Ok, ya que insistes en hacerlo a las malas, lo haremos a tu modo- me sujeta con ambos brazos tan firmemente que no tengo manera de moverme para nada y mi corazón comienza a latir con desesperación.

- ¡Simón sueltame!- grito ya con miedo en mi voz- ¡que me sueltes con un demonio!-

Comienza  acercarse a mi rostro y siento sus labios sobre los mios con tanta fuerza que me duele, y comienza a bajar sus asquerosos labios por mi cuello, y yo trato de controlar las lagrimas, demonios quiero que me suelte, en eso siento como me comienza a levantar del suelo.

- Que carajos crees que haces, ¡bajame!- grito llena de pavor.

-Chicos abranme las puertas del armario, Amelia y yo vamos jugar un rato a su manera- les dice mientras me lleva cargando y estoy tratando de safarme.

¡No por favor! No me lleves al armario, necesito ayuda pero mi voz ya no sale, estoy muriendo de miedo, mi cuerpo ya no reacciona y sólo puedo escuchar como se ríen mientras obedecen sus ordenes.

Una vez dentro del armario siento sus asquerosos labios sobre de mi y sus manos tocando mi cuerpo, comienzo a llorar inevitablemente.

-Por favor Simón, no lo hagas, no me hagas daño, ¡dejame ir!- digo con suplica en mi voz, no puede ser que de nuevo este viviendo parte de mis pesadillas.

-No cariño, vas a ser mia te guste o no, pudiste elegir disfrutarlo conmigo, pudiste sentir mucho placer, pero preferiste esto, esta bien hagámoslo como la señorita quizo- puedo notar en su voz un deseo envuelto en poder y maldad, que me hace saber que esta vez no va a parar hasta conseguir lo que quiere.

-¡por favor sueltame!- sollozo mientras mete sus manos entre mi blusa.

Mauro:

Salí a correr como todas las mañanas, ya que es una actividad que disfruto bastante me ayuda a despejarme y a enfocar mis pensamientos y sirve que me ejercito un poco.

Decido dirijirme hacía el campus tratando de ver si encuentro algo de desayunar cuando veo a mi chica endemoniada caminar hacia lo que yo creo puede ser la biblioteca, y sin darme cuenta mi marcha cambia en dirección a ella.

Mauro, carajo no te puedes volver loco por ella, despues de todo lo que pasaste, no necesitas estar de nuevo en una relación con alguien.

Detengo mi marcha decidido a regresar a mi camino inicial, cuando veo a Simón y sus amigos dirijirse a paso apresurado hacia Amelia, recuerdo las palabras de Laura al decirme "es solo un chico que la acosa desde hace mucho", y eso hace que algo en mi se alarme asi que decido observar.

¡Que demonios! la toma del brazo de una manera tan brusca que seguro va a dejar marcas en su piel, solo me abstengo a observar, ya que pude presenciar un dia anterior que ella es muy capaz de defenderse y lo ultimo que quiero es que piense que ahora ya tiene otro acosador tras ella.

Puedo ver que intercambian algunas palabras y despues el la rodea con sus brazos y comienza a besarla mientras ella trata de zafarse, alcanzo a escuchar que le pide que la suelte a lo que el hace caso omiso.

-Mauro ¡aqui estas!, estamos buscando algo para desayunar quieres venir- escucho a Issac tras de mi.

-Shhh-, le digo y señalo al lugar donde esta Amelia desesperada tratando de soltarse de Simón que ahora la esta cargando.

-¡Que demonios!, que pretenden esos tipos con ella- dice Issac algo sorprendido por la situación.

-No lo sé pero te puedo asugurar que nada bueno- cuando veo que la meten a la fuerza al edificio, le hago señas a Issac para que me siga, el voltea hacia atrás y me doy cuenta que no estaba solo, vienen todos los chicos con el, lo que en este momento resulta muy conveniente, ya que será mas ayuda en caso de necesitarlo.




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