Cuando la familia de Sheylimar se mudaron, ella solo tenia tres años, cuando se instalaron en la nueva casa ella conoció a Nathalea, Nathalea al parecer era Africana, o eso le había dicho a Sheylimar.
-¿Dónde queda eso?¿Qué es?.-preguntó por no saber.
-Un... continente... no se, mamá fue quien la que me dijo eso.-se encogió de hombros.
-Preguntare a mi mami, ella sabe todo.-dijo Sheylimar.
-¿Dónde vives?.-pregunto la niña de cabello dorado.
-Por allá.-señalo un camino que se perdía por las calles.
-No se ve.-hizo una mueca.
-¡Sheylimar!.-llamo Sheyla.- ¡ven a comer!
-¡Voy mami!-contesto.- hablamos luego Natha.
-Hasta ahora Sheyli.- se despidieron.
Después de la cena Sheylimar le pregunto a su mamá donde quedaba África.
-¿Por qué preguntas eso niña?
-Conocí a una niña que es de allí, se llama Nathalea.
-Es un continente, y ¿en que casa vive?.-pregunto su mamá.
-Al final de la calle, no se muy bien, quiero jugar con ella. Esta fuera esperando.
-Entonces vamos para que la presentes, parece ser muy linda ella.- Sheylimar toma a su madre de la mano y salen a la calle.
-Esta allí.-señala hacia la acera.
-Hija allí no hay nadie.-dice su madre frunciendo el ceño.
-Mama, allí, es la niña se cabello chistoso.-sigue señalando.- ven.-jala a su madre hasta el lugar.-ella es Nathalea.-sonríe a su amiga.
-Allí no hay nadie.-dice su madre enojada.- no seas idiota, ven a bañarte para salir.
-No soy idiota.-dijo.- Adiós Natha.
-Adiós Sheyli.