-Mami, ¿por qué se llaman así?.- pregunta una pequeña niña de ojos color chocolate.
-Porqué, Papá Dios les dio ese nombre.-responde su madre paciente.
-¿Quien es Dios, mami?.-pregunta confundida la niña.
-Es el que creo a todos los seres vivos en el mundo entero.-dijo su madre, mientras hacia señas para que entendiera mejor.
-Oh, ¿y por qué no lo veo por aquí?.-volvió a preguntar. Mientras observaba su alrededor.
-Porqué es tan grande, que el mundo no pudo soportar su maravillosa presencia y lo envió a un lugar más grande, donde desde allí puede cuidarnos.-le sonrió su madre.
-Aún no lo entiendo, ¿Cómo puedo creer en algo que no veo?.-dijo la niña.
-¿Tú haz visto el viento?.-preguntó su madre, sorprendiendola, a lo que ella negó con la cabeza.-¿Haz visto la luz?.- la niña volvió a negar.-¿Haz visto esto?.-le sopla el rostro, haciendo que algunos mechones de su ondulado cabello se muevan. La niña niega.- Recuerda mi amor: no todo lo que vemos es cierto y no todo lo que no vemos es mentira.
-¡Gracias mami! Eres la mejor.-la niña antes mencionada abraza a su madre.
¿Por qué esa mujer no sigue su propio consejo?