-Mami, ¿puedo decirle a Mar la verdad?.-sonríe una pequeña nena.
-Aún no bebé, su madre tiene que venir a por ella.-le besa la cabeza su madre.
-Ahh, mami, otra vez tuve pesadillas.-llora la nena de piel quemada.
-Oh mi nena, no llores, ya pasó, duerme mi negrita.-su madre le canta y esta se duerme.
-Mami! mami! Halah no despierta, mami!!.-se escuchan estallidos.
-Bebé no llores, hoy cumples añitos.-su madre la besa repetida veces en la cara.
-¡¿Dónde esta la maldita negra?!.-entran unos hombres en uniforme a la pequeña casa de barro, con armas comienzan a disparar a todos los lados.- ¡Odiamos a la gente de color!.-gritan al unisono.
-Mami!.-grita una nenita, mientras ve a su madre a su lado... muerta.
-Matenla a ella también.-dicen los hombres. Uno de ellos ríe.
-Déjala, contar, lanzaran la bomba en menos de treinta minutos.-se carcajean.- que vuestro Dios te acompañe negra.-ríen más fuerte. La niña solo llora.
Minutos después. Todo es negro.
-¡¡Mamá!!.- llora Nathalea.
-Todo ya pasó...