Llegó el día esperado. Fue sentenciada. Veinte años después. Irá con sus amigos. Escribió una historia. Su historia.
La llamará: Conejito de papel.
Creyó que el título era el indicado, un conejo es una criatura inocente llena de vulnerabilidad y en el papel se puede escribir una historia, trazar líneas y formar imágenes.
"Conejito de papel": Pensó y lo escribió.
Ahora va con sus amigos. Es feliz.
Sheylimar era su nombre.