Conexión

C a p i t u l o 2

Me levanté agitado de la cama pensando que había sido eso, quise pensar que fue una pesadilla provocada por el nerviosismo que traía en la noche.

Seguido de mis pensamientos se escucho la alarma de mi celular a lo cual lo agarre rápidamente y observe la nota que me había puesto a mí mismo ayer.

“14 DE AGOSTO, 15 ANIVERSARIO DE AMISTAD”

  • ¡Es hoy! ¡Debo darme prisa! - Me bañe, me cambie y arregle mi cuarto lo mas rápido, y nervioso, que pude. Agarré mi mochila con el obsequio dentro y salí de la casa directo hacia la escuela. Blanca y yo no íbamos juntos en la mañana hacia la escuela puesto que tenemos horarios de entrada diferentes, pero toda la escuela tenia el receso a la misma hora, así que sería cuestión de horas para ser el hombre más feliz del mundo.

Estando en el salón no podía dejar de pensar en cómo me le declararía y las posibles respuestas que me daría “Ay tontito claro que quiero ser tu novia”, “Yo también quería pedirte que fueras mi novio”, “Ya te habías demorado taradito”. Era un sinfín de posibilidades que pasaban por mi cabeza en ese momento. Me pude haber quedado soñando despierto cuando entonces sonó la campana indicando la hora del receso. Por fin era hora.

Baje antes que nadie de la escuela y me escondí detrás de la fuente tal y como lo había planeado, solo era cuestión de esperar que Blanca apareciera y así sorprenderla.

Pasaron los minutos y el patio estaba lleno de alumnos, sin embargo, no se veía a Blanca por ningún lado. Pensé que era parte de su sorpresa así que esperé durante todo el receso a que apareciera, sin embargo, al pasar el tiempo sonó la campana de fin de receso y Blanca no había aparecido. Fue algo que realmente me puso triste pues yo ya tenia las cosas planeadas, pero mas que eso me preocupé de no haberla visto. Pensé que se había quedado en el salón haciendo algún trabajo y por eso no logro salir a tiempo.

Decidí regresar a mi salón y planear verla en la salida donde siempre, para hacer mi declaración en ese momento.

Al sonar la campana de salida, corrí rápidamente fuera del salón dirigiéndome a la entrada que era el lugar en el que siempre nos veíamos, sin embargo…no estaba ahí. La preocupación corrió por mi cabeza así que decidí mandarle un mensaje preguntándole si todo estaba bien, pero no obtuve respuesta alguna por lo que decidí dirigirme a mi casa solo.

Durante el camino me pregunté si debía pasar con Blanca y ver que había pasado, pero sentía que me vería muy intenso pues solo había faltado a clases y podría ser por cualquier cosa. Decidí no molestarla y no pensar de mas las cosas así que me dirigí a mi casa.

Al llegar fui directamente a mi habitación y me dispuse a ver mi serie favorita en Internet para tratar de olvidar mi intento frustrado del día de hoy.

No duré mucho tiempo viendo los capítulos cuando caí dormido en mi cama. Fue entonces que pensé que tendría uno de mis tantos sueños de adolescentes, pero en lugar de eso pude observar a Blanca atada en una silla enfrente mío.

  • ¿Qué significa esto? - Preguntándome a mí mismo desconcertado.
  • Despierta princesa, es momento de una segunda ronda. - Se escucho a lo lejos alguien diciéndolo con un tono “seductivo”. Eran dos hombres de complexión media con la cabeza cubierta y el cuerpo totalmente desnudo.
  • ¡NO! ¡SUELTENME! ¡DEJENME IR! - Gritaba Blanca mientras estaba siendo abusada grotescamente por aquellos hombres.
  • ¿Qué…rayos?...Sueltenla..¡Sueltenla!..¡SUELTENLA!

Desperté con lagrimas en los ojos después de exigir que se detuvieran sin éxito alguno. No podía explicar el porque había soñado eso. Agarré inmediatamente mi teléfono y marqué al celular de Blanca. Me mandó directo a buzón de voz, algo no estaba bien y tenia que averiguar de una vez por todas que estaba pasando.

Me cambié con lo primero que encontré a la mano y salí corriendo de mi casa directo hacia Blanca.

Al llegar toque fuertemente la puerta denotando mi desesperación.

  • ¿Emanuel?, ¿Qué pasa? -La mamá de Blanca se encontraba confundida al abrirme la puerta y verme en ese estado.
  • ¡¿Dónde está Blanca?! -Pregunté esperanzado de escuchar que estaba en su cuarto a salvo.
  • No ha venido desde ayer, esta en casa de Ana, una de sus amigas.
  • Si, la conozco, ¿podría llamarle a su celular y preguntar por Blanca por favor? - Noté que había dejado mi celular en mi casa por lo que pedirle a Lourdes que llamara por mí era la opción más rápida.
  • Claro Emanuel, toma asiento, enseguida le llamo.

Procedí a entrar y sentarme en uno de los sillones de visitas que se encontraba en la estancia principal. Este lugar la conocía como si yo hubiera sido el arquitecto que la diseño. Había estado aquí mas veces de las que podía recordar a lo largo de tantos años, sin embargo, en esta situación se me hacía imposible estar en paz en un lugar que siempre me hacía sentirla.

  • Hola Ana, disculpa ¿podrías comunicarme con Blanca por favor? - Pregunto Lourdes a través del teléfono de la casa.
  • ¿Blanca?, pero ella no está conmigo.
  • ¿Segura?, Blanca me dijo que iría en la noche a tu casa para dormir contigo. - Respondió la mamá con un pequeño tono de preocupación en sus palabras.
  • Así es, pero nunca llegó, se supone que nos veríamos a las 10:00 pm y nunca apareció. Supuse que se había arrepentido y decidió no venir…pero ¿Por qué pregunta? ¿Paso algo malo señora?
  • Eso es lo que estoy tratando de averiguar, muchas gracias por tu tiempo hija, hasta luego. - Colgando el teléfono logré notar la mirada de preocupación de Lourdes. – Emanuel, ¿podrías decirme que está pasando?
  • Se lo contaré todo después, si estoy en lo correcto no tenemos tiempo que perder, tenemos que ir con la policía ya.



#3600 en Detective
#1012 en Novela policíaca
#18383 en Fantasía
#6800 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: crimen, juvenil, ficcion

Editado: 09.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.