He tenido cuatro noviazgos, ninguno de ellos fue un enamoramiento serio, era muy joven, un adolescente y la mayoría de amoríos adolescentes son inocentes y con ninguna pizca de planeación. Fue el primer semestre de preparatoria que realmente sentir el amor, o quizás algo muy parecido a él. Era y es una chica hermosa, inteligente, seria, reservada, con carácter, apasionada, decidida, era la chica perfecta ante mis ojos jóvenes e inocentes y algo bobos también; destacaba en el inglés, las matemáticas, la literatura, tenía todo lo que yo no tenía, y creo que eso fue clave para poder enamorarme profundamente de ella. Nos llevamos muy bien para el poco tiempo de habernos conocido, nos hicimos mejores amigos, hablábamos largos ratos, horas, hasta altas horas de la madrugada, me encantaba, podía estar con ella todo el día por el resto de mi vida. Cada vez que surgía una situación que me hacía alejarme de ella, la evitaba; cuando no podía estar con ella, la buscaba, siempre que podía le hacía plática, me parecía una chica muy interesante (y lo era).
Estaba realmente enamorado, en las paredes de mi corteza cerebral estaba tallado su nombre, mis pensamientos surgían por ella. Nunca había leído hasta que ella me pidió leer sus libros favoritos, lo hice, y gracias a ella descubrí que me gustaba leer, pero no cualquier cosa. Un día le pregunté qué quería estudiar y me respondió: física; yo iba a estudiar administración, no porque me gustaba, sino porque era lo único que me interesó de todas las carreras que me dijo mi madre, y eso era todo. Luego me dijo que quería estudiar en la NASA; yo jamás me había planteado trabajar en otro país, estaban muy limitados mis pensamientos, mis aspiraciones, realmente no había algo que me motivara a seguir adelante, mis planes eran estudiar administración, trabajar de eso, tener un puesto importante, mi casa, carro y quizás una esposa e hijos; pero me di cuenta de lo vacío que estaba, si añadía algo como una carrera de física, los planeas cambiaban enormemente, nuevas puertas se abrían. Decidí buscar otra carrera.
Ella fue un pieza indispensable para que yo sea quien soy hoy, siempre estaré agradecido con ella.
Yo me iba a mudar, acabé mi primer año de prepa y me mudé, tratamos de vernos una vez, salir a ver una película al cine, pero nunca ocurrió. Decidí confesarle mis sentimientos por Email, pues ella estaba castigada. Ella no sentía lo mismo, me dolió mucho, quería dejar de existir, casi también de la misma forma cuando me dijo que le gustaba mi mejor amigo (uno de ellos), me enojé, y reconocí en ese momento mi egoísmo, y hoy y siempre lo reconoceré. La razón de mi enojo era si yo, él que estuvo con ella todo el tiempo, él que la hizo reír, la apoyó, la abrazó, leyó los libros que a ella le gustaba, no pude obtener el amor de ella, entonces ¿por qué un tipo que nunca tuvo el mínimo interés por ella, tenía su corazón? Eso le pregunté, ¿por qué te gusta? Y ella no sabía, como igual yo no supe el porqué de mi amor hacía ella.
Pero puedo decir, que si bien muy estúpido e injustificado mi enojo, sabía que lo era. Me pregunté ¿por qué me enoja? Que acaso ¿no es libre de que le guste un chico que no sea yo? Llegué en ese momento a la conclusión de que mi enojo era porque, si ella se hiciera novia de un chico que nunca intentó enamorarla yo quedaría en ridículo, y esa era la razón de mi enojo. Porque para todos era más que obvio mi amor hacía ella, me gustaba y se veía muy claro. Le conté a mi amigo que ella gustaba de él y le dije que la rechazara. Lo hice porque no es una buena persona ese chico, y por hacerme pasar un muy mal rato, aceptaría andar con ella; él sabía que estaba enamorado de ella y yo sabía que ese tipo no se merecía a una persona tan increíble, inteligente, hermosa como lo es ella.
Cuando me mudé traté de olvidarme de ella, mis sentimientos tardaron en desaparecer, un año después de que me mudé se fue en su mayoría. Intente convencerme de estar enamorado de una chica, me le declaré y me rechazó, le dije a otra chica que empezaba a gustarme, pero me rechazó. Una última chica, pudo haber algo, pero realmente no quería nada, era sólo un intento más por olvidarla completamente, no hablé mucho con ella después, y eso me ayudó mucho para olvidarme de ese amor, hasta la fecha ese ha sido mi único amor, nunca había experimentado algo así, fue muy hermoso.