Confesiones de una cazadora

Capítulo 18. [Canción]

ADVERTENCIA.

Este capítulo podría contener escenas de índole sexual fuerte o moderado.

[A mitad de capítulo escucha "Teeth" de 5 seconds of summer]

—No sabes cuanto lamento que tengas que pasar por esto, pequeña.

El hombre acarició el rostro pálido de Injae, pasó sus dedos por sus mejillas para limpiarle las lágrimas derramadas.

—Pero tengo algo que puede ayudarte. —Le entregó una daga—. Si de verdad crees que tu vida es tan miserable, ¿por qué no acompañas a tu familia en el más allá?

Horas antes.

—Puedes ir con tu amiga loba —expresó irritada—, yo pasaré el rato por ahí.

Caminó hacia una mesa con pinturas y pinceles que usaban los visitantes para pintarse el cuerpo con pintura neón.

—No puedo dejarte sola vagando por ahí en un sitio como este luego de lo que pasó en el granero —alegó serio.

—Sé protegerme yo misma.

—Esa noche no dice lo mismo.

—Estaba en desventaja por unos tragos de más.

Jace estaba por seguir alegando hasta que vio como Injae se desabotonó la camisa para quitársela.

—Pero ¿quieres seguir hablando de eso o prefieres ayudar a pintarme el cuerpo?

Arqueó una ceja y alzó un pincel para insinuarle. Jace se quedó balbuceando al mirarla sin camisa, solo en un top de encaje rojo.

—Definitivamente prefiero tu cuerpo —titubeó. Se aclaró la garganta—. Pintar tu cuerpo —corrigió.

Injae se mordió el labio sonriendo pícara por haber puesto nervioso al rubio. Le entregó el pincel y este empezó a dibujarle en el pecho, después se quitó la camiseta para que ella hiciera lo mismo en él.

Bebieron unos tragos más, hicieron juegos de beber con otros y se rieron mucho; Injae se fue por otros tragos para ella y Jace, cuando regresó encontró al rubio rodeado de algunas chicas atractivas y sobrenaturales.

—Tu trago —avisó dándole el vaso.

De pronto las chicas se dispersaron lejos de ellos haciendo que Jace se riese.

— ¿Lo haces a propósito? —Entrecerró sus ojos.

—No sé de qué hablas.

—Claro… ¿quieres bailar?

Injae sonrió de lado y caminó hacia atrás para que él la siguiera hacia el centro del lugar donde el resto estaba bailando e inhalando más del humo rosa. Bailaron muy pegados dejándose llevar hasta que se quedaron viendo unos segundos.

—No deberías beber tanto —mencionó Jace.

—Y tú no deberías contenerte tanto…

La chica soltó un poco del humo que inhaló y se alejó sonriendo para meterse en otro grupo con el qué bailar.

Después de un rato la chica llamó al celular del rubio, pero este no contestaba. Entró al baño para refrescarse la cara porque empezaba a sentirse más mareada de lo que podía soportar; escuchó ruidos y risas adentro de uno de los baños, imaginó lo que podría pasar adentro así que lo ignoró y volvió a llamar a Jace.

El sonido de un celular sonó adentro del mismo baño con personas. Injae volteó a ver y caminó hacia él en silencio.

“No contestes” “Déjalo sonar… te dije que esto era mejor”

“Ya lo apagué”

Injae se aclaró la garganta lo más alto que pudo para interrumpirlos. La puerta se abrió de golpe por la misma morena de hace un rato y con esta estaba Jace que tenía los pantalones abajo y a ella a horcajadas sobre él.

— ¿Te importa? Estamos en medio de algo —insinuó molesta.

La castaña miró al rubio y reviró sus ojos con ironía; le lanzó el preservativo que su tía le dio cuando se despidió.

—No vayan a sobrepoblar más el planeta, ¿quieren?

Tomó su camisa del lavabo y salió de los baños seguida de Jace llamándola mientras se iba abrochando el pantalón, pero la morena lo detuvo del brazo y lo jaló de vuelta a ella antes de que pudiera él salir de los baños.

—Déjala —susurró en su oído—, hay algo que terminar.

Jace no luchó ante la seducción de la loba y regresó con ella.

Injae se perdió en el camino hacia la salida por tanta gente que había cerca drogándose con el humo y exhalándolo junto a ella.

— ¿Todo bien, linda? —Dijo un vampiro—. Te puedo ayudar…

—Gracias, pero ya me iba —titubeó nerviosa.

— ¿Tan pronto? Recién empieza a ambientarse el lugar —comentó un hombre detrás de ella.

La chica volteó asustada al oírlo, bajó su vista hacia su cinturón y le vio una daga.

—Eres un cazador…

—Un redentor, más bien. —Sonrió y le hizo señas al vampiro.

Injae notó la señal y volteó rápido hacia atrás, pero el vampiro le sopló polvo rosado, el mismo con el que estaba hecho el humo del club. La chica cayó ante los brazos del vampiro que se la llevó cargando.

Más tarde Jace salió del baño con la chica, estaba relajado y seguía coqueteándole hasta que vio la camisa de Injae puesta en otra mujer. Se acercó a esta y le reclamó por la camisa, pero solo le dijo que vio a un vampiro cargar a una humana.

—Solo ella es tan estúpida para venir a un club sobrenatural —comentó la morena junto a Jace—. Ya déjala, no creo que logres encontrarla a tiempo.

— ¿De qué estás hablando?

La chica se sonrió perversa y Jace entendió que todo había sido una trampa para alejarlo de Injae y llevársela.

—No voy a negar que distraerte resultó mejor de lo que pensé, así que deberíamos repetirlo en otra ocasión. ¿Sin resentimientos?

—No volvería a tener sexo contigo, aunque me pagaran por hacerlo —dijo asqueado—. Ahora vas a decirme a donde se llevaron a Injae o vamos a tener más problemas de los que ya tenemos… linda.

Apretó su mandíbula, así como apretaba los brazos de la loba frente a él. Cuando logró saber por dónde la llevaban intentó ir en su auto, pero su llanta había sido ponchada así que siguió a pie mientras trataba de rastrear el aroma de Injae y al mismo tiempo conteniéndose de cambiar a su forma de lobo para no perder el control.




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