Confesiones de una cazadora

Capítulo 96.

ADVERTENCIA.

Este capítulo podría contener escenas de violencia fuerte o moderada que podrían herir la sensibilidad del lector.

 

Petaluma, California.

Injae se metió al estudio de Gerard en busca de algún papel que tuviera la firma de Yurim, revoloteó los papeles en el escritorio y al encontrarlo, tomó una foto. La puerta empezó a abrirse, Injae se escondió bajo el escritorio para esperar a poder salir.

—Cálmate —exigió exasperada—. Mireya dijo que la novia de su padre tiene conocidos que son invasores, además es algo así como la bruja protectora de Injae…

—Qué ridículo. ¿Planean hacerme un exorcismo?

Injae salió de su escondite y los Evenson brincaron del susto.

— ¿Qué diablos haces ahí escondida?

—No estaba escondida —mintió carraspeando—, buscaba mi celular que se cayó.

—Claro… ¿y qué haces aquí?

—Te buscaba. Debes firmar una autorización para la creación de una nueva arma que solicité en la armería.

Yurim arqueó su ceja y sonrió burlesca.

—No —afirmó tajante—. No te autorizo nada, no puedes tener un arma nueva. Ahora sal de aquí, esto es privado.

Injae apretó su boca conteniendo algún comentario negativo, pero salió del estudio revisando su celular con una sonrisa para irse a su casa apurada.

En la noche, los encargados del dementor transformado se pasaron por su jaula para ver en qué estado estaba, pero seguía dormido.

A la mañana siguiente, Injae llegó entusiasmada con James.

— ¡Ta ra! —Desdobló una hoja para enseñársela—. Una autorización firmada por Yurim Evenson como me pediste.

El chico le echó un ojo y sin mucho interés la dejó en una esquina de su mesa.

—Ahora ya podemos fabricar tu arma. —Le sonrió—. Tengo el diseño casi listo, solo faltan unos detalles, pero me gustaría que lo vieras y me dijeras si debo cambiarle algo.

Sacó un plano azul con el diseño del arma que Injae pidió y le explicó los detalles del funcionamiento de esta; Injae asentía a cada cosa que le decía James y de vez en cuando hizo unas sugerencias y señalamientos.

—Bien, entonces si ya no hay más que hacerle al diseño, empezaré a trabajar con el material…

Injae le plantó un beso en la mejilla con fuerza.

— ¡Eres el mejor! ¡Gracias!

Yurim estaba en el estudio con la cabeza metida en los papeles, revisando informes y carpetas una y otra vez hasta que Félix entró con un plato de hot cakes y una taza de café.

—Quizá no sea una buena combinación, pero… hice lo que pude —bromeó.

La pelinegra alzó la vista al chico y sonrió ladeando su cabeza al verlo frente a ella con las manos ocupadas.

—No tenías qué.

—Sabes que no me molesta hacerlo —contestó ocultado su mirada al poner el plato en el escritorio—. Debes comer ya, antes de que se enfríe.

—Gracias, Félix.

El rubio se sentó a verla comer y sonrió sin que ella lo notase.

— ¿Ya saben algo sobre lo de Injae?

Yurim contestó antes de poder pasar la comida y Félix la vio con gracia, por lo que Yurim se cohibió.

—Lo siento…

Se detuvo con nervios al verlo ir hacia ella tan cerca y luego su rostro se enrojeció cuando sintió el roce de las yemas de Félix en su labio inferior.

—Tenías un poco de crema batida.

Yurim asintió agradeciéndole, bebió su café con prisa olvidando que estaba caliente, un quejido salió de ella en compañía de un pequeño insulto que le dio risa al chico de rulos.

—Entonces Mireya irá con Stella y Yohan a buscar a una bruja invasora, ¿qué pasará luego? Me refiero a Gerard y a Injae, porque no creo que vaya a gustarle mucho que le haya reprimido sus emociones.

—Nos preocuparemos de eso luego, lo que importa es que vuelva a ser la misma Injae llorona de siempre.

— ¿Nos? —La miró jocoso—. ¿Admitiste que te preocupa Injae?

—Pff. No digas tonterías, me preocupa mi hermano y a él le preocupa mucho ella, así que… no tengo de otra más que andar arreglando sus líos.

—Scott es tu dolor de cabeza, Injae es el de Scott, me pregunto quién será el de Injae —añadió burlón recargándose en la silla—. ¿Serás tú?

—Ja-ja-ja —imitó una risa con sarcasmo—. El dementor sigue dormido, ¿verdad?

—Es asombroso como logró volver a su forma humana, ¿será que esta sea su primera vez?

Yurim resopló sobándose la frente con cansancio.

—Hay muchas cosas sucediendo y no entiendo ninguna de ellas, pero parece que todo está relacionado, aunque no entiendo la razón —expresó exasperada—. La corporación Brizz tiene relación con los Redentors, Hermione trabajaba con los Redentors también, luego el hijo de Arkain que puede estar aquí, el asunto de los dementors sueltos, ahora un medicamento a base de sangre de licántropo.

—No olvides los secuestros de personas con ADN licántropo del año pasado, les activaron su maldición para llevárselos.

—También las brujas, hechiceros y hadas que nunca encontraron. —Suspiró viendo las carpetas—. Solo falta que quieran secuestrar demonios.

—Cielos, no lo digas —replicó con tono de broma y suplica—. No quiero tener que enfrentarme a un demonio.

— ¿Crees que la corporación Brizz pidió secuestrar a estas criaturas? Quizá también las usen como conejillos de india, así como a los lobos.

—Pero ellos no sanan, no veo en que puedan beneficiarse experimentando con su ADN…

La alarma de seguridad del instituto sonó por toda la casa y encendió una luz roja en todas las habitaciones.

— ¡El dementor! —Exclamaron ambos y salieron corriendo.

Cuando llegaron a la bodega de jaulas junto con otros miembros más, vieron que los custodios estaban heridos y que había un hueco en la cortina de metal que daba hacia el campo.

Los heridos fueron llevados a la enfermería y Yurim reunió a todos en el gimnasio.




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