Estas son escenas eliminadas que se descartaron en la corrección y edición de la historia, lo que significa que no son canon y por tanto no afectan la continuidad de la historia.
Capítulo 64. Andreas es amoroso con su hija en Sølvbyen.
Scott ya tenía catorce años y entrenaba en Sølvbyen con otros chicos de su edad y con su hermana mayor, Yurim.
Andreas llegó al instituto como cada tres meses para ver al avance de sus hijos, quienes se habían vuelto de los mejores de toda su generación, sobre todo Scott.
— ¡Padre! —Saludó Yurim emocionada.
—Mi ave más pequeña, luces hermosa. —Extendió sus brazos para abrazarla con gran aprecio.
—Papá… tengo diecisiete, ¿hasta cuándo dejarás de llamarme así?
—Para un padre, sus hijos siempre serán un ave pequeña —bromeó y le dio un beso en la frente—. Su madre está en el comedor, ve a saludarla en lo que hablo con tu hermano.
La mirada del hombre se fijó sobre el muchacho que se mantenía callado, pero en comparación con la forma en que veía a la chica, esta vez parecía molesto.
—Padre…
—Yurim, haz caso. —No quería desquitarse con ella así que se contuvo.
Yurim obedeció y se marchó cabizbaja. Cuando se quedaron a solas, Andreas avanzó hacia Scott y le dio una cachetada fuerte.
—Una bruja… —mencionó indignado—. ¡¿Fue así como te eduqué?!
Capítulo 105. Kalisman secuestra a Injae frente a todos.
El joven humano se levantó temblando de Scott y se paró junto a Kalisman, los cazadores auxiliaron a Scott que estaba casi inconsciente por los golpes.
—Debemos llevarlo rápido con un médico —comentó un chico.
Injae se acercó a Scott y le puso sus manos cuidadosamente sobre sus mejillas rojas, calientes e hinchadas; él tomó una de sus manos y la quedó viendo apenas con uno de sus ojos hinchados.
La chica respiró molesta y se dio media vuelta encaminándose hacia Kalisman.
—Eres un… —Se frenó de golpe cuando un vampiro tomó el cuello de Maxon.
—No dije nada sobre que mis hombres no pudieran matarlo. —Extendió sus manos y sus vampiros expusieron sus colmillos—. Lo dejaré ir si vienes conmigo.
— ¿Qué? Estás demente…
—Ya me lo han dicho, gracias. —Aclaró su garganta y se acercó a Maxon para verlo fijo—. Así que decide, ¿el cazador o el humano? Si no eliges tú, puedo matar a ambos…
—No. —Lo miró molesta—. Iré contigo, solo déjalos a ambos.
Injae iba a dar el paso para irse, pero Scott tomó su mano queriendo detenerla, pero apenas pudo pronunciar su nombre. Injae bajó su mirada hacia la mano de Scott con la suya y tragó saliva con esfuerzo, lo volteó a ver y avanzó hacia Kalisman sin querer soltar la mano del pelirrojo, pero tuvo que hacerlo al alejarse más.
—Qué decisión tan lista, cazadora original. —La miró pasando junto a él y ordenó—: Revisen que no lleve armas.
Capítulo 160. Muerte original de Torres por orden de Injae.
Injae había causado una fuerte impresión no solo al Orkunato, sino también a sus cazadores luego de semejante acto. Caminó en medio de ambos hermanos para ir hacia la multitud y se detuvo en el centro de esta para voltear a verlos, ahí levantó la voz.
—Los perdono por lo que hicieron, por eso les mostré piedad… pero no prueben mi paciencia si no quieren conocer mi furia porque quien se atreva a traicionarme, me aseguraré de que maldiga mi nombre en su último aliento. —Volteó a ver al grupo y añadió—: Y eso va para todos.
«¿Querían conocer al diablo? Ahora lo harán»
Injae estaba determinada a enterrar a sus enemigos, no solo metafóricamente.
Mandó a llamar a Alec a su estudio y cuando él llegó, la encontró limpiando con mucha delicadeza una daga sin grabados ni empuñaduras especiales, solo una daga cualquiera.
—Fue un gran acto, muy entretenido —comentó sarcástico a su espalda—. ¿Qué más planeas para el show? Porque presiento que todavía no ha acabado.
Injae se dio vuelta y sonrió maliciosa, lo apuntó con la daga y luego hizo el gesto de degollarse a ella misma con burla. Alec no lo comprendió. Injae se separó del escritorio, caminó despacio hacia él mientras jugaba con la daga entre sus manos enguantadas para que al llegar se detuviera junto a él cerca de su oído y susurrara:
—Mata a Torres.
Su voz lo dejó helado. Ninguno dijo algo más, ella le pasó la daga y se marchó pasando delante de él.
Alec miró al escritorio y visualizó enseguida el artefacto de teletransportación que usaron antes para ir a Sølvbyen, le pareció curioso que estuviera a la vista tan fácilmente, pero sabía que Injae era muy minuciosa con los detalles así que el artefacto estaba ahí por una razón.
En Sølvbyen.
El Orkunato se quedó discutiendo sin parar por lo que pasó con Injae mientras Torres escuchaba en secreto por detrás de las puertas.
“¡¿No qué era una niña estúpida e ingenua?!”
Torres se alejó de allí y levantó su móvil, el cual tenía una llamada en curso.
—El Orkunato está furioso…
El hombre del otro lado de la llamada estaba irritado por Injae, pero molesto con Torres por lo que pasó en el juicio de los Evenson.
— ¿Cómo te atreviste a enviar a mis hijos al matadero para salvar tu sucio pellejo?
La mujer tragó duro y quiso negarlo, pero este se le adelantó.
—Fuiste muy estúpida si creíste que no tenía más ojos que te vigilaran.
—Andreas, te ofrezco disculpas, prometo que no pasará de nuevo…
Unos pasos se oyeron detrás de la mujer, ella volteó lento y alcanzó a ver a un hombre alto vestido todo de negro y encapuchado. Antes de que Torres pudiera gritar por ayuda, el hombre le cortó la garganta con un solo ataque rápido que salpicó la pared de sangre.
—A mí nadie me traiciona y se mantiene con vida, Rosemary… ¿me estás oyendo, maldita traidora?
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Editado: 04.04.2024