Siempre pensé que las novelas de romance exageraban describiendo las sensaciones de alguien enamorado.
En mi mente decia: es estúpido, nadie puede sentir que fuegos artificiales explotan al besar a otra persona.
Pero no podría estar más equivocada, que ilusa fui, porque ahora la vida se ríe de mi justo cuando me besas.
Estúpidamente siento un sin fin de sensaciones, como si mi cuerpo entrara en cortocircuito.
Con tan sólo mirarte mi corazón se acelera desbocado como si en una carrera se encontrase, mi sonrisa se ensancha y mis nervios una y otra vez afloran por ti.
Electricidad recorre mi piel con cada caricia y la sobrecarga sensorial que producen tus besos es una completa locura.
Mi cuerpo tiembla anticipadamente por tu cercanía, haciéndome anhelar tu presencia.
Por eso amor mío debo confesar, que sabré con certeza si llegase un día en el que te deje de amar.