Los Ángeles, California. Noviembre 2012
Dylan
Mi teléfono sonó, otra vez. Hace una semana que folle con Becca solo para olvidar los problemas y a cierta charlatana que se hace llamar vidente. Pero al parecer ella no entendió el concepto de sexo esporádico, a pesar que hace tiempo que se lo vengo explicando.
Becca me llama dos veces por día y manda mensaje cada pocas horas. Ha sido una semana pesada y a eso aumenta que tengo una mujer siguiéndome como mi sombra, bueno, jodidamente no tengo un buen humor. Ni siquiera sé porqué acepte almorzar con los chicos y no quedarme en cama todo el maldito día. No, espera, si sé. Darius es un hijo de puta que sabe como obligarte hacer lo que quiere que hagas.
—Mañana te espero en el Bizkaia. Tres de la tarde. Puntual. — Ni siquiera dejo que hablará. Las órdenes son su especialidad, el porqué es un artista en lugar de militar está mas allá de mi comprensión.
Baje de mi auto. Camine directo a la entrada del pequeño Bizkaia, Linda me vio desde antes de entrar y en cuanto llego a mi, me tomo del brazo y me llevo directo a la mesa donde está Darius. Esta mujer se toma demasiadas libertades, me recuerda a mi. Sonrió ante ese pensamiento
— ¿Siendo el primero en llegar? ¿Soy yo o cada día estoy mejor con esa mierda de la puntualidad? — Tome asiento y admire la vista, este lugar trae mucha tranquilidad.
— Si, bueno... no por mucho. — Darius movió su mentón señalando a los chicos que llegaban del brazo de Linda.
— ¿Linda?
—¿Si, Dylan? —Ella sonrió, Dios esa mujer me conoce.
—La basura no se deja aquí —Soltó una carcajada mientras se iba.
— Idiota —. Gabe y Johan me dijeron al unísono.
—Lo que sea —Mire como ese par se enfrascaba en una discusión.
—Rubias.
—Morenas
—Rubias
—Morenas
—¡Joder, rubias, entiende! —Gabe esta perdiendo la paciencia. Pero el debe saber que quien discute con Johan, termina perdiendo parte de su cordura. Darius levanto la mirada de su teléfono solo un instante, sabiamente decidió no meter entre esos dos.
—¿Ahora por qué discuten? — Yo no era tan sabio.
—Aquí, nuestro querido Johan, insiste en que las morenas son mejores que las rubias y...
— También más ardientes —Interrumpe Johan con una sonrisa que solo irrita más a Gabe
—... yo me veo en el deber de diferir ya que MI novia es rubia.
—¡Puta madre! Ves, idiota, esa es la maldita prueba viviente que Dios se tomo su maldito tiempo con las morenas. — Johan señala, eufórico, hacia la entrada del Bizkaia.
Jodidamente empiezo a creer que el bastardo de Johan tiene absoluta razón. Bajando los escalones de la entrada, está una caliente morena. Cuerpo increíblemente bien proporcionado, piernas que deberían estar... ¡Maldición! Esta chica tiene un cuerpo perfectamente follable. Entra con ese paso de "Mírame, soy follable, pero cariño, hoy no es tu día". Lleva una falda ajustada, tacones y una blusa manga larga. Dios, se ve como la secretaria que todos quisiéramos follar .
Camina directo a nuestra mesa, es en ese momento que me doy cuenta que casi medio restaurante la mira, en nuestra mesa todos la miramos, no, Darius no la mira, el esta fulminando a todo mundo. ¡Mierda! Creo que ella es la razón de este almuerzo, noto que los chicos no han captado la mirada de Darius así que decido salvar el día. Dios, soy un puto héroe.
—¿Una servilleta? Creo que tienen un poco de baba. — Gabe instantáneamente sale se su transe, a Johan tengo que patearlo, funciona, me da mirada fulminante pero le señalo con el mentón a Darius, que continua matando a todos con la mirada. Estoy por preguntarle si la morena follable es algo de él cuando ésta llega.
—Lamento el retraso, hubo un accidente unas cuadras antes. Afortunadamente no fue nada serio. — La morena llega respirando, algo agitada — Por cierto, Soy Vanessa Lombardo, represento a Constructora Lombardo. Supongo que el señor Gregson quiso presentarme a ustedes para que también me conozcan.
Darius se hace el loco mientras la morena-Vanessa lo fulmina. Soy idiota pero no tanto como para no notar que entre estos dos existe algo.
—¡Perfecta! ¡Estas contratada! —Johan se levanta y toma la mano de la morena sacudiéndola eufóricamente. Después le pasa el brazo por la cintura mientras le susurra algo al oído. La morena sonríe con coquetería. Darius se levanta bruscamente, algo me dice que si no intervengo habrá un homicidio.
—Hannah esta embarazada —Dice Gabe, provocando que todos lo miremos, impactados.
—¿Estas hablando en serio? — Siento sudor frío correr por mi columna, y eso que no soy el papá. Darius se ha quedado sin habla y Johan soltó a Vanessa para poder sentarse sin dejar de mirar a Gabe.
—En realidad... no, pero vi la única manera que me pusieran atención. —Soltamos un suspiro de calma colectiva, la morena solo tomo asiento entre Darius y yo — Ella no esta embarazada pero creo que es hora de avanzar y pedirle algo como... que vivamos juntos o casarnos...
—Mierda, yo ya me imaginaba de tío. Maldito seas, Gabe, me haces ilusionarme —Johan se hace el dramático, aliviando un poco la tensión.
Me quedo pensando en lo que dice, Gabe está igual que yo cuando estaba loco por Connie. Quería dárselo todo y ella solo quería sacar provecho de ello. Regreso de mis recuerdos cuando habla la morena.
—Bueno... creo que debo retirarme, esto — Nos señala a los tres — ya es charla de amigos, otro día podemos ponernos al corriente del proyecto.
¿Proyecto? ¿De qué habla?
— ¡Morena, llámame! —Johan se levanta inmediatamente, toma teléfono de Vanessa, que tenía en su mano y tal parece que le escribe su número — Para hablar mas detalladamente sobre el proyecto.
La morena lanza una mirada a Darius y sonríe.
—Yo te llamo — Fue lo único que dijo antes de irse con paso seductor y un sexy ligero balanceo de cadera. Johan silbo.
—¡Mierda! Esa chica debería estar en mi cama.
—Ni en tus mejores sueños. — Gruñe Darius, pero lo dice en voz tan baja que probablemente soy el único que lo escucha.
—¿Entonces qué? ¿Te echarás la soga al cuello y se mudaran juntos? Porque sí es así yo quiero saberlo para preparar la mejor despedida a tu departamento de soltero que en tu puta vida puedas tener. —Río, Johan realmente haría una gran fiesta.
—Yo sinceramente opino que jodidamente tienes probar que tal la vida en compañía antes de hacer una putada como casarte ¡Joder! No te quiero ver infeliz. —Digo un una sonrisa.
No es que no quiera que mi amigo sea feliz, lo que no quiero es que se arrepienta. Después de mucho hablar Gabe por fin decide que primero probarían con vivir juntos antes de hacer una estupidez.
—Bueno, ya terminado este tema nos puedes decir ¿Quién demonios era la morena y de que puto proyecto habla? —Ahora que salve a mi amigo de lanzarse por un abismo, digo, de su loca idea de casarse, era hora de hablar de follable morena.
—¿Recuerdas lo que Johan me obligo a ser responsable?
—¡Maldición, amigo! Era broma lo de conseguirme esposa para hacerme la comida. —Johan niega repetidas veces pero entonces veo ese brillo de malicia ¡Ja! El bastardo ya encontró alguna ventaja.
>>Aunque bien podría follarmela por un buen tiempo — Sonríe con picardía. Siento a Darius tensarse a mi lado.
—No hablo de eso —Darius negó rotundamente. Interesante, muy interesante. —Hablo del proyecto para abrir el centro de apoyo juvenil.
Se escucho una jodida exclamación colectiva de puto entendimiento cuando comprendemos de que habla.
—¿Entonces que papel tiene la morena en eso? —Dije lo que probablemente todos nos preguntábamos.
—A veces realmente creo que son idiotas, ¿Acaso no escucharon que representa a Constructora Lombardo? Es la encargada de la construcción del centro y ya que Dante nos obligó estar involucrados en el proyecto, bueno... ustedes me obligaron a mi para ser el que este involucrado, ahí fue donde la conocí.
— Y así chicos es como conocí a su madre. —Gabe y Johan soltaron una breve carcajada por mis palabras.
—¡Púdrete, Dylan! —Me hice el ofendido y Darius me mostro el dedo corazón.
Pasamos el resto de la tarde lanzando burlas sobre la morena y Darius. Me preocupa un poco el que Johan se la folle sin importar que opine Darius.
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Editado: 12.08.2019