Confía en Mí

Mi cabello suelto con mis ondas naturales, toda la noche me había dado clases de maquillaje. Y como actuar, me sentía super segura de mí misma.

Lilian y Marion se fueron antes de que fuese la hora de desayunar.

Como mi desayuno y tome mis lentes de sol y Sali de la casa. Me sentía una persona distinta, mi perfume lo podía sentir hasta yo misma.

Imitarlo quizás sería una opción para llegar a él así que lo tomaría como primera prueba.

El estaciono su auto enfrente de mi casa, la puerta alta se abrió y Sali con una sonrisa en mi rostro.

—Buen día —dije con una sonrisa sin esperar que el contestara.

Sentí por un momento por unos segundos su mirada sobre mi.

Pero nuestros perfumes se mezclaron en el auto. Me baje del auto y tome su mano confiada, no me importaba si él la tomaba de la misma manera.

Me sentía una diva total, al entrar me quite los lentes y chicos y chicas no dejaban de mirarme.

Mi nuevo cambio me encantaba y me hacía sentir la más hermosa de todas.

La primera hora las miradas de los amigos de Emeric no pasaron desapercibidas.

Nos dirigimos todos a la cafetería tome la mano de Emeric que actuaba como si nada hubiese ocurrido.

Me senté a su lado con mi bandeja y la comida.

—Te ves hermosa Elise —dijo Simon que estaba sentado del otro lado de la mesa.

—Gracias —dije sintiendo mis mejillas arder.

—Es una lástima que personas no se den cuenta de la persona que tienen al lado —continuo Alban.

Mire de reojo a Emeric que estaba con el ceño fruncido.

—¡Esta noche hay fiesta! —exclamo Ariane una de mis compañeras que era demasiado conocida aparte de que su padre era dueño del centro comercial más importante.

—¿Invitaras a esos sujetos de las motos? —pregunto Marius con desagrado.

—Ay son buenas personas además ellos traen cositas que a ti te gustan —dijo ella pasando una de sus manos por el cuello de Marius.

Mire a Lilian que estaba sentada al lado de Simon y ella hacia movimientos con sus cejas.

—Nosotras iremos —mire a Ariane que me miro con una sonrisa.

—¿Elise? ¡Jajaja por supuesto! ¡Serás mi invitada especial! No suelo verte en fiestas pero supongo que eres divertida —dijo ella guiñándome un ojo.

Sentí mis mejillas ruborizarse y miré a Emeric, que se puso de pie sus amigos y todos los presentes lo miraron. Me puse de pie y lo seguí.

<< No es buena idea Eli >>

—Emeric —dije alcanzándolo casi al final del pasillo.

—¡¿Por qué me sigues maldita sea?! ¡Quiero estar solo! —el me miro enojado y yo me detuve.

El volvió a darse la vuelta para alejarse perdiéndose en el pasillo.

¡Ahg! ¿Por qué me molestaba con ese imbécil? Puse mis ojos en blanco y me crucé de brazos volviendo a la cafetería.

—¿Problemas en el paraíso? —pregunto Simon con una sonrisa.

¿Paraíso? ¡Eso era el infierno! ¡El peor de los infiernos!

—Es Emeric no lo sé —dije bajando mi cabeza mirando mi bandeja.

Termino la hora del almuerzo y las horas pasaron, ese día tenía clases de deportes y amaba nadar.

Entre al vestuario lamentaba por mi maquillaje, aunque según Lilian ese maquillaje era aprueba de agua.

Sali de allí y vi a los otros cinco chicos que iban conmigo desde el primer año. Aunque alguien nuevo llamo mi atención.

Un chico de piel bronceada y cabellos algo largos se recogió el pelo para ponerse el gorrito.

—¡Muy bien alumnos! Este año saben que uno de ustedes ira a competir a las nacionales —inicio la profesora diciendo y mirándonos a todos.

Me tiré al agua y empecé a calentar, ir y venir me sentía relajada y en paz cada vez que nadaba.

Hasta que llegue a la parte más profunda de la piscina.

—Wow que eres rápida —dijo el chico nuevo mirándome con una sonrisa.

—Gracias —sonreí y el chico se quedó observándome unos segundos— No me pareció verte antes.

—Ah si no asisto a esta escuela es demasiado costosa para mi… me gane la beca para participar de este equipo.

—Soy Elise —dije extendiendo mi mano y el la tomo sonriente.

—Bastien —respondió.

 —Ah que te gano Bastien —dije retándolo a una carrera.

—Mmm ya lo veremos.

Los dos empezamos a nadar fue casi simultaneo llegar al otro lado.

La clase termino y los dos salimos del agua era un chico bastante simpático y divertido algo que me agradaba.

—Espero volver a verte —dije despidiéndome de el.

—Lo mismo digo —el me sonrío y luego me guiño el ojo.




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