Confía en Mí

20°

Y él era lo único que rondaba por mi cabeza, ni siquiera podía dejar de pensar en esa tarde y en la manera que nos miramos.

<< Emeric >>

Su maldito nombre no quería salir de mi mente y era un constante pensar. ¿Qué iba hacer?

—¡Lista! —exclamo la mujer que hacía años arreglaba mi cabello— señorita Elise quedo como una hermosa princesa.

Me mire al espejo y me veía divina, me dirigí hacia mi closet y busque el vestido.

No me sentía allí y me di cuenta al momento de prender mis zapatos. Mi mente estaba en otro sitio.

Al salir de mi cuarto oía las voces de la primera planta de la casa. La suave música clásica que se percibía mezclado de los murmullos.

Me pare al pie de la escalera observando a todas las personas de alta clase con sus familias, la mayoría allí eran socios y amigos de mis padres.

Baje las escaleras encontrándome con mi padre al final de las escaleras.

—Mi Eli estas preciosa —dijo mirándome con una sonrisa.

Mamá apareció también mirándome de arriba abajo.

Papa y yo caminamos hasta donde se encontraba el piano, mis ojos se abrieron como platos al ver a Julien era la persona que estaba tocando melodías.

—Feliz cumpleaños Elise —dijo el mirándome a los ojos sin dejar de tocar.

—Gracias Julien —respondí con una gran sonrisa.

Me gire mirando a los invitados, la música se detuvo, mis ojos llegaron a donde estaba mi madre junto a Natacha y Olivier.

En otro rincón estaban mis abuelos y los abuelos de Emeric, pero a este último no lo divisaba por ningún lado.

—Antes que nada quiero desearle un feliz cumpleaños a la princesa de esta casa mi hermosa hija —todos empezaron a aplaudir— también agradecerles a todos ustedes por estar aquí en este día tan especial… ya que como sabrán mi futura heredera estará a cargo de mi empresa junto con Emeric ¿Dónde estás muchacho?

Mi padre recorrió con su mirada al público hasta que entre ellos el apareció con un hermoso traje negro pero sin corbata y los primeros botones de su camisa desabrochados.

—¡Ven aquí hijo! —indico mi padre a lo que el trataba de disimular podía ver su nerviosismo y lo avergonzado que se estaba sintiendo.

Me reí por su cara que de repente sus mejillas habían tomado color.

El al verme me sonrío y fue cuando nuestras miradas se conectaron.

Camino quedando a mi lado y papa sin dejar de sonreír levanto la copa de champagne.

—Me sorprende ver que viniste de traje —dije mirándolo a él como si estuviésemos solos.

El soltó una risita y me miro a los ojos, las cosquillas en mi vientre aparecieron.

—Dije que seriamos libres… algún día —me reí ante su comentario.

Y de repente todos empezaron a aplaudir, los dos salimos de nuestra burbuja y miramos hacia los invitados.

—¡Ya bésense! —exclamaron en un rincón donde justamente estaban compañeros de la preparatoria.

Los adultos comenzaron a reír y papa se alejó dejándonos a los dos solos.

—Viva esta futura pareja que estará a cargo de una de las empresas mas importante de la industria —comento el tío Octavis.

El tío Octavis era hermano de Olivier el padre de Emeric, el era un sujeto no muy agradable y que no teníamos buenos recuerdos de ese señor.

Mire a Emeric que ahora fruncia el ceño ese tío no era su favorito y tampoco una persona de mi agrado.

Pude ver la actitud de Emeric que se enderezo con su postura.

—Veremos que tan fuerte son estos jovencitos —dijo a lo que muchos lo ignoraron.

Pero Emeric y yo lo habíamos escuchado a la perfección, el apretó sus puños a cada lado de su cuerpo.

La música se subió de volumen y todos volvieron a conversar entre ellos.

—Odio a ese sujeto —dijo el con enojo.

Trague saliva y mire hacia donde el lo estaba haciendo, y su tío estaba mirando en nuestra dirección con ese rostro lleno de malicia.

—Emeric —dije buscando su mirada— Emeric…

El me miro a los ojos y su ceño se relajó por unos segundos.

—Es mi fiesta de cumpleaños… —aparte la mirada y mire hacia donde estaban nuestros padres— vamos con los demás.

Movió su cabeza asintiendo, se giró para caminar hacia donde estaba el grupo de compañeros que eran pocos.

—¡Estas preciosa! —exclamo Lilian con una sonrisa.

Una Marion algo molesta apareció en la ronda.

—Ese sujeto es un imbécil —dijo señalando al hombre que estaba de pie en la puerta— ¡Se atrevió a decirme que era una loca por llevar mi cabello teñido! ¡Existe algo llamado evolución humana!

Me reí por la manera que lo estaba contando.

—¿Ya le diste su beso? —comentó Alban mirando a Emeric y moviendo sus cejas.

—Cállate —respondió Emeric metiendo las manos a sus bolsillos.

—¿Dónde están mis jóvenes favoritos? —mi abuela apareció con una gran sonrisa en su rostro— Elise y Emeric, ¿Pueden acompañarme un momento?

Asentí y miré a Emeric que había relajado su ceño, seguimos a mi abuela que se dirigió hacia el comedor de la casa.

—Odio estas fiestas —murmuro Emeric con molestia al ver todos los adultos elegantes que había.

Nuestros padres y una pareja junto a un hombre de la edad estaban en una ronda.

Cruce miradas con mi madre que tenía una copa de champagne en su mano, ella me sonrío y también a Emeric que trataba disimular simpatía ante los presentes.

—Ellos son los señores Winson socios de nuestra empresa —dijo Olivier que miro a Emeric seriamente.

—John ella es mi hija Elise y el Emeric hijo de Olivier —nos presentó papa amablemente.

El señor que tenía la edad de mi padre y su mujer nos miraron con una sonrisa.

—¡Happy Birthday! —dijo la mujer saludándome con un beso en la mejilla— son preciosos y muy jóvenes.

—El gusto es nuestro —Emeric extendió su mano tomando la del señor.

Hasta que un señor que me miraba fijamente hablo.




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