Confía en Mí

24°

Emeric estaba a punto de iniciar una discusión con Bastien que tenía el ceño fruncido.

—¿Están listas señoritas? —pregunto el chico parándose en medio de la calle.

Estaba a punto de empezar esa competencia.

Mire a Marion que estaba posicionada y parecía más que segura de lo que hacía.

—¡Debiste decirle que no! —escuché exclamar a Emeric.

Pero ya no había vuelta atrás estaba posicionada acelere y los espectadores aplaudían.

—Suerte princesita —grito Marion desde su moto.

Mi pequeño cuerpo quedaba chico al lado de semejante máquina.

—¡3! ¡2! ¡1! —y acelere.

No era yo esa no era la Elise Fontaine, era otra, no entendía de donde había salido mi valentía.

Marion no iba muy lejos de mí, pero tenía más control que yo.

Me incliné un poco y le di más velocidad, las calles estaban desoladas hasta que subimos hacia una carretera que subía a la colina.

La noche estaba allí y solo lo único que alumbraba eran los faros de luz a los lados del asfalto que fueron desapareciendo.

Las motos hacían ruido y sus faros alumbraban lo suficiente el camino.

Ahora el pensamiento de estar alerta si algún auto o animal podía cruzarse en el camino.

Pero para mi suerte la carretera estaba desolada.

<< No bajes la guardia >>

El frio aire chocaba mi pecho que estaba desnudo.

Dos luces alumbraron a mis espaldas Marion no iba tan adelante. Así que aproveche para tomar más velocidad.

¡En tu maldita cara Marion!

Sonreí al ver que Marion quedo atrás me imagine el rostro de mi padre sonriéndome orgulloso porque ya una moto sabia dominar.

—¡Mierda! —observe el tablero y no había falta de nafta solo una luz roja que mostraba que algo andaba mal.

Quería desacelerar, pero un ruido raro empezó hacer.

—¡Elise frena! —Marion me alcanzo.

—¿Qué sucede? —trate de mantener la calma.

Pero la motocicleta se había clavado en una velocidad.

—¡Acelera Marion! —exclamaron desde otra moto.

Una motocicleta negra y un chico vestido de esmoquin apareció a mi lado.

—¡No puedo frenar! —grite al ver que ya la motocicleta no respondía.

—¡Se estrellará! —grito Emeric mirando atrás.

Emeric desacelero quedando un poco más atrás y Bastien apareció.

—¡Deja que se vaya! ¡Ven súbete! —exclamo desde su moto.

Mire dudosa hacia delante las curvas en el camino se hacían más pronunciadas.

—¡Vamos Elise! —Bastien extendió una de sus manos acercando mas su motocicleta a la mía.

Ahora los nervios se habían apoderado de mi 80km/h no era demasiado, pero si caía probablemente sufriría demasiados golpes.

—¡Ahora Elise! —el estiro su mano.

Tenía que ser rápida para cruzar, cruce una de mis piernas y tome la mano de Bastien.

<< A la mierda >>

Tome impulso y la motocicleta se fue a un costado de la carretera, y yo quede abrazada a la espalda de Bastien.

La motocicleta roja se deslizo perdiéndose lejos de la carretera hacia el césped.

Bastien avanzo un poco más y luego se tiro hacia la banquina.

Marion se detuvo y detrás Emeric.

Me baje de la motocicleta de Bastien, sentía el nudo en mi garganta, mis manos y mis piernas temblaban.

Me quite el casco y en ese momento reaccione.

Marion se acercó a mi y me envolvió entre sus brazos.

—Lo siento Elise —decía ella mientras pasaba su mano sobre mi espalda que estaba descubierta.

Solté aire procesando lo que había ocurrido.

—¡Te dije Elise! ¡Todo esto es tu maldita culpa! —grito Emeric enojado empujando a Bastien.

Las dos los observamos, pero mi mente seguía en ese trace.

—¡Emeric! —exclame sintiendo que en cualquier momento rompería en llanto.

—¡¿Tienes idea en el peligro que te pusiste?! —ahora se acercó a mi todo furioso— ¿Y si te ocurría algo? ¡Tus padres! ¡Nuestras familias Elise!

—¡A ti lo único que ti y a tu familia lo único que les importa es el dinero! ¡Elise no es un maldito objeto! —grito Marion que ahora estaba enojada.

—¡Tú la metiste en esto! ¡Te crees distinta a nosotros! ¡Y eres peor! ¿O caso no le dijiste a Elise que tu madre es la que quiere hundir la empresa de nuestros padres?! —volvió a gritar Emeric.

Mi mirada se dirigió a Marion que se había quedado callada.

¿La madre de Marion?

—¡Por eso es el apuro de unir los bienes! ¡Aquí tienes a tu maldita amiga! —ahora el me gritaba a mi.

Trague saliva y mire a Marion que miraba llena de enojo a Emeric.

<< Por eso querían casarnos lo antes posible… >>

—Es mejor que volvamos puede venir la policía y son menores —comento Bastien.

—¿Por qué no me lo dijiste? —dije mirando a Marion.

Sentía una especie de traición por parte de ella ya que la consideraba una amiga.

—Vamos Elise… —murmuro Bastien.

—¡Ella se viene conmigo! —Emeric se acercó a mí y me tomo del brazo.

—¡Suéltame! —grite zafándome de su agarre.

No aparte mi mirada de Marion.

—¿No dirás nada? —dije al ver que ella solo me miraba.

Retrocedí subiéndome detrás de Emeric.

El encendió la motocicleta y yo me aferre a su cintura, sintiendo el nudo en mi garganta y ese molesto malestar en mi pecho.

Llegamos al lugar donde esperaban los otros, el estaciono la motocicleta y se quitó el casco, yo lo imite y él se alejó de allí.

Corrí hacia el necesitaba sentirme segura, quería romper en llanto allí mismo y el solo iba caminando a paso firme.

—Emeric —pronuncie, él se detuvo y se giró para verme.

Su ceño estaba fruncido y se acercó a mí.

—¿Aun no entiendes? —quise hablar, pero el me interrumpió— ¡No Elise! ¡No puedes actuar como una niña!

Solo necesito un abrazo…

—¡Y tú lo mejor que puedes hacer es alejarte de ella! —dijo señalando a mis espaldas.




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