Confía en Mí

31°

Salimos del comedor y nos dirigimos hacia el sector donde estaban las cabañas. Dispersas una de otras.

—¡Alla esta nuestra cabaña! —exclamo Marion.

—¡Estaremos solas! —acompaño Lilian con la misma emoción.

La cabaña estaba hecha de madera y afuera colgaba una pequeña lamparita. Era bastante agradable para ser una cabaña de dos pisos.

Al entrar nos encontramos con un sofá la cocina con una isla, al lado unas escaleras que llevaban al segundo piso.

Nuestras maletas se encontraban a un lado en el pasillo.

—¿Vieron nuestra cabaña? —dijo Simon mirando a su alrededor.

EL se acercó a la puerta corrediza que daba al bosque.

—¡Esto esta muchísimo mejor! —Lilian se rio por lo que su novio acababa de decir.

—Puedes quedarte aquí si lo deseas —dijo ella para abrazarlo.

—¡Oh no ni se te ocurra tener sexo aquí Lilian! —exclamo Marion con desagrado.

—No es mala idea amorcito podemos hacer pijamada —Alban avanzo a Marion, pero ella salió corriendo escaleras arriba.

Cada uno de ellos tenía su carisma algo que agradecía por tener amigos como ellos, pero no quitaba el hecho que a veces deseaba tener una relación con Emeric como la de ellos.

—Solo serán unos días —dije volviendo la mirada a Emeric que había tomado mi maleta.

Sonreí al ver que se dirigía hacia las escaleras.

Pero ese era el Emeric del que me había enamorado sus pequeñas acciones que me conquistaban.

Sin decir nada lo seguí hasta que me percate que cada una tendría su habitación.

—Al parecer que son las alumnas favoritas —dijo el entrando a la habitación.

Una cama de dos plazas estaba en frente mío, a un lado un pequeño balcón y un pequeño sitio donde apoyan y guardar mis cosas.

—Solo por ser Fontaine… —dije al ver todas las comodidades de la habitación.

—¡Este baño está mucho mejor que el mío! —exclamo Marion desde el pasillo.

—¿Ahora te gusta ser una niña rica? —dije mirando con una sonrisa a Marion.

—Hay momento para todo —ella se rio.

Emeric dejo mi maleta y mi bolso a un lado.

—Entonces has que te conozcan por ser Elise solo Elise —dijo el mirándome desde el otro lado de la habitación.

Tenía razón en aquellas simples palabras, pero como iba a lograrlo.

Salimos del cuarto y la puerta de la habitación de al lado estaba abierta.

—¡Lilian! —exclame al ver que mi amiga estaba besuqueándose apasionadamente con Simon sobre su cama.

Emeric empezó a reír y se alejó.

¿Se estaba riendo de mi?

—¿Te estas riendo de mí?

—¡No exageres! Deberías romper por un momento tus tontas reglas —dijo el sin dejar de sonreír.

El se acercó mas a mi mirándome a los ojos.

Su rostro estaba tan cerca del mío, mi corazón que latía rápido y sus ojos que me observaban.

—¿Nos vamos? —pregunto Alban apareciendo de la nada.

Aprete mis labios y me aparte de Emeric.

<< Alban… >>

—¿A dónde quieres ir? —pregunte levantando una ceja.

—¡Pues a la fiesta querida Elise! —exclamo el contento llevando la cuchara con helado a su boca.

—¿De dónde sacaste el helado? —pregunto Emeric que también se había dado cuenta de eso.

—¡Los privilegios hermano! —respondió el.

Mis amigas y Simon no tardaron en aparecer, salimos de la cabaña y seguimos el camino.

Ninguno tenía idea donde era la fiesta solo Alban.

Entre los árboles se empezó a divisar un fuego, risas y música.

—Durmieron a los jefes —dijo Alban con gracia.

—Están locos —dije al ver a todos los chicos que había.

—¡Vamos allá estan las demás chicas! —exclamo Lilian.

Marion sonrío y yo avancé con ella, hasta que sentí que me tomaron del brazo.

Mire extrañada a Emeric y el me miro, para luego sonreír débilmente.

—Ten cuidado… solo búscame —dijo manteniendo la seriedad para luego alejarse.

¡Emeric! Me tienes loca.

Sonreí y alcance a mis amigas, que tomaron asiento alrededor de una fogata.

La noche estaba ideal ya no se sentía el calor.

Varias de nuestras compañeras y chicas del otro instituto estaban allí.

—¡Elise! —saludo Britney que tenía una botella de cerveza en su mano.

—Hola Brit —respondí sonriente tomando asiento al lado de Marion.

Lilian se sentó al otro lado.

—¡Al fin! Estaba cansada de escuchar a Martins —dijo Rachel— ahora puedo beber feliz.

—¡Somos siete en nuestra cabaña! —exclamo una de las chicas.

Marion, Lilian y yo cruzamos miradas.

La mayoría allí tenía que compartir cabaña ya que éramos como unos casi 60 alumnos entre los dos institutos.

—¿Quieres? —ofreció Britney.

—No —respondí con una sonrisa.

—No te preocupes yo tampoco lo hago solo cuando es una fiesta —dijo ella entre risa dándole un sorbo a su cerveza.

Gire mi cabeza observando al otro grupo donde se encontraban los demás chicos. Mi objetivo era encontrar a Emeric pero fue algo en vano ya que no pude divisarlo.

—¡Debemos ir a la cascada que está a unos 3 kilómetros de aquí! —dijo Rachel.

—No es mala idea ¿Qué dicen? —propuso Britney.

—Me parece bien —dije sonriente también respondiendo por Lilian y Marion.

—¿Cómo conseguiste ese bolso última edición? ¡Quede enamorada de tu bolso! —pregunto Brit.

—¿De su bolso o de su novio? —pregunto Rachel.

Britney la miro seriamente.

—No soy una perra como tu no me gusta mirar a chicos comprometidos no es algo que vaya conmigo.

Rachel se quedó en silencio y no dijo nada mas de repente Marion empezó a aplaudir.

—¡Ella es una perra empoderada! —dijo levantándose de su lugar para chocar los cinco con Britney que ahora reía.

—Eres la menos indicada para hablar Britney —respondió Rachel.

—¡Cierra la puta boca Rachel! —exclamó Marion.




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