Confía en Mí

35°

Pronto el oxígeno se me estaba acabando ya no podía aguantar más solo veía el poco de sangre que salía de la herida.

La presión en mis oídos aumento solo tenía la esperanza que alguien viniese por mi.

<< Aguanta un poco >>

Pero mi cuerpo y mi corazon pedía aire. Las burbujas empezaron a salir hasta que una sombra apareció.

Mi vista comenzó a nublarse hasta que sentí que sus labios estaban sobre los míos.

Parecía que volvía a recuperar la conciencia con aquel pase de aire.

El volvió a salir y tardo segundo en volver a sumergirse. Fue directo hacia donde mi pie estaba trabado sobre unas rocas.

Otra vez necesitaba aire y ya no podía seguir aguantando.

No me percate en el momento que libero mi pie y mucho menos cuando me saco del agua.

—¡Oh dios mío! —exclamaron a un lado.

—¡Elise! ¡Santa virgen! ¡Ave maría purísima! —exclamo Marion quedando a mi lado.

Abrí mis ojos y empecé a toser por la poca agua que había tragado.

Los ojos de Emeric estaban sobre mí, su rostro empapado con las gotitas de agua deslizándose por su cabello.

—Oh Elise —dijo soltando un suspiro.

El levanto mi cabeza acercándome más a él, aun me sentía confusa pero con las pocas fuerzas lo abrace.

—¡Esa perra! —dijo Marion que se encontraba a mi lado.

—Tu pie —dijo Lilian observando mi pie.

—Estoy bien —dije tratando de tranquilizarlos.

Pero Emeric me observaba de pies a cabeza hasta que llego a mi rostro tomando mi barbilla girando de un lado a otro.

<< ¡Emeric me había salvado! >>

Sentía mi corazon latir de la emoción. El profesor se acerco junto a otra chica con la caja del botiquín.

—¿Cómo se encuentra señorita Fontaine? —pregunto el hombre.

—Bien estoy bien solo fue un golpe —respondí tratando de minimizar lo que había ocurrido.

—¡Esa zorra te empujo! —exclamo con molestia Marion— pero me encargare de ella.

—Buen trabajo Fortier —dijo el profesor reconociendo el acto de Emeric.

Volví a sonreír al recordar lo que había ocurrido no podía sentirme mas feliz a pesar de que podía haber sido peor.

—Es solo un raspón —dijo Britney que era la chica que había aparecido con el botiquín— nada grave.

—Muy bien entonces… ¡Que continúe la diversión! —exclamo el profesor como si nada hubiese ocurrido.

Algo que por un lado me hacía sentir bien porque no había hecho alboroto por un raspón.

Emeric se sentó a mi lado observando como mis amigas curaban mi insignificante herida.

Los demás volvieron a lo que hacían pero Emeric se quedo a mi lado sin decir una palabra.

—¿Por qué no vas con los demás? Lilian dijo…

—No iré… —dijo con seriedad y firme a su respuesta.

Solo asentí y volví mi mirada a nuestros compañeros que seguían tirándose de la cascada.

—Debí reaccionar más rápido —hablo el de repente.

Pero no me dio tiempo a responder porque los demás aparecieron todos empapados con agua.

—¡Muero de hambre! —exclamo Marion tirándose sobre la arenita.

—¿Cómo te sientes? —pregunto Simon con una sonrisa.

—Solo fue un raspón —dije restándole importancia.

—¡Sándwich de tocino y tomate! —exclamo Britney apareciendo con una bandeja.

Marion tomo un sándwich y otros dos y me los extendió.

—No me comeré todo esto —dije al ver que era mucho.

—¡Come! ¡Casi te desangras! —dijo ella con exageración.

Negue con mi cabeza sonriendo por lo dramática que era Marion.

La tarde paso más rápido de lo que esperaba y empezó a oscurecer. Varios de los alumnos ya se habían regresado al campamento mientras que otros aprovechamos hasta casi el final.

—¡Hora de regresar niños! —dijo el profesor Martins que lucía más que agotado.

Me puse de pie después de haber estado casi toda la tarde sentada. Solo sentía la molestia, pero no me impedía caminar.

Algo que para Marion y Emeric no era así.

—¡No debes caminar! —exclamo Marion.

Levante la cabeza mirando a las dos personas que me miraban seriamente.

—Puedo caminar —dije mirando a Emeric con una sonrisa.

—¿Y si te clavas algo? ¡¿Puede infectarse?! ¡Podrías perder un pie! —exclamo con dramatismo Marion.

—¡Dicen que la fiesta ya empezó! —dijo Lilian con una sonrisa pasando por nuestro lado cargando mi bolso.

—Vamos te llevare —Emeric sin esperar respuesta de mi parte me levanto en sus brazos.

Lo mire sorprendida al ver lo serio que estaba y que parecía seguro de lo que hacía.

¿Por qué exageran tanto?

<< Estas en sus brazos >>

De solo pensar que me llevaba en sus brazos me hacia sentir feliz. En ningún momento se había alejado de mi y eso solo me hacia pensar en una cosa.

—¡Dicen que vienen mas personas! —dijo Lilian mirando a Marion.

—Solo pienso en bañarme y yo lo hare primero —exclamo Marion avanzando— ¡Estas advertida Lilian!

—¡Marion! —grito la pelinegra corriendo detrás de Marion.

A lo lejos empezaba a verse las luces de las cabañas y el campamento.

—Deberíamos buscar en la enfermería para curarte —hablo Emeric sin bajarme de sus brazos.

—¡Iremos a la enfermería! —exclame al ver a mis amigas a punto de entrar a nuestra cabaña.

—¡Nos vemos después! —respondió Lilian.

Seguimos el camino hacia el edificio principal, a lo lejos se podía escuchar la música eso significaba que ya habían dormido a los profesores y demás personas.

Entramos al sitio y todo estaba en silencio. Emeric camino a la enfermería que también estaba silenciosa y vacía.

El me sentó sobre la camilla y se acerco a una repisa con paquetes de vendas y frascos de desinfectante.

—Gracias por salvarme —dije sonriente mientras el guardaba unas vendas y desinfectante en la mochila.




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