Confía en Mí

43°

Salimos del instituto era el segundo día que llevábamos ignorando a los chicos y ellos no parecían estar muy felices por eso.

Y Emeric solo me miraba y la pesada de Gabrielle lo seguía a todas partes.

—¿Y qué haces aquí? —dijo Lilian sin mirar a Simon.

—¿Puedes dejar de comportarte como una niña? —dijo Simon que no se veía contento— las tres están actuando extraño.

—¿Por algo será? —hablo Marion que también había ignorado a Alban.

Antes que pudieran seguir discutiendo una morocha de cabellos largos y dientes con carillas apareció en frente de nuestra mesa.

Pero para mi sorpresa un Emeric también se acercó.

—¡Tu tuviste algo que ver! —exclamo Gabrielle señalándome.

—¿Puedes dejar de hacer tanto escandalo? —hablo Emeric mirando seriamente a Gabrielle.

Mi cara de no entender era demasiado obvia pero tampoco iba a soportar ver a esa tipa y a Emeric.

Me puse de pie con el propósito de salir de allí.

—¡Estoy segura que ella tuvo algo que ver! —volvió a gritar llamando la atención de muchos.

—¿De qué hablas? —fruncí el ceño.

—No aceptaron a mi padre —dijo con dramatismo.

Por un lado quería reírme pero por otro lado me causaba molestia que hiciera ese escándalo.

—¿Y piensas que yo tuve la culpa? —dije sonriendo y cruzándome de brazos.

—¡Claro que si! —grito con su horrenda voz.

—Nos vemos en la empresa Emeric —mire seriamente a Emeric.

—¡Oh Emeric no permitas que me trate de esa manera! —y seguido de eso se abalanzo a sus brazos.

Y fue ahí donde volvió a tocar mi corazon. Todo era injusto y eso era lo que más me molestaba.

—Eres detestable —dijo Marion pasando por el lado de Gaby.

—Hombres… —acompaño Lilian.

Me di la vuelta ignorando todas las miradas. Mi vida se estaba convirtiendo en un maldito drama y yo era la protagonista que siempre terminaba lastimada.

Salimos del instituto encontrándonos con Bastien.

—Señoritas —saludo el con su sonrisa.

—¿Tarde de helados? —sugirió Marion que seguía seria por lo que acababa de suceder.

Y asi fue como nos dirigimos hacia el gran parque con nuestros helados.

—Solo quiero olvidarme de todos por un momento —dijo Marion tomando haciendo en el columpio.

—Simon es un imbécil… —dijo Lilian apoyándose sobre parte de la estructura que sostenía el columpio.

—¡Estos dramas de niños ricos me encanta! —comento Bastien con gracia.

—Es mi maldito futuro Bastien —dije sentándome en el otro columpio.

Su cara cambio pero su sonrisa seguía allí.

—Deberías ir a nuestro instituto Bastien —Lilian lo miro sonriente— eres el único sincero. ¿No eres gay?

—No me hagas reír Lilian ¿Tan mal me queda el cabello? —dijo el entre risas— se escuchar a las personas.

—Quiero más helado —hablo Marion mientras se mecía en el columpio.

—Iré por más —dijo Bastien sonriente.

—Yo te acompaño —el asintió y los dos regresamos a la heladería donde ya habían mas personas esperando.

La verdad era que extrañaba a Emeric y todavía pasaba por mi mente aquel acercamiento.

Pero lo de esa mañana me había tocado esa línea frágil de mi ser.

—¿Qué es lo que más te gusta hacer aparte de nadar? —pregunto Bastien.

—Me gusta diseñar tengo varios bocetos incluso tenía una máquina de coser —baje mi cabeza— aunque también me gusta mucho los animales y todo los que tiene que ver con seres vivos.

—Vaya… a mi me gustaría estudiar leyes —dijo el sonriente— defender a las personas.

—Aunque creo que tendré que estudiar algo de economía con empresas y todo eso —otra vez la pesadez de recordar— no hablemos del futuro.

De repente una mujer apareció en frente mío.

—¿Elise Fontaine? —sonreí al ver de quien se trataba.

—Samantha —salude mostrando una sonrisa.

Samantha era una reportera amiga de mi familia.

—¿Emeric Fortier? —dijo mirando de arriba abajo a Bastien.

—No, el es mi amigo Bastien —mire a las espaldas de la mujer y estaba con su equipo de reportaje.

Nuestra familia siempre trataba de mantener el perfil bajo a pesar de ser una de las empresas mas famosas.

Y poco se sabía de nuestras vidas personales.

—Vamos —dije tomando del brazo de Bastien.

Disimuladamente salimos de la heladería.

—¡Elise Fontaine! —exclamo una chica al verme.

Un grupo de chicas me rodeo y todas con sus teléfonos en mano.

—¿Cuándo publicaras fotos de tus oufits? ¡Te extrañamos! —dijo la otra chica.

—¿Qué paso con Emeric? ¿Siguen siendo novios?

Y de repente Samantha apareció otra vez con su equipo.

—¡Saluda! —una niña me tomo del cuello.

Y fue ahí donde mire a Bastien que me tomo de la mano.

—Lo siento debo irme —dije cruzando la calle con Bastien.

—¡Elise Fontaine! ¿Podrías respondernos unas preguntas? —Seguía caminando alejándonos del lugar donde estaban las chicas— ¿Cómo sigue la situación económica de tu empresa?

—Por favor debo irme.

—¿Sigues saliendo con Emeric? ¿Qué sucedería en el caso que no te cases con alguien que no lleve el apellido Fortier?

—Por favor Elise dijo que no respondería preguntas —Bastien paso un brazo por mis hombros.

Un automóvil se estaciono a un lado.

—¡Suban! —exclamo Alban.

Sin pensarlo mucho subimos a su auto.

—Gracias por aparecer Alban —dije soltando un suspiro— esa gente la detesto.

—Te volviste famosa Elise —dijo el sonriente dando la vuelta al parque.

Él se estaciono y divise a Marion con Lilian.

Bastien, Alban y yo nos acercamos, pero nos dimos cuenta que no estaban solas.

—¡Ah ya veo! —Simon señalo su teléfono— ¡Te diviertes mucho con este tipo!

Simon miro furioso a Bastien que también no entendía lo que sucedía.

—¡Bastien es nuestro amigo! —exclamo Lilian molesta.




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