—Creo que todos exageraron por las malditas fotos.
—Definitivamente mi familia demostró que no confía en mi —dije terminando de pintar el ultimo amuleto.
—Agradezco tener lejos a mi familia y que mama me trata como si no existiera.
Alguien llamo a mi puerta.
—Debo colgarte nos vemos mañana —dije despidiéndome de Marion.
Me puse de pie para abrir la puerta.
—¿Puedo hablar contigo? —pregunto mama que como siempre lucia cansada.
—No necesito más regaños y salir de mi cuarto en dos días creo que fue más que suficiente —dije alejándome de la puerta.
Mama entro a mi habitación cerrando la puerta a sus espaldas.
—Se que no es justificación para el castigo, pero asi lo sugirió tu abuelo —mire a mi madre con molestia.
—¿Cuándo dejaran de seguir las órdenes del abuelo?
—Debes entender que todo lo que hoy tenemos es por trabajo de tu padre…
—Con ayuda del abuelo —puse mis ojos en blanco— ya se toda la historia. Y también se que ni ustedes ni nadie confía en mi.
Me puse de pie y caminé hacia la puerta.
—Elise no digas eso —mama se puso de pie acercándose a mi.
—Es la verdad mama y con sus malditas creencias que las mujeres no podemos hacer nada solo servir a los hombros —hice una mueca de desagrado.
—No es así tú sabes el rol que cumplo en la empresa.
—Creo que no te diste cuenta que estas en la misma posición que Natacha —mama frunció el ceño— ¿Dónde quedo mi madre que hacía valer su lugar en esa empresa?
—¡No me faltes el respeto Elise! —exclamo mama.
—¡Admítelo mama! ¡Hubieras preferido mil veces tener un hijo! —grite sintiendo el nudo en mi garganta.
Mama también tenía sus ojos llorosos y negaba con su cabeza.
—Te amo hija no tienes idea de todo lo que hicimos tu padre y yo por ti —me gire dándole la espalada y abrí la puerta— pero algún día te darás cuenta.
—¡No tienes idea de cómo siento mama! ¡Ni tu ni nadie! —exclame dejando salir las lágrimas— ahora quiero estar sola.
—Elise por favor —sollozo mama que ya tenía su rostro empapado en lágrimas.
—¿Podrías salir de mi habitación por favor? —dije evitando mirarla.
Mama salió de mi cuarto y yo cerré la puerta deslizándome de espaldas, cayendo al suelo.
Estaba aguantando, pero sabía que ni las lágrimas iban a hacerme sentir en paz.
Una noche más que dormía con lágrimas en mis ojos y otro dia mas en el instituto, que debía aguantar ver a la persona que amaba me ignoraba y que días anteriores me había hecho quedar aun peor frente a mi familia.
Parecía que cada paso se hacia eterno para llegar al salón de natación.
Bastien que no paraba de hablar y se lo veía más animado que la primera vez que lo había conocido.
Al menos su buena energía me hacía distraer por un momento de mi realidad.
—¿Y esto? —pregunto al abrir la cajita.
—Es un detalle que hice con mis propias manos —sonreí sin mostrar mis dientes— gracias por estar conmigo Bastien.
El tomo el amuleto de color celeste y azul en su mano, y me miro con una sonrisa para luego abrazarme.
—Elise y Bastien felicidades los he evaluado estas últimas clases a cada uno de sus compañeros —dijo la profesora que estaba en frente nuestro— y ustedes han sido nominados para representar al instituto.
Abrí mis ojos grandes y una sonrisa apareció en mi rostro.
No podía creer lo que mis oídos habían escuchado.
—¡Muchas gracias! —hablo Bastien que también sonreía.
Me abalance a sus brazos, sentía la emoción hacerse presente en mi ser.
Salimos del salón de natación y nos dirigimos hacia el patio donde estaban las mesas afuera.
Mis dos amigas esperaban ansiosas, junto a Alban que se percató de nuestra presencia.
—¡Fuimos seleccionados! —exclame con emoción.
—¡Oh lo sabía! —grito Marion que ahora parecía mas emocionada que nosotros.
Recordé los amuletos que también había preparado para los demás.
—¡Oh esta precioso Elise! —dijo Lilian tomando el amuleto.
—¡Me encanta! —acompaño Marion— verde y morado nada mal…
Las dos me abrazaron al menos sabía que las tenia a ellas.
—¡Alban también hay uno para ti! —Alban parecía un niño por su expresión.
—¡Si! —el tomo la cajita y saco el amuleto de color naranja y amarillo— ¡Lo colgare en mi mochila favorita!
Hasta que una sexta presencia interrumpió el momento. Un chico de lentes con una guitarra en sus manos y en su otra mano un ramo de rosas.
—¿Simon toca la guitarra? —dijo Marion en voz baja.
—Lo siento tanto Lil —Simon se acercó mas a ella.
Varios alumnos se percataron de la escena y empezaron a rodearnos.
—Me comporte como un idiota y lamento no dedicarte el tiempo que necesitabas —el hizo una pausa— entendí que aun estés conmigo debo enamorarte cada dia y… te amo Lilian.
Lilian ya estaba con sus mejillas empapadas de lágrimas.
—¿Me perdonas? —de repente los chicos del equipo de futbol aparecieron con globos, carteles y un gran oso.
Un gran globo rojo en forma de corazon y al mirar a la persona que lo llevaba quede mas que impactada.
<<Algo sorpréndete >>
Emeric estaba allí con su tímida sonrisa y la tira que sostenía al globo.
—¡Claro que te perdono amor mío! —gritó Lilian tomando el rostro de Simon y uniendo sus labios.
Todos los chicos del equipo empezaron a gritar y los demás alumnos acompañaban con sus aplausos.
Una mezcla de sentimientos se hizo presente en mi.
—¿Y no ibas a tocar? —pregunto Marion que señalo la guitarra que colgaba a espaldas de Simon.
Estábamos rodeados de alumnos.
—Te lo dije agradécemelo —dijo Alban sonriente extendiendo su mano a Simon.
—No te llevaras los créditos tu solo Emeric también ayudo —dijo señalando a el que estaba a metros de mi.
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Editado: 22.07.2024