Confía en Mí

45°

Ignorar a Emeric no era un trabajo complicado, pero algo que para mí si era difícil.

Y lo peor era esa semana que se había ausentado, tanto que ni siquiera a la empresa había asistido.

—No se que ponerme para la fiesta de Ari —dijo Lilian cubriendo su rostro.

—Eres hermosa amor mío —Simon deposito un beso sobre su mejilla.

Aun no tenia en claro como haría para ir a esa fiesta ya que a pesar de que el castigo aun no terminaba solo al instituto podía ir.

—¿Tienes idea por que Emeric no apareció? —pregunto Simon mirando a Alban.

Alban levanto su mirada y me miro a mi por unos segundos.

—No lo sé creo que esta enfermo —dijo volviendo la mirada a su comida.

—¡Wow amigo de verdad eres famoso! —exclamo Marion apareciendo junto a Bastien.

Toda la heladería estaba repleta de personas que a penas habíamos conseguido lugares.

—Al menos no reconocieron a Elise —Marion me miro con una sonrisa.

—Entonces esta noche pasaremos por ti —dijo Lilian guiñándome un ojo.

—La verdad es que no se… —no me dio tiempo de terminar y Marion se puso de pie.

—¡Eres una princesa encerrada en ese castillo! ¡Debemos salvar a la princesa Bella!

—¡El príncipe Adam también está encerrado! —acompaño Alban y todos lo miraron— ¿Qué no saben quién es el príncipe Adam? ¿La bella y la bestia?

—Pensé que el príncipe se llamaba Bestia —dijo Simon entre risas.

—Yo tampoco sabía que la bestia era un príncipe y que se llamaba Adam —dijo Marion tomando asiento de nuevo.

—¿Me pregunto quién será el príncipe Adam? —dijo Lilian moviendo sus ojos y mirando a Bastien.

Negue con mi cabeza y tome mi teléfono. Era hora de volver a casa, aun no sabia como iba a salir de la casa, mis padres regresaban más temprano del trabajo.

Como esos últimos días miraba a la ventana de la casa de el frente con la esperanza de ver a Emeric pero nada.

No sabia el motivo y tampoco nadie me dijo que estaba enfermo.

<<Extraño a Emeric>>

No quería caer de nuevo en su juego pero sabia que me estaba haciendo daño a mi misma.

Ya me había asegurado que mis padres estuvieran en casa, sentía el tiempo pasar lento pero era salir por mi cuenta o arriesgarme a que Marion entrara por mi.

Cerré la puerta de mi habitación y baje las escaleras evitando hacer ruido. Me dirigí hacia la puerta de la cocina que daba al patio.

Estaba cerrada con llave…

Me dirigí hacia la puerta que daba de la sala de estar a la piscina era mi ultima esperanza antes de optar por salir por el balcón.

—Por favor… —murmure pero la puerta también estaba cerrada.

Regrese a mi cuarto y me asome por el balcón, divise el auto de Simon estacionado del otro lado de la calle.

Mi casa no tenia ningún tipo de enredadera ni nada que me ayudase a bajar.

Solo algo bueno de mi oufit eran los tenis.

Algo que si podía hacer era ayudarme de las molduras y a parte convertirme en Spiderman.

—¡Elise que carajos haces! —hablo Marion a mis pies que había entrado a mi patio.

—Shh —dije mientras hacia fuerza entre las dos pequeñas paredes.

<<Que sea lo que sea>>

—Dios y la virgen santísima Elise —escuchaba a Marion decir.

Hasta que vi el césped mas cerca y no dude en saltar, y rodar por el pasto.

—¡¿Qué fue eso?! —exclamo Marion mirándome aun preocupada.

Tome su mano y corrimos hasta el auto. La única pregunta en la que no queria pensar en ese momento era en como volvería a subir a mi cuarto.

—¡¿Elise estas loca?! —exclamo Lilian al subir al auto.

—Hola Bastien —dije al ver que estaba a mi lado.

—Ya estaba pensando en que le diría a sus padres —dijo Marion acomodando su cabello.

Mire a Bastien que solo sonreía me agradaba tenerlo allí.

Llegamos a la casa de Arianne que ya estaba repleta de personas. Me percate de que a aparte de la ausencia de Emeric también no estaba Alban.

—¡Mira! —Lilian se giro para mostrarme su bolso de mano preferido y el amuleto de color rosa.

—Yo lo colgué en la cabecera de mi cama —dijo Simon con una sonrisa.

—Alban dijo que tenia algo que hacer —dijo Marion chasqueando su lengua.

Por mas que quisiera disimularlo se notaba en su rostro que algo le faltaba para sentirse completa. Y nadie mejor que yo para entenderla.

—Entrada —dijo el tipo que estaba de pie en la puerta.

Todos sacamos nuestros teléfonos mostrándole la invitación.

Al entrar el olor a humo ingreso a mis narices y ya todos parecían divertidos.

Todos caminamos hacia el sitio de las bebidas como siempre el Barman que preparaba los tragos.

La sala estaba repleta y la puerta que daba a una gran piscina también.

Varios se encontraban alrededor de la piscina pero nadie parecía tener el suficiente calor para meterse.

La música provenía de adentro y todos bailaban, Bastien tomo mi mano y yo sonreí con timidez.

Los dos empezamos a bailar al ritmo de la música, recordando nuestra nominación era una razón para estar feliz.

Me hacia sentir aun mejor ver que Bastien ya se sentía parte de nuestro grupo.

—¡Observen! —exclamo Marion.

Marion empezó a tirar pasos de baile improvisados por ella y todos nosotros nos reíamos.

La primera ronda de chupitos fue suficiente para que no quisiera beber más. Todo lo contrario, a Marion.

—¡Quiero felicitar a mis amigos! —exclamo llamando la atención de muchos— ¡Van a representar al instituto!

No sabia en que momento le había pegado el alcohol pero al menos no había fumado. Luego de gritar a todo el mundo varios aplaudían y gritaban.

Me acerque hacia Lilian que baila junto a Simon al lado de la piscina.

—Marion definitivamente esta loca —dijo Lilian con una sonrisa— me alegra que se haya convertido en nuestra amiga.




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