Confía en Mí

7|| Algo cambió

Observe por última vez mi reflejo en el espejo del pasillo a la salida.

La falda esta… bien, no lucia como una zorra.

Mis piernas habían tomado volumen y mi cintura estaba mucho más definida. Mi cabello ahora oscuro estaba sobre mis hombros.

<<Dark Elise >>

Tome aire me sentía lista para el primer día de clases del último año, agarre las llaves de mi nuevo auto y mi mochila.

—Me voy al instituto —dije despidiéndome de mi familia que estaban aun desayunando.

Nunca llegaban tarde pero esa vez yo saldría primero.

—¡Suerte, cariño! —exclamaron mi madre y abuela al mismo tiempo.

—No olvides de atender tu teléfono Eli —dijo mi padre recordándome también del nuevo móvil.

Revise el bolsillo de mi chaquetilla y me dirigí hacia el garaje. Ya no sentía temor porque había practicado lo suficiente, pero seguía presente los nervios porque algo le sucediera.

No quería que algo le pasara a mi nuevo auto. ¿Qué iba a pensar la abuela?

Ni siquiera me había tomado el tiempo de crear una playlist de canciones así que solo me adapté a la radio de fondo.

El instituto ya no quedaba tan lejos y eso era una ventaja de vivir en esa residencia.

Sentía la tensión de mis hombros y la presión de mis manos sobre el volante.

Marion, Lilian y Bastien no tenían idea que había regresado. ¿Qué iban a pensar de mi?

—Contrólate Elise —dije moviendo mis brazos tratando de relajar mis hombros.

El instituto había sido reformado y el estacionamiento estaba mas alejado de la puerta de entrada.

Varios autos estaban estacionados, pero no era de extrañarse de ver autos lujosos. Aunque mucho los llevaban sus choferes y era extraño que tuvieran auto propio antes de los 18 años.

Me observe en el espejo y no me veía desastrosa. Tome mis pertenencias y baje del auto.

Algunos de los chicos que recién llegaban se voltearon a verme.

<<Estas diferente… >>

—¡Wow mira esa belleza!... Bellezas —dijo Marius que cambio su cara al reconocerme.

Lo mire sin demostrar el desagrado y pase por su lado ignorándolo por completo.

Ahora no tenía que fingir ser la perfecta Elise, al menos no como antes, y eso me hacía sentir con menos peso sobre mi.

Al entrar al pasillo no faltaron las miradas, pero debía actuar indiferente.

—¿Es Elise Fontaine?

—¡Oh dios mío! ¡Estuvo desaparecida!

Hasta que un grupo de chicas que parecían de las más jóvenes de la preparatoria se acercó a mi.

—Elise… —hablo la de lentes con el teléfono en sus manos— ¿Podemos tomarnos una foto contigo?

Mire dudosa a la chica que sonreía como si estuviese en frente de alguien famoso.

Yo no era famosa y salvo por los seguidores en Instagram, no era figura pública.

—Creo que si —dije sonriendo sin mostrar mis dientes.

Después de la foto empezaron a saltar de emoción y yo seguí mi camino hacia la cafetería.

Al cruzar la puerta recorrí con la mirada a mi alrededor. Varios alumnos se quedaban mirándome.

No faltaba el: “¿Es Elise Fontaine?”

Y solo seguí caminando por pasillo que separaba las mesas.

—¡Oh dios mío! ¡Eres una maldita perra Elise Fontaine! —exclamaron de repente.

Me gire hacia la izquierda para ver a la dueña de aquella voz. No me dio tiempo de responder y ella se abalanzo sobre mi.

—¡Elise, Elise! —y una pelinegra de tez pálida apareció.

—¿Qué te hiciste en el cabello? —pregunto Marion observando mi nuevo look.

—¡Te queda divino! —exclamo con emoción Lilian.

El cabello de Marion ya no tenía las mechas de colores, ahora su cabello era chocolate y rizado.

Y Lilian se veía completamente distinta aparte de su cabello ahora era más castaño, estaba recogido en una coleta y se veía más corto.

—¿Cómo pudiste hacernos algo así? —siguió dramatizando Marion.

—Ay deja de exagerar —dijo Lilian poniendo sus ojos en blanco.

Mire hacia la mesa pero no había nadie más alguien claramente no estaba allí.

—¿Y Simon? —mire a Lilian que rápidamente bajo su cabeza— ¿Qué sucedió?

Mi mirada fue a Marion que hacía señas de que nada estaba bien. Por un lado sentía la culpa de ni siquiera haber preguntado.

—Simon se fue de intercambio —dijo Marion tratando de hablar en voz baja.

—De todas formas, las cosas entre nosotros ya no funcionaban —hablo mi amiga para mirarme y pasar un brazo sobre mis hombros— pero otra si que disfruto sus vacaciones.

Las dos miramos a Marion que se cruzó de brazos y entrecerró sus ojos.

—Buenas buenas señoritas —y un peli castaño de cabello rizado solo en la parte de arriba.

Alban abrazo a Marion pero al verme giro su cabeza abriendo su boca sorprendido.

—¿ELISE? —dijo dramáticamente.

Ahora entendía porque él y Marion conectaban tanto.

—¡Elise! ¿Eres tú? —el parpadeaba rápidamente y Marion le dio un golpe en la cabeza.

—Si es ella idiota —no le dio tiempo a decir más nada a Alba.

La cafetería de repente empezó a llenarse de más jóvenes y el grupo del equipo apareció.

Mire hacia la mesa de al lado donde una chica pelirrubia se encontraba sola.

—¿Es nueva? —pregunte a Marion que estaba sentada en frente mío.

—Si —ella sonrío— hay nuevos compañeros…

Negue con mi cabeza y baje la mirada a mi nuevo teléfono.

Varias notificaciones me llegaban de Instagram, incluso había perdido seguidores pero era algo de lo que no me preocupaba.

Levante mi cabeza porque los murmullos empezaron de nuevo.

Entre los nuevos chicos del equipo había uno de cabello negro y ojos celestes que justo en ese momento me observaba.

Era obvio que nunca lo había visto me resultaba extraño que ya formara parte del equipo.

Hasta que mi mirada fue al recién llegado al grupo.




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