Confía en Mí

8|| Confianza

Capítulo especial~

Seguí a Lilian que se dirigió hacia el vestuario, cambiamos nuestros uniformes por algo más cómodo.

—Gracias por hacer esto Elise —dijo mi amiga terminándose de arreglar.

—No tienes que agradecerme nada Lilian eres mi amiga —dije mirándola con una sonrisa.

—Te extrañe mucho —ella me envolvió entre sus brazos.

¿Por qué me sentía tan extraña al recibir un abrazo?

Sentía en lo mas profundo de mi corazon que mi amiga necesitaba aquel abrazo.

Solo hice silencio y nos separamos, salimos del vestuario y nos dirigimos hacia donde se encontraban las demás.

—Ustedes dos —dijo Ivonne que era la capitana.

Era tan innecesario que nos odiáramos o eso era lo que ella pensaba.

Quedaba meses para no volver a vernos las caras.

—Creo que deberíamos hacer las paces Ivonne —dije mirándola a los ojos.

La peliteñida se sorprendió y luego miro a Lilian.

—¿Después de que me cambiaran por esa chica? —ella levanto una ceja.

—Nunca te cambiamos. ¡Tú fuiste la que se alejó de nosotras! —hablo Lilian.

—Es momento de pasar página Ivonne lamento si pude ofenderte —extendí mi brazo hacia ella— ¿Podemos empezar desde cero?

Ivonne miro a Lilian y luego a mi, lucia dudosa si tomaba mi mano o no.

—No creas que volveremos a ser amiga —dijo relajando sus brazos.

—Solo quiero paz —sonríe débilmente y de repente ella tomo mi mano por unos segundos.

—Ahora ubíquense para que podamos empezar la practica —ella se volteo y se alejó de nosotras.

Lilian que estaba a mi lado soltó un suspiro.

—Al menos sabemos que no nos lastimara —dijo Lilian provocando que soltara una risita.

El entrenamiento consistía en calentar y aprender cosas básicas de las porristas.

Algo que no me era difícil porque siempre hacia ejercicio.

El sol del atardecer había desaparecido por completo por el horizonte y la clase termino.

Nos cambiamos de ropa y salimos del vestuario.

Bastien esperaba sonriente.

—¿Cómo te fue en tu primera clase? —pregunto Lilian.

—Pensé que iba a ser peor —respondió el entre risas.

Ellos avanzaron dejándome unos metros atrás.

—¡Elise! —exclamo alguien a mis espaldas.

Me gire para ver de quien se trataba.

Otra vez no.

Mire hacia atrás y Bastien con Lilian miraban hacia donde yo me encontraba.

—Debo irme —dije sin mirarlo a los ojos.

—Necesito decirte algo.

Mi corazon latía con rapidez, pero el sentimiento de enojo apareció.

¿Por qué debía escucharlo?

Miles de pensamientos aparecieron en mi mente. No quería escucharlo.

—¿Acaso no lo entiendes Emeric? —dije con molestia.

Tenía ganas de abofetearlo allí mismo.

—No quiero hablar contigo. ¡Ni mucho menos escucharte! —la ira corría por mis venas.

Nada era justo y yo lo sabia, no iba a volver a ser buena y mucho menos con el.

No dejaría que nadie se aprovechara de mi…

—¡Suficiente es para mi es tener que ver tu cara! —la puntada se hizo presente en mi pecho— no vuelvas a acercarte a mi…

—Elise no… —y como siempre el no tenia nada para decir.

Me giré dándole la espalda y corrí hacia mis amigos.

Quería estar sola.

—Lo siento, hablamos después —dije evitando mirar sus rostros.

Corrí hacia mi auto y me subí, Sali de allí alejándome del instituto.

Era peligroso que manejara en ese estado que sentía que me estaba ahogando.

Estaba pasando por segunda vez y no podía controlarlo.

Detuve el coche en el parque mientras trataba de pensar en otra cosa.

<<Ansiedad>>

Otra vez quería llorar, pero no podía.

Mi respiración agitada y sentía como algo apretara mi garganta.

Tome mi teléfono y marque al último número.

—Mama necesito que vengan por mi… no me siento bien —dije tratando de calmar mi nerviosismo.

Tenía miedo era mucho miedo.

 

Pov’s Emeric

Mire el despertador y luego a Buggie que dormía tranquilamente en su pequeña cama.

Al menos había dormido cuatro horas a comparación de la noche anterior que solo había sido una hora.

Sali de mi habitación ya listo para irme al instituto, no era algo que me causara emoción pero solo el saber que podía cruzarme con ella sumaba.

Sus palabras aparecieron en mi mente.

No quiero verte nunca más…

Era la misma oración que me había torturado esos malditos tres meses.

—Emeric ven aquí —me puse de pie y me dirigí hacia la oficina de Olivier.

Él se encontraba de pie mirando unos papeles sobre su escritorio.

—Tu madre arreglara la cena para que te disculpes con esa niña —dijo el como si fuese algo de poca importancia.

Algo que si me parecía completamente absurdo.

—En estos días haremos la mudanza y por favor Emeric busca la manera de acercarte a esa niña porque necesitamos saber que planean los Fontaine —dijo el mirándome a los ojos.

Asentí para luego salir de allí.

—Emeric… —me detuve y me giré en su dirección— ¿cuento contigo hijo?

Quería reírme en su cara y por lo hipócrita que llegaba a ser.

—Si papa —dije fingiendo que aquello que decía era verdad.

Los últimos meses que me encerró parecía como si para el no significara nada.

Sali de la casa sin ni siquiera despedirme de Natacha.

Y fue cuando sentí la extraña sensación dentro mío.

Ese cartel afuera de la casa, esa casa que guardaba tantos momentos.

<< No hay vuelta atrás >>

Me subí a mi auto y fui directo al instituto era el silencio de mi auto que acompañaba.

Llegaba tarde a propósito, no quería cruzarme con nadie y solo quería por un momento estar con ella.

Al entrar al salón vi al imbécil de Bastien pero el lugar a su lado estaba vacío.




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